Lover | George Weasley

𝖙𝖍𝖎𝖗𝖙𝖞-𝖔𝖓𝖊

*Contenido para adultos*

"Esto es lindo. Elegante."

Sonreí mientras me giraba, mirando a George que tenía las manos detrás de la espalda mientras miraba la habitación en la que estábamos.

Le pedí que viniera conmigo a buscar un piso para mí y mis chicas, y accedió a venir.

Inez está mirando a las chicas.

"Es realmente conveniente con la tienda de comestibles simplemente en la otra calle". Dijo el agente inmobiliario. "También está muy cerca de la estación de Sundridge Park, con enlaces a dos terminales de Londres".

Miré a George.

"¿Qué opinas?" Le pregunté, acercándome a él, y él levantó un brazo para colocarlo sobre mis hombros. "¿Debería hacerlo?"

"Eso depende completamente de ti, mi amor." Sonrió mientras miraba por las ventanas de la sala. "Pero es agradable... tiene vista a un parque al otro lado de la calle. Hay un patio de juegos".

Tarareé, colocando una mano contra su pecho.

"¿Tienes hijos?"

Miré al agente inmobiliario a su pregunta y sonreí.

"Tengo dos."

El piso tenía dos dormitorios. Uno de ellos era bastante grande, así que pensé que las chicas podrían compartir ese, luego podría tomar el más pequeño.

El piso también tenía dos baños, uno de ellos adjunto al dormitorio grande y el otro conectado al pasillo.

"¿Entonces, qué piensas?" Preguntó el agente inmobiliario. "¿Lo quieres? Ya está disponible. Todo lo que necesitas hacer es firmar algunos papeles y luego puedo entregarte las llaves".

Miré a George que seguía mirando por la ventana.

Parecía aficionado al parque. Volví a mirar al agente inmobiliario y sonreí.

"Me lo llevo."

"¡Estupendo!" Juntó las manos. "¿Por qué no te unes a mí en la cocina para firmar los papeles?"

George me soltó y, en cambio, se acercó a las ventanas mientras se metía las manos en los bolsillos de los pantalones.

Al mismo tiempo, seguí al agente inmobiliario hasta la cocina, donde los papeles estaban sobre la encimera junto con un bolígrafo.

"Sólo firme, aquí y aquí". Señaló las diferentes líneas y asentí antes de tomar el bolígrafo.

Mientras las firmaba, encontró el paquete de llaves y las puso sobre el mostrador.

"Ahí tienes." Respiré, dejando el bolígrafo.

"Y aquí están las llaves." Empujó las llaves más cerca de mí y las recogí. "Los dejo a ustedes dos para que lo asimilen todo. Si necesitan algo o tienen alguna pregunta, tienen mi número".

Asentí con la cabeza y me despedí antes de que se fuera del piso. Con una sonrisa, miré las llaves en mi mano, luego miré hacia George.

"¡Está a sólo una hora del callejón Diagon!" Grité, lo que hizo que se volviera para mirarme con una sonrisa. "Probablemente debería instalar una chimenea, ¿no crees?"

"Sería una buena idea." Él sonrió. "Y hasta entonces, siempre hay apariciones".

Tarareé, arrojando las llaves sobre el mostrador antes de acercarme a él.

Hoy se veía muy sexy. Llevaba un pantalón negro, un cinturón para mantenerlos arriba y una camisa de vestir blanca metida por dentro, pero los dos botones superiores estaban abiertos y las mangas dobladas hasta los codos.