Si el universo te da la oportunidad de cumplir tu mayor deseo ¿Qué pedirías?
Una pregunta muy difícil de responder para cualquiera, pero no para la protagonista de esta historia, lo tenía tan claro que no se paró a pensar en sus consecuencias.
-De...
Comencé a agitar a Joshua con los ojos llorosos mientras Dylan nos miraba inexpresivo.
-Que he hecho -sollocé agitándolo de los hombros- es culpa mía.
-Ehh tranquila, no es culpa tuya -levantó la mirada observando a Dylan- a lo mejor se le pasa en un rato.
-Sabes que no se le va a pasar en un rato -absorbí por la nariz fuertemente- esta atontado por mi culpa.
Joshua me miró apenado -ven- dijo abriendo los brazo, no lo pensé dos veces y me lancé a abrazarlo sintiendo un alivio reconfortante al instante. Esa sensación de protección me hizo tranquilizarme ligeramente, no quería que ese abrazo terminara.
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Finalmente el agradable momento terminó despegándome de él lentamente mientras lo miraba triste a los ojos.
-Gracias por animarme -susurré.
-Gracias por dejarme animarte -sonrió.
Me di la vuelta dirigiéndome a Dylan que aun seguia en el suelo, me agaché para ponerme a su altura.
-Ey Dylan
El levantó la mirada del suelo -¿Dylan? -preguntó confuso.
-Ese es tú nombre -sentía como si le hablara a mi primo de dos años- Es bonito ¿A que sí?
-Sí ¿Quién eres tú?
Una punzada de tristeza mando un escalofrió por todo mi cuerpo, miré hacia un costado desanimada, mi atención fue llamada al ver una cosa extraña tirada en el suelo a unos metros de él. Me estiré para agarrarlo sintiendo la mirada perdida de Dylan sobre mí.
Me levante con el extraño objeto en la mano, era una pequeña pieza azul, tenía una forma cuadrada y era bastante fina, un ligero olor a quemado salía de el y unas manchas negras ocultaban su ligero color azul.
-¿Qué es eso? -preguntó Joshua acercándose.
-Un chip... -susurré mirando a Dylan- déjame ver tú cabeza.
-Mmmm ¿Para qué exactamente?...
-Creo que ya se de donde ha salido este chip, por favor déjame comprobar una cosa.
-Vale...
Se agachó dándome vía libre para estropear su bonito cabello, empecé a masajearle la cabeza con mis llevas en busca de algo extraño pero lo único que notaba eran mis dejos enganchados en sus rizo -Levántate, te voy a examinar.
-Me vas a examinar ehh... -se incorporó del suelo.
-Quítate la camiseta -lo miré impaciente.
-Umm si me la acabo de poner, vas demasiado deprisa -nada mas sacarse la camiseta por la cabeza empecé a toquetearlo en busca de algo que me diera respuestas- tienes las manos muy frías -se quejó.
