Lover | George Weasley

𝖙𝖍𝖎𝖗𝖙𝖞-𝖙𝖍𝖗𝖊𝖊

Dahlia 

Estaba nerviosa.

Era el cumpleaños de Elsie y en realidad no tiene más amigos que la hija de George, por lo que estaba un poco molesta por no poder tener esta gran fiesta de cumpleaños.

Así que George y yo decidimos que era hora de conocer a sus hijos, conocer a mis hijas y a Leah, a conocer a Fred y Roxanne.

Elsie estaba emocionada por tener otros niños allí en su cumpleaños además de su hermana pequeña.

Conocer a los hijos de George fue un gran paso. Había conocido a Roxanne una vez, pero no había sido oficial y en ese momento, Fred estaba sentado en su auto, así que no lo había conocido en absoluto.

Aunque lo que más me preocupaba era tener a Malcolm aquí. Por supuesto que iba a estar allí para el cumpleaños de su hija, pero ya sabía lo que sentía por que yo estuviera con otra persona, así que tenía miedo de que saliera mal.

Necesitaba que este día fuera perfecto.

Habíamos pensado en chocar hoy con el cumpleaños de Roxanne, que es mañana, pero ella le había dicho a George que quería tenerlo en su cumpleaños al igual que Elsie lo quería en su cumpleaños.

Así que mañana, íbamos a celebrar el cumpleaños de Roxanne en el piso de George, Roxanne le había dicho que quería que él fuera su novio. El cumpleaños de George también se acercaba en unos días. Cinco para ser exactos, y no tenía ni idea de si íbamos a hacer algo ese día.

Mis niñas y yo nos mudamos ayer a nuestro nuevo piso. Fue agradable y con el uso de la magia, guardé todo para que no hubiera cajas llenando el lugar.

Las niñas estaban especialmente entusiasmadas con su nueva habitación. Lo tienen dividido para que ya no duerman en literas. Tienen su propia mitad de la habitación que está dividida por una estantería. Cuando sonó el timbre de la puerta, sentí que saltaba. Estaba demasiado perdida en mi propia cabeza mientras cocinaba, que me asusté.

"Bien." Respiré. "¡Elsie, cariño! ¿Puedes poner la mesa, por favor?"

"¡Sí mamá!" Ella volvió a llamar mientras yo me dirigía hacia la puerta. La abrí, esperando ver a George y sus hijos, pero fue Malcolm quien, por una vez en su vida, no llegó tarde.

"Oh-"

"¿Te sorprende verme?" Preguntó. "Me invitaste."

"Lo sé, lo sé." Suspiré, haciéndome a un lado. "Pasa."

Malcolm entró, una sonrisa se extendió en su rostro cuando vio a Elsie.

"¡Papi!" Gritó, dejando caer los platos al suelo antes de correr hacia los brazos de Malcolm.

"¡No-" los platos chocaron contra el suelo, haciéndome suspirar. "Elsie..."

"Lo siento mami."

Caminé hacia el mostrador y agarré mi varita antes de apuntar a los platos, reparándolos.

Luego dejé la varita y me acerqué a recogerlos. Empecé a poner la mesa mientras Malcolm sostenía a Elsie en sus brazos.

"¿Estás bien?" Preguntó. "Pareces estresada."

"¿Puedes llevar a Elsie a la habitación de Leah y ella?" Yo pregunté. "Es a través de esa puerta—"

Señalé la puerta abierta del dormitorio y Malcolm asintió antes de dejar a Elsie. Se quitó los zapatos y colgó su chaqueta en la pared junto con la bolsa de plástico que tenía consigo.

"¿Quieres mostrarme tu habitación?" Le preguntó a Elsie que lo tomó de la mano y lo condujo a través de la habitación y de nuevo a través de la puerta.

Cuando terminé de poner la mesa, el timbre sonó de nuevo y esta vez solo podía ser George.

Cuando abrí la puerta, me recibió una niña muy emocionada que me abrazó las piernas y me abrazó con tanta fuerza como pudo.

Me reí entre dientes, devolviéndole el abrazo mientras miraba a George y su hijo con una sonrisa.

"Este es Freddie". George dijo, colocando sus manos sobre los hombros de su hijo.

"Fred." Lo corrigió.

"Hola Fred. Encantada de conocerte." Sonreí, tendiéndole una mano. La miró, luego miró a su padre por un segundo.

Aunque cuando me miró de nuevo, dio un paso adelante y se unió a Roxanna y a mí en un abrazo.

Volví a mirar a George, quien sonrió con orgullo mientras se apoyaba en el marco de la puerta con un brazo sobre su cabeza.

Sus ojos se encontraron con los míos y levanté las cejas con sorpresa. No esperaba que Fred quisiera abrazarme, pero no me estaba quejando.

"¿Por qué no la dejan respirar un segundo?" George se rió entre dientes. "Roxi, ya conoces a Elsie... ¿por qué no le presentas a Freddie?"

Los dos se apartaron, Roxanne mirándome. "Eres incluso más bonita de lo que recuerdo." Ella sonrió y no pude responder antes de que ella tomara la mano de Fred. "Vamos Freddie."

"Esperen... zapatos." George les dijo y Roxanne gimió, pero ella y Fred se quitaron los zapatos de todos modos.

Ella lo arrastró directamente hacia la única habitación que podían ver.

Los vi entrar allí antes de mirar a George.

"Hola." Sonrió tímidamente, apoyando la cabeza contra su brazo. "Estás preciosa."

"Me veo como-"

Me hizo callar y extendió la mano, colocando una mano en mi cintura, acercándome a él. Levantó la otra mano para quitarme algunos mechones de la cara.

Descansó su mano contra mi mandíbula mientras me besaba suavemente.

"No discutas conmigo." Susurró, besándome de nuevo. "Estás preciosa."

Beso.

"Bueno, tú también." Sonreí, pasando una mano por su nuca, siendo ahora la que lo besaba. "Vamos... será adentro, no en el pasillo."

Agarré su mano y lo guié a través de la puerta antes de cerrarla.

"¿Malcolm ya está aquí?" Preguntó al ver los zapatos mientras se quitaba los suyos.

"Está ahí". Señalé la habitación mientras caminaba de regreso al mostrador para ver la comida.

"¿Cómo va el divorcio?"

"El divorcio no es asunto tuyo". Malcolm habló mientras salía de la habitación con las manos metidas en los bolsillos.

"Malcolm—"

"¿Por qué tiene que estar aquí?" George soltó una burla mientras se acercaba para ver qué estaba cocinando.

"Está aquí no solo porque es mi novio, sino también porque Elsie realmente lo quiere aquí".

"¿Elsie lo quiere aquí?"

"Ella hace." Asenti. "Así que, por favor, no empieces nada. Especialmente no hoy".

Malcolm levantó las manos en señal de rendición mientras se acercaba a la cocina, sus ojos se enfocaron en George, quien estaba apoyado contra el mostrador, permaneciendo cerca de mí.

"Sé lo que estás haciendo, pero no pienses ni por un segundo que tendrás la oportunidad de quitarme a mis hijas".

George arqueó una ceja antes de soltar una pequeña carcajada.

"¿Hablas en serio? Estás delirando, amigo." El respondió. "Nadie quiere atrapar o llevarse a tus niñas lejos de ti. Tal vez deberías ver a un terapeuta, ¿no?"

Dios mío, esta iba a ser una noche larga.