¿La Noche es un buen momento para despedirse?

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Advertencia: este cuento toca temas sensibles y puede afectar algunos lectores. Se recomienda discreción.


¿Cómo es posible que la noche refleje mi lúgubre corazón?

¿Cómo es siquiera pensable que esta tormenta sepa el caos de mi interior?

¿Cómo son capaces las gotas de afuera imitar las que se escabullen en mis ojos?

¿Cómo es que los fuertes rayos se pierden en mi negra alma?

¿Cómo es factible que el vidrio de la ventana sea tan frío como mi corazón?


¿Cómo he llegado a tal extremo?

¿Qué hice mal en esta vida para merecer lo que sucede?

¿Acaso son tan evidentes mis defectos para que todo el mundo los señale?

¿O será que la desdicha está enamorada de mi y por eso me persigue a todos lados?

¿Que te he hecho vida para que me odies tanto?

¿O será la muerte la única diosa que gobierna a los humanos?

¿Será ella la que me extraña en sus gélidos brazos?

¿Será que me escapé de su mirada a este mundo y ahora exige mi regreso?

¿Será que soy su hija y por eso nací muerta?

¿Acaso importa siquiera la razón?


¿Habrá alguien que me extrañe en este vil mundo?

¿O estará esperando tras esa puerta mi decisión final para venir a disolver mi sangre con sus lágrimas en un intento de parecer mi amigo?

¿Será muerte, que tu llamado es tan potente que yo no lo logro evitar?

¿Acaso me extrañas?

¿Tan grande es ese sentimiento que no esperaste ni quince inviernos para tenerme otra vez a tu lado?


¿Pero por qué utilizaste esas piezas para enviarme tu mensaje?

¿Esas que las sentía tan cercanas y unidas?

¿Por qué te los tuviste que llevar?

¿Por qué mis padres?

¿Por qué mi amigo?

¿Y para qué?

¿Para quitármelos de un soplido?

¿Para enseñarme que los demás sólo me dan condolencias con blancas palabras huecas?

¿Acaso sólo lo hacen para cumplir su papel social?

¿Siquiera les importa lo que siento?

¿O lo que pasó conmigo después del funeral?

¿Me lo dirás, tú que sabes todo?

¿Me dirás si te importó alguna vez que esas personas eran las únicas que me mantenían de este lado?


¿O que fueran los creadores de mis pocas alegrías?

¿Y por qué no quieres que estemos todos reunidos?

¿Su muerte?

¿Fue acaso un accidente?

¿O estaba todo planeado?

¿Planeaste todo para que regresara por ti con un filo de luna?

¿Por qué de noche?

¿Por qué ese auto?

¿Por qué me olvidaste?

¿Por qué me dejaste sola?

¿Por qué iniciaste mi caída?


¿Quién eres, ser de mil rostros?

¿Quién eres, ser de mil nombres?

¿Por qué me quieres ahí a tu lado?

¿Por qué utilizas este cruel llamado?

¿Acaso te he ignorado o dañado?

¿Acaso herí tus sentimientos o cuerpo?

¿Necesitas ayuda y no te entienden?

¿Necesitas ser escuchado y no lo hacen?

¿Necesitas amigos y no los tienes?

¿Pues quién mejor que yo?

¿No es lindo que la noche resalte el brillo del metal?

¿No es bonito que ésta tormenta suene como el rasgar de mi piel?

¿No es hermoso que las gotas de afuera bailen junto a las carmesís que escurren aquí?

¿No es precioso que los fuertes rayos iluminen mi partir?

¿No es encantador que el vidrio de la ventana guarde mi último aliento antes que el frío de tu mano me recoja?

De amor y otras muertesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora