La mañana había sido extremadamente tranquila, después de dejar a su esposa en el trabajo se dirigió a aquel contrato que se sellaría de una venta de propiedad o bueno aun tenian que ver mas cosas, pero estaba seguro que con su excelente trabajo lograria vender aquella propiedad.
No conocía al comprador directamente, solo había tenido algunas llamadas con el pero no le conocía en apariencia.
Hoy sería la primera vez, había quedado con aquel cliente para ver todo sobre la propiedad que iban a adquirir. Al parecer su cliente y la chica se habían casado hace poco y buscaban un lugar donde poder estar tranquilos.
Habían acordado que la cita seria en un café cercano al centro de la ciudad, iba un poco nervioso ya que casi siempre cerraban todo por teléfono, por el simple hecho de que todo lo había manejado por llamada y sin contar que en su interior algo no le dejaba tranquilo, haciéndole sentir una leve duda.
Llego al café estacionándose en el parking, miro su reloj y faltaban 10 minutos para la cita. Se decidió por entrar al café y sentarse en una mesa alejada, le mando un mensaje a su cliente para hacerle saber que ya había llega, recibió respuesta a los pocos segundos que ponía:
"En camino"
Una simple frase que le descoloco y le recorrió un escalofrió por el cuerpo, rápidamente agito su cabeza, borrando cualquier pensamiento caótico.
— Una casualidad muy curiosa. —Susurro para sí mismo, mientras guardaba su celular.
Una casualidad que pronto se convertiría en verdad, todos sus sentidos se apagaron cuando miro aquella puerta sonar avisando que alguien había entrado.
¿Cómo no reconocerlo?
Estaba tan lindo como el día en que se separó de su lado, desde el día en lo perdió por su estupidez.
No podía confundirse, aunque rogaba que él no fuera el cliente que esperaba, rogaba porque ese chico rubio no fuera quien hace poco se había casado y ahora buscaba una propiedad para él y su prometida.
Todo se desmorono cuando vio aquellos ojos color cielo fijarse en él y con una sonrisa acercarse a la mesa. Una sonrisa que se iria en cuanto se conociera su identidad
Ni en otra vida podía olvidar aquella cabellera rubia, aquel rostro aunque ahora más maduro pero seguía jodidamente bello. Venia de la mano con una chica con el cabello color blanco.
Colocandose enfrete de la mesa, el rubio sonrio sabiendo que este era el abogado por el anterior mensaje que le habia enviado el mismo.
—Toni Gambino—Estiro su mano para darle un apretón al desconocido abogado, el cual se levantó para darle la mano también. —Y ella es mi esposa Anya, un gusto conocerle.
Le dio la mano a la chica también, ahora más que nervioso, ya que tenía que presentarse también y aquí todo se iría a la mierda.
—Raúl Salinas. —Pudo ver como la sonrisa del rubio se hacía pequeña y sus ojos se abrían con sorpresa. —Abogado y amigo.
Y en efecto, todo se fue a la mierda en cuestión de segundos.
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Mi cabeza anda al millon jhdsj capitulo corto porque es la introduccion nomas.
Nueva historiaaaa, que se nos vaaaaa Marbella.
Los tqm, espero les guste esta nueva <3
Bonito dia, noche o madrugada. Tomen awita, coman bien y duerman bien. (Se los dice la que publica a las 2 de la madrugada)
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Dos locos [RONI]
Fiksi Penggemar-·=»★«=·- Donde Raúl Salinas es contratado para llevar a cabo una compra de una propiedad, el comprador Toni Gambino, su ex pareja de adolescencia. - Estando con ella, y pensando en ti. - Que tontos, que locos, somos tú y yo. Estando con otros y aun...