-Todoroki! ¿Qué haces aquí? -dijo asombrado un chico al ver como el bicolor entro como si nada.
-Perdón Iida por venir así sin avisar... -dijo el bicolor con tristeza en sus ojos.
-¿Sucedió algo? ¿Paso algo con Midoriya? -el azabache estaba de verdad preocupado.
-... -levanto el papel y se lo dio al azabache.
-Esto.. ¿qué es? -dijo confundido, pero de todas maneras lo tomo.
-¿Es enserio?
-Si..
-¿Estás seguro de esto? -Iida al leer el papel se dio cuenta que el bicolor le entrego fue el permiso medico donde le quitaban la incapacidad.
-Estoy seguro.. -dijo aunque se lo pensó un poco.
-Esta bien, si tu estas seguro yo no te voy a decir nada más, pero... ¿quieres algo más no? -preguntó el azabache viendo como su amigo estaba serio pero con sentimientos encontrados.
-Puedo entrenar ahora.. -dijo de pronto, haciendo sorprender a Iida.
-Supongo que me lo esperaba...
-...
-Espérame un momento, llevare esto para que hagan el papeleo y puedas volver, no tardaré, después te llevo a la sala a entrenar, solo dame unos minutos, ¿si?
-Si... -dijo y el bicolor se sentó en un sillón que estaba cerca, Iida sonrió.
-Regreso en unos minutos. -salió de su oficina.
// "-¿Confías en mi?" La mirada en tus ojos, me hacían ver lo difícil que es todo esto, la tristeza, se perdió de pronto ese brillo que tienes.
No se, quiero recordarte, te quiero a ti, quiero hacer lo mejor, quiero luchar y ayudar...
Por eso quiero intentar esto, quiero intentar utilizar.. mi lado izquierdo.//
-¿Todoroki? -dijo Iida sacándolo de sus pensamientos.
-Esta.. ¿todo bien? -dijo el chico que se acerco, ya que el no le hacía caso cuando le hablaba.
-Si, fue rápido..
-Te dije que no tardaba, vamos quieres entrenar, ¿no?
-Si.. -los dos chicos se levantaron y salieron de la oficina, y caminaron a un lugar en especifico, era una sala donde podía entrenar tu quirk, estaba preparada para todo.
El bicolor se puso su traje de héroe, para estar cómodamente.
-¿Vas hacer lo mismo de siempre o otra cosa? -pregunto Iida ya que el bicolor se quedo un rato mirando sus manos.
-Iida.. ¿cómo utilice mi lado izquierdo?
-... -unos segundos de silencio pero Iida respondió.
-Bueno.. eso fue en primer año, Midoriya te ayudo, en una pelea que lo cambio todo.
-Ya veo... él fue quien me salvo. -esto ultimo lo dijo muy abajo.
-¿Pasa algo? -Iida vio actuar un poco raro su amigo.
-¿Puedo empezar ya? -el bicolor estaba un poco serio, más de lo normal.
-Claro, empieza. -dijo Iida colocándose detrás de el.
El bicolor observo sus dos manos, el lugar estaba en silencio, Iida no quería molestarlo pero quería saber que pasaba.
// Midoriya.. quiero recordarte, quiero hacer las cosas bien, quiero saber porque estoy complemente enamorado de ti, quiero estar a tu lado.
Y porque siento que todo esto es una mentira, el porque mi corazón me grita que te amo, pero me detiene por alguna razón..
Quiero entenderte..
Quiero entenderme...//
Y por primera vez desde que perdió la memoria, utilizo su lado izquierdo.
Su yo de este presente con la memoria supero todo los obstáculos y puede utilizar su lado izquierdo, desde ese día en donde cambio su vida, donde el peliverde cambio su forma de ver las cosas y de actuar como se debe.
Su sonrisa se hizo presente en su mente, justo al momento de lanzar un ataque poderos de fuego, esto hizo sorprender a Iida.
"Es tu poder no? -grito el menor que estaba enfrente del bicolor.
Momentos después recuerdos de su madre.
-Esta bien para ti volverte.. quien tu quieras ser.."
-¡Yo también.. quiero ser un héroe!
Un destello en la mente del Todoroki ocurrió, de pronto el recuerdo de esa pelea.
Lo pudo recordar completamente, más momentos de la UA también fueron presentes, su graduación, momentos más con Midoriya, con sus compañeros... Iida, Uraraka, todo en un gran destello.
La mayoría de cosas llego a su mente lo que hizo que perdiera el equilibrio, un repentino dolor de cabeza le hizo tambalearse y caer al suelo.
Iida al observa eso corrió para sostenerlo, estaba preocupado, lo tenía en brazos, el bicolor no se desmayo por completo, esta consciente.
-Todoroki! Háblame.. ¿qué pasa? -preguntaba Iida, no sabía que hacer.
-...
-¿Estás bien? Voy por un medico espera.. -el bicolor lo tomo del brazo deteniendo que se fuera, se levanto estaba sentado y quedaron muy cerca.
-Estoy bien.. -justo al decir eso entro a la sala alguien.
Sorprendiendo a los dos chicos, que escucharon el abrir de la puerta y una voz reconocible.
-Todoroki-kun, Iida...
-¿Qué sucede aquí? -la escena desde su punto de vista, es como si estuvieran más cerca de lo debido, más aparte que escucho el sonido del ataque del bicolor, antes de entrar.
Lo había seguido, quería hablar con el de la forma en que actuaba.
-Tu traje.. ¿qué pasa aquí? -el peliverde estaba confundido.
Los dos chicos de quedaron callados, se levantaron..
-Midoriya.. -dijo el bicolor al verlo directamente, el destello de recuerdos hizo que estuviera confundido por todo, pero no quería preocuparle de más.
Los dos se miraron a los ojos, estaba serios, querían decir las cosas, estaban confundidos y sorprendidos.
-Supongo que tienen mucho de que hablar -dijo Iida que se había callado.
-Iida, tu sabias de esto..
-Él te lo dirá, esto no me corresponde y por lo que veo tienen asuntos los cuales resolver. -dijo caminando a la salida.
-Pueden hablar aquí nadie molestara o si quieren salir a otro lado esta bien.
-Gracias Iida -dijo el bicolor.
-Yo voy arreglar lo otro que quieres.. nos vemos. -se despido de los dos y salió del lugar.
-Pensé que estaría en casa.. -dijo el bicolor.
-Quería arreglar todo esto y ahora tienes que explicarme más cosas. -dijo el peliverde bastante serio.
-Se que estuvo mal, pero quería arreglar esto yo solo, te contaría al llegar. -dijo sincero.
-Todoroki-kun... lo siento.. -dijo de pronto el peliverde haciendo sorprender al mayor.
-¿De qué hablas? -ahora el estaba confundido por el actuar del menor.
-Supongo que sigo sin ser de confianza, ¿no? -dijo el menor bastante serio.
-...
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Espero y le guste este capitulo.
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Esta Bien Si Es Contigo
FanfictionTodoroki y Midoriya son dos chicos que desde hace años han sido amigos. Aunque se aman con locura, ninguno se atreve a decírselo por miedo al rechazo y perderlo. Pero un evento sucederá que complique las cosas y los junten.