Papá salió de la casa midiendo dos metros, se metió al trafico matutino midiendo apena uno, creció al los tres cuando encontró un lugar cerca de las oficinas y uno más cuando se dio cuenta que era uno de los primeros en llegar. Se encogió tres metros cuando el jefe lo llamo, pero creció cinco cundo este lo ascendió.
Ya en su nueva oficina media unos grandes siete metros, pero perdió dos cuando el subdirector entro y otros cuatro cuando el director paso. De ambos una felicitación recibió, y con eso de ocho metros el se sintió, al darle la mano para despedirse, vio la imponencia de los diez y nueve metros del director y subdirector.
El trafico del final del día, cuando todos se van a sus casas a descansar, tiene un efecto curiosa de mirar, pues reduce todos por igual, a un metro nada mas. Pero ese día era especial, pues papá dos metros midiendo esta, pues contento y emocionado espera, darle la noticia a mi mamá.
Al llegar a la casa creció, nueve metros el alcanzo, al cenar se encogió a seis, pero mamá lo apapachó, y un beso el recibió. Se acostaron todos muy contentos y profundo todos durmieron. No se que pasó o como lo hicieron, pero papá amaneció apretado, con sus once metros metidos en el cuarto.
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De amor y otras muertes
RandomEsta es una colección de cuentos que he escrito sin un fin y por el gusto de escribir, por lo que exploro diferentes temáticas y técnicas de narración. Advertencia: Los cuentos son totalmente independientes por lo que se pueden leer en cualquier or...