Big Crunch

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Aprovechando la ida al campo, mi Karen y yo nos encontrábamos acostados en una leve pendiente, mirando el cielo vacío. Karen me empieza a contar:

- Hace unos meses descubrí en la visita escolar al Museo Interactivo Stephen Hawking, encontré un instrumento de los tiempos antiguos: un libro.

Los libros no son raros, hay muchos por todo el mundo, incluso algunas escuelas tienen algunos, por lo que al principio no entendí su interés. Me dice que el libro hablaba acerca de "constelaciones", ¿Qué palabra es esa? seguro leyó mal o sé lo invento; y que se llama "Historia de la Astronomía", la miro extrañado, ella ríe y continúa contando:

- Ese libro era muy viejo, las hojas eran quebradizas y amarillas, seguro fue valioso porque esta forrado de piel. Tenía muchas imágenes donde mostraban formas de animales que rodeaba una figura hecha de palitos que unen puntos.

- ¿Líneas que unen puntos? ¿Es enserio?

- Si, incluso tenia mas puntos alrededor, el libro dice que esos puntos se llaman estrellas, que estaban en el cielo, y se utilizaban para saber tu destino.

- ¿Estrellas? bobadas.

- Lo sé, pero se oye interesante, así que continúe leyendo, más tarde se descubrí que esas estrellas eran masas de gas gigantes quemándose, esas cosas enormes, miles de veces más grande que la tierra, estas se encontraban pero muy lejos de aquí, por lo que solo se veían como puntitos en el cielo y lo mejor es que no era solo una sino que había cientos o miles tantas que cubrían todo el cielo. - La miro extrañado, vaya que los humanos del pasado estaban todos locos como para escribir esas tonterías.

-Pero eso es imposible, la tierra es lo más grande que existe en este gran vacío, es imposible que exista algo más grande, y más si hablamos de gases quemándose en medio de la nada.

- Lo sé - contestó con voz triste - el libro decía que nuestros antepasados las usaban para saber tu destino, eso lo hacían leyendo las estrellas, otros pensaban que tu personalidad dependía de las estrellas que se veían en cielo y la fecha cuando naciste, otros las utilizaban para contar historias antiguas o guiarse cuando viajaban en el mar.

- Vaya, pues esas estrellas eran muy prácticas.

- Quiero imaginar de que existen, ver formas en el cielo, saber quién es tu amor.

- O mejor tener una dirección en la mano, levantar la vista y saber exactamente donde estás y como llegar.

- Quiero saber como eran, ya que se utilizan como libros pero se les describe muy diferentes.

- Mira, cerremos los ojos, pidamos ver una estrella, aunque sea una y cuando abramos los ojos esperemos verla.

- Bueno, uno, dos, tres, cierra los ojos.

Cuando los volvimos a abrir vimos un puntito en el cielo, luego, otro, y de repente aparecieron más, era maravilloso, sé veían como lluvia. De repente luz se vio en el horizonte, las estrellas desaparecieron, intensificandose tanto que nos hace daño en los ojos, me sorprendí que aún lo veía con los ojos cerrados, el calor era intenso, tanto como nunca había sentido en toda mi vida, por un momento pensé que me cocinaría. Cuando la luz se fue, y pude abrirlos otra vez, levanté la vista y si no hubiera estado acostado las piernas no me sostendrían. Ante mí se veía un objeto gigante, tan grande que sentía que podía tocarlo, trate pero por alguna razón extraña mi cuerpo pesaba demasiado, era esférico y varias líneas horizontales de varios tonos cafés. Atrás de eso, por el cielo normalmente oscuro se veían rayas blancas, miles de ellas, todas de diferentes tamaños y brillos. La luz iba y venía, mi cuerpo pesaba cada vez más, solo podía ver como las cosas chocaban entre sí, jaladas al mismo punto y nosotros íbamos con ellos y no nos podríamos librar.

De repente todo termina, estamos todos juntos, apretados, no sé cuando iniciamos y cuando terminamos, soy todo y nada a la vez. Es increíble que toda esta materia que somos quepa en tan poco espacio, soy diminuto, más que las partículas, pero fuera de nosotros no hay nada.

De amor y otras muertesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora