Yoongi pisó el almohadón del sofá donde estaba antes, y saltó furioso sobre el respaldo, con la intención de acortar el camino a la habitación de su hermano, pues necesitaba confrontarlo por tener a su alfa en tan mal estado.
Y el omega no sabría que sería de su familia si no fuera por la intervención de su madre.
La mujer se había situado de manera que le bloqueara el paso a su hijo menor, pues sabía que la reacción que tendría al ver a Jimin no sería nada buena, y lo sostuvo por los hombros, liberando aquel aroma maternal que siempre hacia sentir cálido a su Yoonie.
El menor forcejeó un momento con su madre, hasta que finalmente le miró a los ojos, y al momento en que su progenitora vió las lágrimas caer por las mejillas de su hijo, soltó sus hombros para abrazarlo con fuerza y consolarlo.
Al ser ambos omegas, la señora Min comprendía a la perfección el sentimiento de querer cuidar a su alfa, pues si ella misma hubiera visto a su pareja en el estado en que se encontraba Jimin, habría sentido su fracaso como omega y ni siquiera ella misma sabría cómo reaccionaría.
Jimin por su parte observaba todo desde la puerta de la casa, totalmente conmovido por la reacción del omega y el apoyo que su madre le brindaba.
Luego de realizar el enlace con Geumjae, su lobo le exigió tanta atención que el alfa se vió obligado a disminuir su propio consumo de energía para aportarle más al omega.
A pesar de que al verle postrado en la camilla parecía que descansaba, en realidad solo mantenía los ojos cerrados. Evitaba cualquier distracción y se centraba continuamente en regular las emociones del omega y enviarle energías a su cachorro.
Al instante en que sus colmillos se clavaron en la piel de Geumjae, Jimin sintió la necesidad y desesperación por parte de su lobo, ya que se encontraba al límite en lo que se refería a mantener con vida a su cachorro.
La falta que sentía el pequeño era tanta que Jimin no pudo más que pensar únicamente en él, dejándose de lado a si mismo en el proceso.
Esta era la razón por la que había bajado de peso, se encontraba sin dormir, su sonrisa apenas se sostenía y se trasladaba con un andador ortopédico.
Las pequeñas ruedas del andador rechinaron cuando el alfa se acercó al sillón para descansar sus agotadas piernas, y entonces Yoongi deshizo el abrazo con su madre.
El omega se limpió las lágrimas bruscamente con el brazo, y se acercó al alfa, sentándose a su lado.
Ambos se miraron fijamente en completo silencio, meditando sobre que sería lo primero que saldría de sus labios.
- Te extrañé.
Tan directo como siempre, Yoongi rompió el silencio, sorprendiendo a los presentes con tan significativas palabras.
- Sinceramente, no he tenido tiempo de pensar en nadie que no sea su sobrino... -respondió el alfa, con una sonrisa triste. - Pero dije que lo ayudaría, y me siento orgulloso de haberlo logrado.
- ¿Pero a qué precio? -masculló el mayor- Mírate, estás en los huesos y las ojeras casi te llegan a los labios. -soltó, con el labio inferior tembloroso por aguantar el llanto.
- Esto es algo temporal, Yoongi Hyung, si no hubiera sacrificado un poco de mí, el cachorro no habría sobrevivido. -explicó, y el omega le miró sorprendido- El lobo de su hermano estaba al límite, y necesitaba descansar, así que todo lo que me pidió yo se lo dí.
- Lo mantuviste tú solo, por toda una semana... -murmuró Yoongi, aún sorprendido.
- Exacto, ahora su lobo se encuentra mejor y ya estamos cuidando del pequeño entre los dos.
- Pues más le vale. -soltó haciendo puchero.
- Yoongi Hyung, yo le debo una disculpa. -comentó avergonzado el alfa.- Fuí egoísta cuando le pedí que convenciera a su lobo, incluso estando en un momento de debilidad como lo es el celo.
- No te preocupes. -soltó, restándole importancia- Te había conseguido una charla con él, pero en cuanto te vió se olvidó de todo. Es más, ahora quiere que te dé... -terminó la frase hablando tan bajito, que Jimin no fue capaz de distinguir lo que dijo.
No obstante, la omega sonrió divertida y se retiró de la sala ocultando su sonrisa. Debía darles un poco de espacio.
- ¿Disculpe? No escuché que es lo que me quiere dar... -soltó el alfa curioso.
- Olvídalo. -soltó rendido, le había costado mucho decirlo pero al parecer no usó el tono de voz adecuado.
- Dígame, Yoongi Hyung... -insistió, pero Yoongi negó.- Sea lo que sea, también lo quiero... -agregó.
Y entonces Yoongi lo miró, Jimin le sonrió y ya no aguantó más.
El alfa inhaló profundo esa esencia que tanta falta le hacía, cuando el omega le abrazó con delicadeza, y sin decir nada, le acarició el cabello, mientras dejaba suaves besos en su mejilla izquierda y cuello.
Jimin rodeó el delgado cuerpo con sus brazos y le acercó aún más al suyo, escondiendo su rostro en el cuello ajeno.
Ninguno supo el tiempo que permanecieron de esa forma, pero tampoco les pareció algo importante.
Cuando Yoongi se separó del abrazo, afirmó su frente en la contraria y le tomó de las mejillas, delineando con sus dedos las ojeras en el cansado rostro del alfa.
- Quédate conmigo esta noche. -pidió, y el alfa asintió.
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La verdad es que todos los días me acuerdo que tengo que actualizar, pero lo retraso a propósito porque no he escrito nada, y me queda poco que publicar...
Gab.-
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Mi predestinado [JimSu] (Omegaverse)
FanfictionPark Jimin es un alfa muy capacitado en su oficio como alfa de enlace, y una vez más un omega en cinta le ha elegido para asistir a su cachorro. La fecha de enlace ya había sido pautada, pero el hospital comenzó a recibir parejas artificiales de lo...