Lover | George Weasley

𝖊𝖎𝖌𝖍𝖙𝖞-𝖙𝖜𝖔

"Lo más extraño sucedió hoy". Inez me dijo mientras esperaba a que Leah ordenara sus juguetes.

"¿Qué?" Pregunté, lamiendo mis labios mientras me apoyaba contra la puerta. "No me digas que Jack encontró la pintura de nuevo."

Inez se rió entre dientes.

"No. Dove fue al Callejón Diagon con Leah, Rosie y Marcus mientras yo tenía a Jack conmigo en el trabajo. Me dijo que vio a alguien que se parecía a Nadine".

Me burlé, manteniendo mis ojos en Leah quien caminaba en su propio pequeño mundo mientras recogía sus juguetes y los ponía en su pequeña bolsa.

"Nadine ha estado muerta durante catorce años".

"Lo sé." Ella dijo. "No estamos diciendo que sea ella. Eso es imposible... pero estoy pensando que tal vez el espíritu de Nadine tiene que seguir viviendo a través de esa mujer".

Me encogí de hombros.

"No sé si creo en eso, Inez." Respiré. "En mi opinión, cuando mueres, es solo oscuridad. Todo acaba y esa persona se va".

Inez me hizo un puchero.

"Eres aburrida."

"Cállate." Me reí entre dientes y le sonreí a Leah, quien se acercó a nosotros, mirándome mientras me daba la bolsa. "¿Eso es todo? ¿Lista para partir entonces?"

"Sí." Ella asintió. "Pero necesito mis zapatos".

"Por supuesto que sí. Ve a esperar en el vestíbulo y estaré allí en un segundo."

Pasé mis dedos por su cabello mientras ella asentía y caminaba hacia el vestíbulo. Tiré la bolsa sobre mi hombro, mirando a Inez.

"George y yo nos reconciliamos".

Sus ojos se abrieron y una sonrisa se extendió por su rostro.

"¿Si?"

"Si." Respiré. "Apareció en mi piso, se disculpó por romper conmigo y luego hablamos. También tenía mis chocolates favoritos con él".

"Entonces, ¿tuviste sexo?" Ella preguntó. La miré por un momento antes de poner los ojos en blanco.

"No, no lo hicimos, Inez." No pude evitar reírme. "Solo nos reconciliamos hace cuarenta minutos. Fue a buscar a sus hijos y a Elsie. Cenaremos juntos, los seis volveremos a la normalidad".

"Eso suena como una buena idea." Ella sonrió. "Pero dime si necesitas que le dé una paliza a su patético culito. O... gran trasero. Es bastante alto".

"Él es." Sonreí. "Como un avestruz".

Me aparté de la puerta y entré al vestíbulo, escuchando a Inez echarse a reír mientras me seguía.

"¡Como un avestruz! ¡Voy a llamarlo así la próxima vez que lo vea!"

"Lo ofenderás."

"No me importa." Ella se rió entre dientes mientras yo recogía los zapatos de Leah y la miraba.

"Ve a sentarte en la otomana".

Leah corrió hacia la otomana que estaba en el vestíbulo y gateó para sentarse en ella mientras yo caminaba y me agachaba.

La ayudé a ponerse los zapatos antes de conseguir su chaqueta y ponérsela también, luego la ayudé a bajarse de la otomana y me volví hacia Inez.

"¿Dónde está Dove?"

"Ella volvió a trabajar". Ella me dijo.

"Bueno, dale las gracias por cuidar a Leah."

"Le das las gracias todos los días, Dahlia". Inez se rió entre dientes. "Sabes que no hay problema..."