Horacio se encontraba fuera de sí, aquel hombre había tocado su fibra sensible. Estaba cegado en ira, hirviendo en busca de hacerle pagar. Sin pensarlo un segundo el moreno tomó impulso para abalanzarse al contrario, soltando su arco para usar sus propios puños y estar en igualdad de condiciones.
—Te dije que cerraras el hocico— gruñó guturalmente el arquero. Su mano empuñada aterrizó en la mandíbula del oponente, desestabilizándole ante la sorprendida mirada de Volkov y los acompañantes de aquel pelinegro. El de cresta sin perder tiempo posicionó su enorme cuerpo sobre el oponente para inmovilizarle, plantando cuatro golpes seguidos en el rostro de éste. Sangre salía de su boca y orificios nasales, gimiendo adolorido.
—Horacio... Vámonos— ordenó Viktor con seriedad, despertando de aquel trance al de cresta. Apenas el nombrado alzó su cabeza para verle, sonrió complacido. El peligris estaba de pie con total seguridad sosteniendo el arco en dirección a los otros hombres, evitando que interfirieran en la pelea. Sus manos estaban elevadas en señal de paz, temiendo que alguna flecha fuese soltada en su dirección.Volkov ni siquiera detuvo a Horacio antes de pelear, pues confiaba en que podía vencerle y estaba de acuerdo en que los golpes que recibió el pelinegro eran totalmente merecidos, no jugaría con moralismos baratos. Sin dejar de apuntarles, el ruso les vio llevarse el cuerpo casi inconsciente del golpeado hombre. Él y Horacio sabían que si intentaba disparar la flecha probablemente no les atinaría, pero la imagen intimidante había sido de gran utilidad.
Una vez desaparecieron aquellas indeseadas visitas, fue el sombrío silencio lo que reinó en el ambiente. Ambos intentando calmar las emociones que por dentro les quemaban.
El arquero se sentó en el suelo agachando su cabeza, sintiendo sin demora a Volkov ubicarse a su lado, sin decir palabra alguna. La calidez de su presencia era todo lo que podía ofrecerle a Horacio después de lo sucedido.
El ruso observó los nudillos del moreno, cuyo color rojizo denotaba la fuerza con la que habían impactado contra el rostro del pelinegro, probablemente comenzarían a dolerle pronto. Con suavidad tomó aquella mano de Horacio, acariciando alrededor de la zona delicada. Oyó un suspiro salir del de cresta, que miraba atento sus movimientos. Tiernos besos fueron depositados en su mano, como si de un ritual se tratase, beso a beso sus labios recorrían cada dedo, bajando luego a la palma, logrando hacer sonreír a Horacio por fin.
No necesitaban palabras para comprender que la intención de Volkov no era sanar el dolor de su mano, sino el dolor de aquellas filosas palabras que habían sido dirigidas al arquero, hiriéndole por dentro.
—Ven aquí...— susurró el peligris, extendiendo sus brazos como invitación a acercarse. Sin pensarlo dos veces, Horacio se sentó entre sus piernas siendo abrazado de inmediato.
Apoyó su cabeza en el pecho del ruso, suspirando bajito y encogiéndose sobre sí mismo. Su pecho dolía, ardía en la desesperación de recordar aquel fatídico día en que todo pareció acabar para él, el día en que sus padres partieron. La pesada sensación de soledad le envolvió, arropándole en congoja. Afligido Horacio revivía en su mente los pocos recuerdos que tenía de sus progenitores, los que normalmente le traían alegría, pero que ahora sólo le evocaban culpa.
Las manos tibias de Volkov dándole tiernas caricias le trajeron de vuelta al presente. Aquel sedoso abrazo parecía ocultarle temporalmente de sus miedos. Así, cerrando sus ojos, Horacio se dejó llevar por el dulce calor que recibía. Frotaba su rostro despacio contra el pecho del peligris, volviendo a sentirse como un cachorro bajo su compañía y cuidados.[Link al post original del dibujo ♡ https://twitter.com/Andrea_Raccoon/status/1399851010508701700]
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🐺🏹• Cuídame • Volkacio AU [Terminada]
Fanfiction~Peligros acechan en aquel solitario bosque, cuyos profundos secretos podrán ser revelados tras un inesperado encuentro~ 🏹🐺 Horacio - Híbrido de lobo/arquero 🥼📸 Volkov - Científico/Fotógrafo [Originalmente posteada en mi cuenta de Twitter, aquí...