Aquel día fue el perfecto para zarpar, el lugar correcto y el tiempo indicado. Con aquel atardecer calmado, en esas olas sin fuerzas y esa barca vieja, refleja exactamente mi estado. Miro otra vez las personas que me rodean, hijos, nietos, amigos y conocidos. Personas que marcaron mi vida y algunas que la desviaron. Por supuesto, no están todas, aquellas que hice enojar, que no les alcanzo el tiempo, o simplemente porque no les intereso. Hablo con cada una de ellas, le agradezco su presencia en aquella larga aventura, les doy uno que otro consejo y unas palabras importantes para mi para que me las guarden.
En ese lugar de las suaves arenas espero tranquilamente a que el sol se esconda, cuando eso sucede camino con mis viejos huesos a la barcaza que esta en la orilla.
Me acuesto en aquel trasto que apenas aguanta su alma, los pensamientos se agrupan, pienso en el pasado y como este ha cambiado, las personas que me han dejado, las que veo al frente paradas en aquellas aguas cristalinas y las que tengo están atrás aprovechando cada segundo que estoy a la vista. Los resentimientos pierden sentido y las horas que disfruté las agradezco, los miro y les perdono, agradezco lo que me dieron y espero que guarden lo que les entregué. La barca pesa así que tiro lo que no me importa, lo no quiero guardar y me gustaría olvidar, al caer estos objetos son tragados por las arenas mojadas. Me siento más ligero, pues me he quedado con lo que no me pesa, con lo que me hace continuar.
Zarpó, veo a mis padres y abuelos, amigos y conocidos, las personas que como yo se han marchado, me reciben con los brazos abiertos, como unos de los suyos. Entre todos uno se adelanta y me ofrece la mano, lloro, no pensé que la volvería a ver, la extrañe tanto. Le tomo la mano, temo que sea un sueño, pero no es así, es real, me hace parar delicadamente y jala mi mano para que pise el agua, tengo miedo, me sonríe y me acerca haciendo que la bese. Aun sonriendo me voltea la cara, he dejado la barca, la edad se fue y con ella la tristeza de los años. En la playa la multitud se ha ido dispersando, no me preocupo, estoy con ellos y ellos conmigo. Sigo feliz a los que he encontrado.
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De amor y otras muertes
De TodoEsta es una colección de cuentos que he escrito sin un fin y por el gusto de escribir, por lo que exploro diferentes temáticas y técnicas de narración. Advertencia: Los cuentos son totalmente independientes por lo que se pueden leer en cualquier or...