Capítulo 47

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Solo cuando un atisbo de sorpresa llegó a Jimin a través del lazo, se percató de que Yoongi estaba allí.

El omega por su parte sentía que la sangre le hervía, no obstante, hizo lo posible por no transmitir aquello a su alfa.

Suran le hizo señas a su hijo para que se acercara y finalmente retirarse del lugar, no obstante, miró a su derecha cuando Jimin hizo un gesto extrañado.

Durante sus conversaciones a través del lazo, su omega le había expresado numerosas veces lo mucho que le extrañaba, lo cual estaba contrastando demasiado con su accionar actual...

Yoongi se había movido por inercia hacia la puerta de salida, y no dudó ni un segundo en caminar a la parada de taxis.

Jimin le siguió apresurado cuando le vió subir al taxi y logró frenarlo antes de que se fuera, mientras su madre le alcanzaba a paso rápido.

- Disculpe, nosotros vamos con él. -explicó al taxista.

- ¿Es eso cierto? -consultó al omega tras sentir duda en las palabras del alfa.

Yoongi asintió, y madre e hijo abordaron el vehículo. El camino al apartamento de Jimin fué totalmente silencioso.

- ¿Estás bien Yoonie? -preguntó el alfa confundido.

- Si, solo estoy cansado y quiero ir a mi casa a descansar. -afirmó neutral.

Jimin no era tonto, sabía que algo estaba mal, Yoongi era muy inteligente pero no dejaba de ser SU Yoongi, a quien conocía mejor que nadie.

No obstante, por mucho que quisiera permanecer a su lado después de 24 horas distanciados, su pareja parecía necesitar tiempo a solas y él por supuesto que se lo iba a dar.

- De acuerdo, te acompañaré a casa. -dijo, sin darle tiempo a responder.

Suran decidió cocinar algo para cenar y Yoongi fué por la ropa y objetos personales que allí tenía, por lo que Jimin aprovechó para ir al baño y al menos cambiarse de ropa.

Conocía a su pareja y últimamente no le importaba salir solo en la noche, a pesar de lo ocurrido en su pasado, así que en solo diez minutos estuvo listo para acompañarle a casa.

Yoongi salió de la habitación con la mochila puesta y caminó a la cocina para despedirse de Suran.

La mujer le agradeció por lo de la psicóloga, y le deseó buenas noches, regresando a las verduras que picaba.

El omega caminó hasta su alfa y ambos salieron del edificio.

Eran casi las diez de la noche y no había mucha gente al rededor, por lo que reinaba el silencio, y no fué nada difícil para Yoongi escuchar el rugido del estómago de Jimin.

- Tienes hambre. -afirmó con obviedad- Compremos algo ahí... -dijo arrastrando al alfa al supermercado de la esquina.

Debían apurarse pues, como todo, de seguro cerraba a las diez, y ya habían pasado hace rato la tienda de 24 horas.

Ambos entraron al lugar, y el omega buscó con rapidez algo para que su alfa comiera y saciara su hambre, al menos hasta regresar a casa y comer la cena que preparaba su madre.

Soltó la mano de Jimin solo para agarrar las cosas que finalmente creyó apropiadas para su pareja, no obstante, cuando volteó para dirigirse a pagar el alfa no estaba junto a él.

Miró a ambos lados del pasillo en el que estaba no había ni rastro de él, así que respiró profundo y siguió su aroma.

¿Cómo se le ocurría desaparecer así con lo apurados que estaban?

- Tsk. -se quejó cuando finalmente le encontró.

Tenía el insulto en la punta de la lengua cuando al avanzar, vió que estaba alcanzandole algo a un joven omega...

Un joven omega. Muy bonito, rubio, de ojos claros, parecía extranjero, su aroma era bastante particular, era bastante más bajo que Jimin... y...

Yoongi retrocedió sobre sus pasos y dejó las cosas a la cajera.

- ¿Lleva esto? -cuestionó cuando le vió dirigirse a la salida.

- Son del alfa rubio de allá. -señaló sin más.

El frío de la noche le golpeó duro, obligándolo a encogerse de hombros para aprovechar mejor su bufanda. Las suelas de sus zapatos resonaban en el suelo cuando divisó un ómnibus a lo lejos y se apresuró a la parada más cercana.

Jimin salió bastante confundido del lugar al que lo había llevado el omega. La cajera le dijo que el peliverde había dejado unas cosas para él pero se había marchado sin decir nada.

Cuando levantó la cabeza y le vió a través de la ventana del ómnibus que pasaba frente a él, sintió que su mundo se caía a pedazos. Lo estaba dejando solo una vez más.

- ¿Qué pasa Yoongi?

Soltó con la voz temblorosa a través del lazo.

Más el omega no contestó.

Jimin miró el oscuro cielo totalmente perdido.

¿Qué había hecho mal? ¿Yoongi ya no confiaba en él? ¿Ya no lo amaba? ¿A qué se debía ese fuerte sentimiento de culpa?

Le rogó a la Luna por una respuesta, más aquello era algo que debían resolver ellos mismos, pues el simple hecho de haberse reencontrado, había un milagro de la Diosa Luna.

- Disculpe, estamos cerrando... -le habló la chica del supermercado.

El alfa caminó como en piloto automático y se adentró al lugar, se paró frente a la cajera y la miró con los ojos perdidos.

- ¿Cuánto es? -cuestionó.

- El omega del cabello verde lo dejó pago para usted. -respondió, ofreciéndole la bolsa.

Los ojos del rubio se cristalizaron.

Definitivamente no comprendía el accionar de su omega.

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- ¡Yoonie! -exclamó su madre cuando le vió entrar- ¿Y Jiminie? -cuestionó cuando le vió cerrar la puerta.

El omega simplemente sonrió a medias y se acercó a su madre, abrazándola sin previo aviso.

- ¿Qué ocurre hijo? -respondió al abrazo- ¿Estás bien?

- No lo sé... -soltó frustrado.

- Si quieres hablar sabes que aquí estoy... -soltó la mujer.

Yoongi, simplemente asintió y subió las escaleras hasta su habitación, dejando la mochila a un lado para tirarse en su abandonada cama. Dónde se pasó horas mirando el techo, pues no podía evitar que al cerrar los ojos, la triste imagen de Jimin viendolo irse en el ómnibus apareciera tras sus párpados.

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¡Hola estrellitas!✨

¿Qué dicen que pasará?

Espero que les haya gustado 😊

Gab.-

Mi predestinado [JimSu] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora