Mi predestinado [JimSu] (Omegaverse)

Capítulo 48

Jimin llegó a su apartamento, entró y se recostó a la puerta. Se dejó caer con lentitud, y su espalda resbaló hasta que su trasero se topó con el frío suelo.

- ¿Jimin? -le llamó su madre, más se asomó tras no recibir respuesta.- Cariño, ¿que ocurrió? ¿Estás bien? -cuestionó preocupada.

El alfa giró la cabeza a ambos lados, dando a entender que no. Y la omega le abrazó para consolarlo.

- Relájate cariño... -dijo. Le ayudó a levantarse, caminando al sofá e invitando a su hijo a recostarse en sus piernas.

- Dicen que separarse después de tanto tiempo juntos pone sensibles a los omegas, y si eso es cierto, ha de ser peor cuando son predestinados. -explicó- Estoy segura que el estar todo un día sin verse les afectó a ambos.

Jimin permaneció en silencio, escuchando las palabras de su madre, y cuando finalmente logró calmarse un poco, el sueño llegó a él.

Sus párpados se cerraban con lentitud, y cada vez se abrían menos, hasta que ya no lo hicieron más, cayendo en un profundo sueño.

🍂

Para Yoongi, el hecho de conocer cada rincón del cuerpo de Jimin esta vez le estaba jugando totalmente en contra, pues en sus pesadillas le había visto de todos los ángulos posibles haciendo gritar al omega rubio de la tienda y a la oficial que lo acompañó a la salida.

Cada pesadilla era peor y su noche se había convertido en un infierno. Despertaba cada diez minutos, temblando, transpirando y la marca en su cuello estaba comenzando a arder.

Su madre corrió a su cuarto cuando lo escuchó llorar aterrorizado, y fué entonces cuando Yoongi le contó sobre las dudas que le atormentaban.

La Sra. Min le aconsejó que se diera una ducha, y mientras ella cambiaba la ropa de cama, una idea cruzó por su mente.

Después de bañarse, Yoongi se encaminó a su habitación, más su madre lo detuvo.

- Duerme con nosotros Yoonie, -le pidió- como en los viejos tiempos ¿Si?

El omega, tan cansado como si hubiera salido a correr en una noche de tormenta, simplemente asintió, puse no tenía fuerzas ni para hablar.

Yoongi se recostó junto a su padre, y luego le siguió su madre. Una vez allí, suspiró burlón, pues se volvía a sentir un niño una vez más, en el regazo de sus padres. No obstante, gracias al aroma calmo que ellos despedían logró conciliar un sueño tranquilo.

Al día siguiente, Yoongi despertó, y se topó con los tiernos y grandes ojos de su sobrinito.

- ¿Que haces aquí Eunji? -murmuró adormilado.

- Mamá y papá estaban preocupados por tí. Y como papá debía trabajar y mamá hacer la compra, me pidieron que cuidara de tí. -Respondió Geumjae, distraído con su celular, desde la silla junto a la cama.

- La verdad dudo que no puedas con algo, pero se veían preocupados, y al fin y al cabo eres mi herma... ¿Estás llorando? -se interrumpió.

- Claro que no. -se excusó, escondiéndose abajo de las sábanas.

Yoongi, seguía sin entender que demonios le pasaba. Si estar lejos de su alfa le ponía así, se arrepentía de haber estado siempre tan pegados.

¿Acaso tendría que mudarse con Jimin para estar bien? ¿Ya no podría visitar él solo a sus padres sin sentirse mal? ¿Se había vuelto un omega dependiente?

Siempre se había sentido orgulloso de sus habilidades para resistirse a los alfas, pasar desapercibido para ellos, y ser un omega completamente independiente, más allá de la jerarquía.