- No sabés quién soy? - pregunto serio.
- No, ni me interesa en lo más mínimo y si cree que por una copa gratis me tendrá a sus pies está totalmente equivocado - se levanta y veo cómo se va dejándome solo.
Así me gusta con agallas que no le tengas m...
La maldita alarma retumba en mi cabeza, me levanto adormecida de la cama y me meto al baño.
Me colocó el uniforme de mesera de restaurante y salgo del departamento a toda prisa, lo bueno es que el restaurante queda a tres cuadras del departamento.
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- Al fin llegas tenemos clientes que atender - veo a Tomás mi jefe.
- Si, lo siento - me dirijo a una mesa.
Después de mucho tiempo, miro el reloj de mi muñeca, mi turno a terminado, salgo y tomó rumbo al departamento.
Empieza a vibrar mi celular y el nombre de Camila brilla en la pantalla.
LLAMADA:
~ Hola corazón
* Hola, Qué pasó?
~ A las 11 de la noche pasó por ti para ir al antro y no aceptó un NO por respuesta
* Pero es lunes Camila trabajo de lunes a viernes y...
~ ponte sexy nos vemos en la noche
FIN DE LA LLAMADA.
Miro la hora son las 5:30 falta demasiado.
Me adentro a la habitación y sacó el vestido rojo.
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Me acuesto en la cama y prendo la televisión no supe en qué momento caí en brazos de Morfeo. Me levanto para ir a hacer mis necesidades, pero me detengo en seco, no puede ser ya oscureció qué hora es, miró mi muñeca 10:35.
Corro al baño y me doy una ducha, tomó el vestido y me lo pongo, sacó unas zapatillas rojas plataforma me maquillo un poco y al terminar de colocarlas tocan la puerta.
- Voy - bajo las escaleras cuidadosamente para no caer.
- Wow qué guapa y sexy - muestra su cara de picardía.
- Gracias tú también te ves muy guapa - me sonrojo.
- Gracias, bueno vámonos qué sí nos hace tarde y Saúl nos está esperando abajo - tomo mi bolso.
llegamos con Saúl y comienza a manejar hacia la fiesta.
- Llegamos - y estaciona el auto.
Bajamos y nos adentramos al antro, el cuál esta a reventar de gente. El guardia al ver a Camila nos deja pasar enseguida.
Volteo en busca de Camila y no la encuentro, típico de ella traerme y abandonarme. Indignada tomo asiento en la barra.
-Hola, guapa - un borracho se acerca y ruedo los ojos - mi nombre es José y el tuyo reina - me volteo y finjo una sonrisa.
-Soy Marisa, un gusto José
- Que bonito nombre
- Lo se - lo dejó hablando solo al darte cuenta de mi ausencia se levanta y se va.
Tomó asiento en uno de los muebles, y le pido una bebida al mesero, un escalofrío recorre mi espina dorsal. Me remuevo incómoda, miro disimulada para ambos lados y mi mirada se queda fija en un hombre demasiado guapo, con tatuajes en ambos brazos, es un Dios griego.
