35 ☆ Navidad

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Kageyama estaba en aprietos.

— Enseguida te abro, deja levantarme

Seguido de aquello, cortó su celular con urgencia, soltando un suspiro sonoro. En sus ojos aún seguía un dije de nerviosismo, mas su parte racional maquinaba a toda velocidad, pensando en las distintas posibilidades para escapar de allí.

— Tengo que irme — pronunció mientras se vestía a toda velocidad —. Nos vemos después, campanita

— ¿Kageyama? — le vio confundido — ¡Kageyama! — exasperó en un salto, sujetándose en el marco de la ventana, mientras veía sorprendido al mencionado, pasándose al balcón de al lado — ¿¡Estás loco!? ¡Puedes salir por la puerta como la gente normal!

— ¿Y que Miwa se dé cuenta que estuve contigo anoche? — le respondió al momento que pasaba una pierna hacia el otro lado de la baranda, hasta tocar el suelo — ¡Ni loco!

— ¿Miwa-san? ¿Ella está—? — sus palabras fueron acortadas al oír su propio celular — ¿¡Y cómo vas a entrar!?

— Nunca dejo la ventana cerrada. Adiós

No dejó que su vecino le volviese a hablar. Raudamente, tiró de su ropa, colocándose un intento de pijama que tenía bajo la almohada, y sin siquiera despeinar su cabello —más de lo que ya estaba a causa del viento invernal —, a tropezones se dirigió hacia la puerta principal, para recibir a su hermana.

La alta chica de orbes azules traqueteaba sus dedos en la manija de la maleta, esperando pacientemente a que el menor se dignase en algún momento a abrir la puerta. Tan ensimismada estaba en sus pensamientos, que no sintió los pasos de otra persona detrás suya.

— Disculpa... — la dulce voz la sacó de sus cavilaciones — ¿De casualidad vives en estos departamentos? Estoy un poco perdida, y busco a alguien

— Lo siento, no soy de aquí — a medida que fue pronunciando las palabras, se giró, encontrándose con un rostro bastante familiar, y un cabello anaranjado largo —. ¿Nos conocemos? — le preguntó incrédula

— Me llamo Natsu Hinata — hizo una leve reverencia —. Me temo que no nos conocemos, lo lamento

— ¿Hinata? ¡Eres la hermana de Shōyō-kun! — expresó alegre, olvidándose totalmente de su hermano — ¡Con razón me era similar el parecido! Me llamo Miwa Kageyama, mucho gusto

— ¿Conoce a mi hermano? — sus ojos caramelos brillaron al instante — ¿Podría decirme si sabe dónde vive? ¡Y el gusto es mío!

— ¡Claro! — le regaló una sonrisa — Él vive justo al lado del mío — sus ojos se desviaron a una puerta que se abría frente a ella —. ¡Tobio!

— Perdón por la tardanza, Miwa —soltó un poco agitado, llevando su mirada hacia la chica más baja —. ¿Hinata? — enarcó una ceja — ¿Con pelo largo?

— ¡Soy la hermana de Shōyō! — esbozó una enorme sonrisa

— ¡Natsu! — se escuchó la voz, al momento que la puerta contigua se abrió

— ¡Hermano! — saltó la chica en un abrazo hacia el nombrado — ¡Te extrañé demasiado!

— Esto es una tierna imagen, un lindo encuentro familiar — habló la mayor, secándose una lágrima imaginaria —. ¿Debería saltar así también hacia ti, Tobio?

El pelinegro solo pudo verla sorprendido, girando el rostro, ocultando un leve sonrojo, murmurando una bajita afirmación, ante la alocada petición de su hermana mayor.

Después del abrupto encuentro, cada par de hermano se dirigió al interior del departamento correspondiente.

Kageyama estaba tranquilo en la cocina, preparando desayuno, hasta que encontró a su hermana viéndolo interrogativa desde el marco de la puerta de la habitación.

El lazo del destino 🧡 [KageHina] 💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora