Mi predestinado [JimSu] (Omegaverse)

Capítulo 26

Yoongi se encontraba en la sala de espera, con la mochila que le había llevado su madre con sus cosas de higiene personal y ropa; y a sus pies, el bolso de Jimin que antes se encontraba en su casa.

Su pie derecho martilleaba el suelo nervioso, pues por más que deseaba que su Jimin regresara a él con su preciosa sonrisa, sabía que no iba a pasar, pues sentía que algo andaba mal.

Su lobo le había advertido que no se ilusionara, pero su lado humano no podía evitar sentirse excitado y ansioso por poder emparejarse con Jimin libremente.

El alfa le había hablado de tener varias citas planeadas en lugares que estaba seguro de que amaría, y el omega no dudó ni un segundo de ello, pues amaría cualquier lugar donde estuviera con Jimin.

Por su parte Yoongi le había sugerido que siguiera quedándose en su casa, pues por más que sería dado de alta, le gustaría tenerle cerca, más que nada, porque su lobo quería cuidarle más.

El sonido de la puerta al abrirse interrumpió sus pensamientos, y vió a su alfa caminar hacia él con la cabeza gacha.

Yoongi masculló una maldición cuando se dió cuenta de que debió obedecer a su lobo y no ilusionarse. Era más que obvio que algo andaba mal, y si su Jimin era portador de malas noticias, él no deseaba oírlas.

- Yoonie, debemos hablar. -comentó bastante abatido.

- ¿Bueno o malo? -el alfa le miró confundido- Responde, ¿Bueno o malo? -insistió.

- No es bueno, pero tamp-

- Olvídalo, no quiero saberlo, vuelve cuando quieras estar conmigo. -espetó enojado.

Jimin le observó inmóvil, hasta que le vio ponerse de pie y avanzar hacia la salida.

- ¿Podrías escucharme Yoongi? -pidió, tomando su bolso y caminando tras él.

- No, ya tuve demasiados problemas y no quiero más malas noticias por ahora, estoy cansado de esta montaña rusa.

- Yoongi, por favor ¿si? Escucha a tu alfa... -insistió.

El omega se sonrojó furiosamente y volteó a verlo.

- ¡No lo digas en vos alta, alfa tonto! -exclamó.

- ¿Por qué? ¿Te molesta? -cuestionó haciéndose el ofendido.

- Claro que no. -soltó e inconscientemente hizo un puchero- Es solo que... Aún no lo asimiló y me da vergüenza. -soltó con sinceridad.

Sin embargo, en contrariedad a lo tierno que había actuado, volteó una vez más y corrió a la parada del ómnibus que le dejaría más cerca de su casa.

- ¡Prometo que no será tan malo ¿De acuerdo?! -gritó mientras corría tras el omega.

- ¡No! -respondió enfadado.

- ¡Será algo breve y podremos continuar juntos!

- ¡¿Y con otro omega en el medio!? ¡Olvídalo! -llegó a la parada justo cuando pasaba su ómnibus, así que lo paró y se subió.

Jimin subió detrás de él pero demoró un poco más en pagar ya que acababa de cobrar en su trabajo y el  conductor debió darle bastante vuelto.

Cuando volteó ya no lo vió entre la gente. ¿Se habrá bajado? No, aún sentía su esencia en el vehículo.

- Sé que estás aquí Min Yoongi. -soltó alzando la voz- Muéstrate y hablemos, o te haré escuchar a la fuerza. -le amenazó.

El omega permaneció agachado detrás de un asiento y no tuvo ninguna intención de dar su ubicación.