Lover | George Weasley

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Inez y Dove estaban aquí mientras ponía a dormir a las chicas

"Pueden sentarse, ¿saben?" Les dije después de cerrar la puerta del baño de chicas. "No voy a correr".

Intenté volver al piso de George pero me detuvieron y me dijeron que le diera tiempo para que la pelea no empeorara.

Entiendo su punto, supongo.

Inez y Dove intercambiaron una mirada antes de que Inez se sentara, pero Dove se quedó de pie.

"En realidad, creo que es bueno que esto sea una ruptura". Dije y me encogí de hombros.

"No, no lo haces." Inez se burló.

"Lo hago." Asenti. "Obviamente, él no cree en mí. Pensé que sí, pero él piensa que estoy tan débil que volvería con Malcolm. Él cree que haría pasar a mis hijas por eso de nuevo".

"Estoy segura de que eso no es lo que quiso decir." Comentó Dove, su voz suave mientras agachaba la cabeza para tratar de atrapar mi mirada.

"Rompió conmigo como si fuera la cosa más fácil que jamás haya hecho". Me encogí de hombros. "Necesito una bebida."

Entré a la cocina y abrí el armario de las bebidas alcohólicas antes de agarrar la botella de vodka.

"Quizás beber para borrar tus sentimientos no sea una buena idea". Dijo Dove, pero Inez ya se había unido a mí en la cocina, tomando tres vasos.

"Creo que estás reprimiendo tus sentimientos." Dijo Inez y me miró mientras vertía vodka puro en los tres vasos. "Y eso es bastante... pensé que querías tomar tragos, no beberlo como si fuera jugo de manzana".

"El jugo de naranja es superior". Murmuré y levanté mi vaso de vodka, bebiéndolo rápidamente, amando la forma en que me quemaba la garganta. "¿Entonces crees que estoy reprimiendo mis sentimientos, eh?"

"Bien-"

"¿Algo más?" Pregunté mirándola. "No me importa una mierda sobre él. Todo fue solo—"

Suspiré.

"Jugué con él".

"¿Jugaste con él?"

Tarareé.

"Sí."

"Si seguro." Ella se burló. "¿Ves lo que estás haciendo? Estás rechazando la verdad porque si nunca lo amaste, todo sería más fácil".

La miré, luego asentí con la cabeza hacia los dos vasos llenos, mirando a Dove antes de mirar a Inez de nuevo.

"¿Ustedes dos se van a beber eso?"

"No y tú tampoco." Dijo ella bruscamente. "Te vas a la cama, Dahlia."

Suspiré.

"Bien." Respiré. "Cierra la puerta detrás de ti cuando te vayas".

Salí de la cocina y me dirigí hacia mi dormitorio.

"Oh, no me voy". Dijo Inez. "Me quedaré a pasar la noche mientras Dove se va a casa con los niños".

"Actualmente están siendo vigilados por mi madre". Dove me sonrió. "Duerme bien, ¿si? Te llamaré por la mañana".

Le di un abrazo antes de mirar a Inez de camino a mi habitación. Ni siquiera me molesté con mi ropa. Me metí en la cama, cerré los ojos pero la paz no duró.

Inez entró a mi habitación, cerró la puerta detrás de mí y se metió en la cama a mi lado.

Giré mi cabeza para mirarla mientras ella sonreía ampliamente mientras se acomodaba debajo del edredón.

"Acogedor, ¿eh?" Ella sonrió. "Como en los viejos tiempos cuando nos acurrucábamos en tu dormitorio".

"Buenas noches Inez." Puse los ojos en blanco y la escuché reír antes de apartar la cabeza de ella de nuevo.

"Buenas noches, nena."

A la mañana siguiente, me desperté con el olor a tocino, la cama vacía aparte de mí. Podía escuchar a las chicas felices y conversadoras, lo cual no eran la mayoría de las mañanas, pero probablemente estaban felices de que Inez estuviera allí cuando se despertaron.

Gemí y alcancé mi teléfono, pero me di cuenta de que lo había dejado en la sala de estar ayer.

Me levanté de la cama y me puse algo diferente a lo que usé ayer, y luego salí de la habitación, caminando hacia la mesa del sofá para agarrar mi teléfono.

"¡Mamá, mira!" Escuché a Leah gritar y miré hacia arriba para verla sentada en la mesa del comedor con un dibujo. "¡Son tú y Georgie!"

Ouch.

Me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos, inclinándome para mirar su dibujo.

"Eso es hermoso." Le dije, dándole un beso en la mejilla.

Sostuvo el dibujo hacia mí y apreté los labios.

"¿Refrigerador?"

Leah asintió y yo también antes de tomarlo y caminar hacia la cocina donde Inez estaba preparando el desayuno.

"Buenos dias." Ella sonrió. "¿Cómo has dormido?"

"Como una mierda."

Escuché a Elsie jadear.

"Lo siento querida." Me apresuré a decir. "Sé que no se me permite decir una mala palabra. No volverá a suceder".

Miré mi teléfono, esperando ver que me había llamado, pero no había llamadas perdidas.

"Está bien." Respiré, empujando mi teléfono en mi bolsillo antes de acercarme a la mesa y sentarme. "Chicas... necesito hablarles de papá".

"¿Está en la cárcel de nuevo?" Preguntó Elsie, y levanté las cejas, recordando cuando Malcolm había sido arrestado por asaltarme, pero lo dejaron salir rápidamente.

"¡Es Azkaban!" Leah exclamó y Elsie le sacó la lengua.

"Está bien." Dije que intentara hacer que se detuvieran para que no comenzaran a pelear. "No lo habían arrestado, no..."

Tomé una respiración profunda.

"Papá ha estado enfermo durante bastante tiempo. No se había sentido bien".

"¿Necesita medicamentos para la tos?" Preguntó Elsie, apoyándose en la mesa con el torso. "Yo necesito medicamentos para la tos cuando estoy enferma".

Me reí suavemente pero negué con la cabeza.

"No. No es ese tipo de enfermedad. No se siente bien en su cabeza. ¿Sabes cómo los adultos a veces se estresan, no?"

Elsie asintió con la cabeza mientras Leah solo me miraba.

"Bueno, a veces, cuando eso sucede, tienes que ir a algún lugar para mejorar y..."

"¿Papá se fue?" Leah preguntó e inclinó la cabeza mientras dejaba sus lápices de colores.

"Lo hizo, cariño, pero volverá. Está en algún lugar con ayuda, ¿no? No sé cuánto tiempo estará ahí, pero cuando regrese, prométeme que le darás el mayor abrazo. alguna vez le he dado. Él va a necesitar eso".

"Está bien mamá." Dijo Elsie con una sonrisa.

Me acerqué y le cepillé un mechón de pelo detrás de la oreja antes de mirar a Leah, que ahora miraba al aire.

"¿Leah, cariño?" Pregunté, haciendo que ella me mirara, ahora frunciendo el ceño.

"Tengo hambre."