𝑴𝒂𝒓𝒊𝒑𝒐𝒔𝒂𝒔 𝑶𝒔𝒄𝒖𝒓𝒂𝒔 || 𝑀𝑎𝑛𝑗𝑖𝑟𝑜 𝑆𝑎𝑛𝑜 ||

| 01 |

Los rayos del sol se reflejaban y el calor se sentía.

Las personas caminaban atentas en sus propios asuntos mientras que aquellos siete chicos reían sin parar recordando recuerdos vagos de cuando eran niños.

—Recuerdan la vez en la que Smiley se callo de su moto por intentar hacer un "truco" — contó Baji para acto seguido caracajearse junto a los demas recordando aquello.

Las risas los inundaban a todos.

—¿Así?, pues yo aun recuerdo la vez que se te enredo el cabello en la cerca cuando intenabamos huir de los policías — contraatacó Smiley y río fuerte con burla hacia su amigo.

—Tuvimos que cortarle varios mechones— habló ahora Pa-chin riendo a carcajadas con los demás.

Todos rieron por la expresión de enojo que hizo Baji al escuchar las burlas hacia el pero aceptó que ese día fue bastante divertido y terminó riendo junto a los demás.

Mikey, Draken, Mitsuya, Baji, Smiley, Pa-chin y Mucho habían salido a comer juntos para discutir a solas unos a suntos pendientes que tenían.

Después de la comida todos salieron a caminar juntos y de un momento a otro ya estaban hablando de viejos recuerdos vergonzosos de los otros.

Todos siguieron riendo a carcajadas llamando la atención de las demás personas que también caminaban por el lugar mirándolos con expresiones raras por sus apariencias y el escándalo que hacían.

De pronto Mitsuya paro su andar y se detuvo mirando atento hacia la derecha donde se encontraba la famosa cafetería con un dueño agradable que todo mundo conocía.

Cuando los demás se dieron cuenta de que el había parado también se detuvieron y lo miraron confuso.

—¿Que pasa Mitsuya? — le preguntó Draken.

—Adelanten se, yo los alcanzó más tarde — anunció comenzando a caminar de regreso por donde habían pasado.

—¿Que le pasa? — preguntó Pa-chin.

Todos se quedaron ahí observando a ver hacia dónde se dirigía Mitsuya y qué era lo que haria.

No era propio de su amigo actuar así de extraño y confuso.

El por su parte camino hacia la hermosa cafetería rústica donde segundos antes había visto a la linda chica por la ventana.

Se detuvo en la puerta esperando a que saliera por completo para verificar lo que sus ojos habían visto.

—¡Nos vemos mañana! — anunció la chica desde la puerta mirando con una sonrisa a las personas de adentro.

Reconoció esa dulce voz al instante y se alegro por poder volverla a ver la y asegurarse de que si era ella a quien había visto.

Tocó ligeramente su hombro para que ella voltear a verlo y sonrió.

Ella por su parte se quedó mirándolo a los ojos unos segundos reconociendo el hermoso color morado de estos y la resplandeciente sonrisa que el siempre había portado cuando estaba junto a ella.

Sus ojos se iluminaron al verlo enfrente de ella y dejó caer las cosas que tenía en las manos para extender los brazos y abalanzarse hacia su amigo envolviendo lo en un fuerte y agradable abrazo.

El la recibió contento enrollando sus brazos en su cintura para sujetarla mientras ambos reían emocionados.

—¡Mitsuya! ¡No puedo creer que seas tú! — grito estusiasmada.

Lo siguió abrazando con fuerza hasta que se separó un poco para verle e inspeccionar el gran cambio que había tenido desde la última vez que se vieron.