La tension se pudo sentir durante unos minutos, Anya hablo con el abogado, ignorando la situacion que se habia formado entre ambos hombres.
Toni se mantenía al margen de la situación, levemente serio y pensativo, solo hablando cuando su esposa le pedía alguna opinión, aunque no dejaba de ver a salinas fijamente.
En la mente de Toni solo se podía escuchar los pensamientos sobre el pelinegro, ya había pasado mucho tiempo y realmente no le guardaba rencor, siempre supo que llegaría muy lejos, era inteligente y muy apuesto. Ya eran adultos, lo único que quería era que el pelinegro le contara como le había ido en todo el tiempo que no estuvieron juntos, que fue de su vida y como le iba ahora.
La plática siguió igual aunque el rubio se integró un poco más, dando opiniones y dejándole claro lo que quería en aquella propiedad en específico. Después de 40 minutos dieron por finalizada la plática, la chica peli blanca se despidió y se fue directo al auto de su esposo quien le dijo que se adelantara, que tenía que hablar con el abogado de algo más profesional.
Se quedaron en silencio un momento, el de ojos celestes observaba al pelinegro seriamente, logrando ponerlo nervioso, hasta que se dignó a hablar.
-Realmente no creí nunca encontrarte aquí. -con media sonrisa se dirigió al de ojos cafés. -El mundo es bastante pequeño, por lo que veo.
-Al parecer sí. -Por primera vez miro al rubio fijamente. -Has cambiado mucho, Toni.
-Hombre claro. -Rio divertido. -Han pasado unos años ya. Puedo decir lo mismo de ti.
- ¿Estas bien?
El pelinegro miro fijamente al rubio, ambas miradas chocaron. Toni solo suspiro y le dedico una media sonrisa.
-Hoy no es el momento de aclarar todo, Salinas.
- ¿Podemos vernos otro día? -Pregunto esperanzado. -Realmente quisiera hablar contigo.
- ¿Estas libre mañana? -El rubio pregunto felizmente, sin esperar o checar su agenda, el pelinegro acepto rápidamente la invitación. -Entonces, nos vemos mañana aquí mismo ¿Te parece?
- ¿A las 5? -Tímidamente miro al rubio, el cual asintió. - ¡Perfecto!
-Te veo mañana, Raúl.
Sin más con un apretón de manos salió del local, dejando a un pelinegro con su corazón acelerado a mil y con los nervios recorriendo todo su cuerpo, la emoción y el miedo le recorrían por completo. Y para que mentir a cierto rubio a pesar de mostrarse muy tranquilo, sentía su corazón latir rápidamente.
El día pasó rápido, ceno con su esposa y se puso al día con ella. A pesar de sentirse cansado los pequeños nervios no le dejaban dormir bien, recordando lo que había pasado con el rubio y como había sido tan imbécil, se lamentaba cada día de su vida el haberle hecho eso a la única persona que en ese momento estuvo a su lado, se preocupaba por él y por sobretodo el único con el cual tenía una química que jamás se iba a explicar.
Recordaba el rostro del rubio, lleno de lágrimas viéndole con horror y decepción, el cómo Toni le grito desgarradamente que no le abandonara y que dejase de tratarlo como un puto juguete que solo usaba para satisfacer sus necesidades.
Que podían ser una pareja normal sin tener que esconderse, que no habría nada que los separase si ambos se mantenían unidos, que las personas de alrededor no importaban si ellos estaban juntos, Salinas se lo prometió, mirándole a los ojos y tomando entre sus manos el rostro de Toni le prometió:
"Siempre estaré a tu lado, a pesar de todo"
Una promesa que por el miedo de su interior rompió y con ella llevándose al corazón del rubio en pedazos.

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Dos locos [RONI]
Fanfiction-·=»★«=·- Donde Raúl Salinas es contratado para llevar a cabo una compra de una propiedad, el comprador Toni Gambino, su ex pareja de adolescencia. - Estando con ella, y pensando en ti. - Que tontos, que locos, somos tú y yo. Estando con otros y aun...