Mi predestinado [JimSu] (Omegaverse)

Capítulo 11

- ¡Buenos días, Jimin! -le saludó alegre el omega.

- Buenos días, Hyung... -respondió sonriente.

- ¿Caíste de la cama? -cuestionó divertido.

- Algo así... -soltó, rascándose la nuca avergonzado.

- Hey, pero no te pongas así, está bien madrugar de vez en cuando. -comentó, adelantándose a usar el baño.

- ¿Jiminie? -le llamó la omega, y el alfa la miró, sintiendo automáticamente como la sangre subía a su rostro exageradamente.

- ¡Señora Min! Yo... lo siento, debí poner alarma y... Dios... Usted confió en mí y-

- Tranquilízate querido, solo quiero lavar tu ropa... Ya sabes... -alzó ambas cejas dándole a entender sus intenciones.

En realidad, era muy inteligente de su parte. Quitar el fuerte aroma a omega en celo de la ropa del alfa, mientras su hijo mayor se duchaba. No había manera de que se enterara.

- Oh... -soltó sorprendido, pues pensó que le esperaba un sermón- Le agradezco mucho...

- No hay problema, gran parte de la culpa es mía, quiero decir, te mandé a la guerra con cuchara... -se lamentó.- Discúlpame Jiminie, ha de ser difícil para tí.

Jimin notó de inmediato que la omega ya había comprendido la situacion en la que se encontraban, y agradecía inmensamente que se lo haya tomado bien, de lo contrario no sería nada agradable su reencuentro después de haber visto su mano dentro del pantalón de su hijo menor.

- No se preocupe, yo de igual manera pensaba ayudar. Creo que Yoongi Hyung se lleva la peor parte aquí... Tal vez si tuviera con quién hablar le sería más fácil... -comentó, sugiriendo indirectamente que le hable al respecto.

La Señora Min le sonrió con ternura, y acarició su mejilla antes hablar.

- Deseo con todo mi corazón, que esto termine bien. -tomó la bolsa con ropa sucia de las manos del alfa y se encaminó a la cocina rápidamente.

Jimin quedó paralizado en medio del pasillo, analizando lo último que había mencionado la Señora Min. ¿Acaso los apoyaba?

Si lo pensaba bien, tenía todo el sentido del mundo que los apoyara sabiendo que él y su hijo menor eran predestinados.

Sin embargo, el rubio no podía evitar pensar que tal vez desear algo así sería un tanto injusto para el omega en cinta.

En la cabeza de Jimin la supervivencia del cachorro era la prioridad, pero... ¿Y Yoongi? ¿Estaba siendo egoísta con su omega predestinado al querer ayudar a su hermano? Pero... ¿Acaso no sería más egoísta no querer ayudar al hermano de su predestinado?

Varias conjeturas se formaban en su mente cuando la puerta del omega se abrió hacia atrás, llamándolo de vuelta a la realidad.

Yoongi asomó su cabeza con la intención de mirar si el baño estaba ocupado o no, para darse una ducha. Sin embargo, lo único que logró ver fué al alfa, ya que obstruía completamente su visión hacia aquella parte del pasillo.

El omega no pudo ocultar su sonrojo, sin embargo, no tenía intención de regresar a su habitación cuando por fin tenía algo de estabilidad física y emocional como para una buena ducha caliente.

- Muévete, alfa tonto. -se quejó, fingiendo enojo.

- Lo... Lo siento... -respondió dando un paso al costado.

- ¡Tsk! -rechistó- Ese de seguro es mi hermano, y el muy maldito demora un siglo en el baño.

El alfa cerró los ojos, apretó los labios y frunció las cejas, asintiendo al tiempo que recordaba aquel día que casi se orinó en los pantalones por dejarle pasar primero.