Corredores Callejeros (Hiccstrid)

Pelea

En el capítulo anterior:

-Niña estupida, me la vas a pagar. Dijo de nuevo mientras se acercaba hacia mi de nuevo, y yo hacia ella, pero de pronto salió Hiccup y la agarro de la cintura para mantenerla de que se acercara a mi. Entonces Hiccup se la llevó de allí, y al igual que lo que hizo Hiccup con Merida, sentí como alguien igual me jalaba de la cintura y me sacaba de allí. Luego voltie a ver quién era, y vi que era Jack.

-Genial- pensé sarcásticamente.

-¿Porque hiciste eso? -Me pregunto a lo que me hizo enojar. ¿Acaso quería que dejara que la idiota de Merida me diera cachetadas?

- ¡¡¡Me estaba protegiendo!!! -Le dije enojada.

-Pero no tenías que pegarle. -Solo te lastimaste. Mira estas sangrando. Déjame ayudarte. -Dijo tratando de tomar mi brazo mientras yo me daba cuenta de que en efecto estaba sangrando de mi cabeza debido al golpe.

-¡¡Sueltame!! No necesito tu ayuda!! Y ¿Sabes que? No sé ni porque empeze a confiar en ti. Eres igual que todos y nunca van a cambiar!! -Le grité y entonces me fui lejos de él y me dirigí a mi auto para después subir en el e irme a mi casa.

Comienzo del capítulo:

PDVSA de Astrid:
Después de estar manejando por unos minutos, al fin llegue a casa. En cuanto llegué, baje del auto y me dirigí a mi sala principal para curar mi herida y para tratar de calmarme ya que aún seguía muy, muy enojada por lo que paso. Fue por todo lo necesario para curar mi herida y luego me puse una curita. Luego cuando cure mi herida volvi a pensar en lo que paso y entonces esta vez no me pude calmar.

Me tomé un vaso de agua,  me puse a ver mi teléfono y la televisión, pero por mas que trataba, el enojo no se me iba y aún recordaba como la estúpida de Merida, me trató de pegar, y como el imbecil de Jack me empezó a decir cosas solo porque yo traté de protegerme.

-¡¡Ash, todos son unos imbeciles!!- Dije enojada. -¡¡Incluso estaba empezando a confiar en el estupido de Jack!! ¡¡¡¡Ashhhhhhhhhhhh!!!!- Grite y entonces agarre un almohada del sillón y la tire a una pared. -¡¡¡No lo puedo creer!!! ¡¡¡Por poco estaba apunto de caer en sus palabras!!! ¡¡Crei que podía confiar en el!!- Grité mientras tiraba todas las almohadas del sillon. -¡¡Ya cálmate!! - Me grite a mi misma. -No, no puedo, tengo que irme. - Dije y entonces tomé mis llaves y mi bolso y de nuevo salí de la casa.

Fui al garaje y subi dentro de mi Lamborghini, lo prendí, y entonces arranqué saliendo de mi casa. Estuve manejando por un buen rato hasta que por fin llegué a un bar. La verdad estaba muy enojada y no me podía controlar, así que decidí venir al bar, pero este no era un bar cualquiera, este bar, estaba alejado de la ciudad, estaba en un lugar donde no había casi nada de casas, casi estaba solo, pero si tenía mucho, mucho espacio con calles solas. Este bar me encantaba por todo, aquí solo venían corredores y era muy peligroso, pero a mi no me importaba porque había aprendido a protegerme y había tenido muy buenos maestros, así que ese no era problema. También me encantaba porque aquí no era solo un bar, si no que era un lugar donde podías practicar muchas cosas, podías venir a usar el arco y la flecha, la pistola, los cuchillos, las hachas, las navajas, y muchas armas más, también podías pelear con otros corredores para mejorar tu forma de pelear, y podía hacer muchas cosas más, pero la razón más grande por la que me encantaba este bar era porque aquí también habían carreras de vez en cuando, y hoy iba haber una.