Capítulo 12

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Sara

No me explico por qué Asa y Mike tienen esos cromos de caras, pero tengo la horrible sensación de que ha sido mi culpa, y lo estoy confirmando solo viendo como me están mirando, como si fuese una bomba apunto de explotar, como si fuese... peligrosa.

-¿Qué les ha pasado? -le susurre a Dylan que se encontraba a mi derecha, muy cerca mío.

-Por lo que veo -hizo una pequeña pausa mirándolos- se han llevado las culpas de tú desaparición.

No quería confirmarlo tan de sopetón.

-Y hacía falta la violencia -le dije medio enfadada con ellos, pero más conmigo misma- Asa, Mike -dije acercándome a ellos.

A la vez que me acercaba a los dos chicos Tom bajaba por las escaleras quedándose a medio camino observando la situación.

-¡No! -saltó Michael.

-Ni se te ocurra acercarte a nosotros -dijo entre dientes Asa- ya hemos cobrado bastante por tú inesperada desaparición.

-No nos hables más en tú vida, no nos mires y mucho menos te acerques a nuestra casa -murmuró Mike sin mirarme a los ojos- para nosotros estas muerta.

-Pero -intente decir algo pero no podía. Todo se había ido al garete, la había fastidiado y ahora había perdido a los únicos dos chicos con los que me sentía más cómoda- lo siento.

-Cole sácala de aquí -intervino Tom terminando de bajar las escaleras.

¿Cómo que me saque? Ni que fuera una bolsa de basura.

Cole me agarró del brazo de forma bastante brusca tirando de mi hacia la salida de la casa. Miré por ultima vez a Asa y Mike, una mirada que suplicaba su perdón pero ellos solo me miraron con indiferencia.

-Suéltame -protesté zafándome de su agarre- quiero volver a casa por favor.

Cole asintió -Louis acompáñala a casa yo tengo asuntos pendientes que arreglar.

No pude evitar pensar que volverían a hacer daño a los dos pobres chicos.

Louis se acercó a mi sonriendo- vamos guapa.

-¡SARA! ¿Mañana paso a por ti? -me preguntó Dylan desde la entrada.

Dylan me caía bastante bien así que acepte encantada.

-¿Tenéis algo? -preguntó Louis mientras nos alejábamos- ya sabes, Dylan y tú.

-No... solo somos amigos - pero esa amistad tiene que durar poco si quiero conservar mi vida.

-¿Estas bien? -me miró- no me digas que estas así por los pringaos.

-No los llames así -me queje- son buenas personas... no como vosotros.

-Nosotros no somos malos -dijo mirándome- solo nos preocupábamos por ti y pensábamos que te habían hecho algo.

Algo me van a hacer si no actúo rápido, pero no ellos dos.

-¿Qué sabes sobre este lugar?

-Que desde que apareciste tú todo el ambiente ha cambiado.

-¿Qué?

-Como si fuera mas pesado -me miró- es extraño.

-Pues yo no hice nada jaja -suspiré- oye ¿Y tus padres?

-¿Qué es eso? -me miró extrañado. Cómo no puede saber lo que es un padre o una madre.

-Bueno, básicamente gracias a ellos estas vivo -él me miró con una cara de confusión.

Deseo hecho realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora