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Ya era bastante tarde y sentía como el aburrimiento le ganaba.

Caminaba por los pasillos del hospital saludando a las enfermeras tratando de distraerse un poco ya que por mas que quisiera el sueño no se hacía presente en su cuerpo.

Se detuvo en uno de los ventanales del segundo piso y miró hacia afuera. Observaba la lluvia caer y las luces del festival a lo lejos del lugar donde ella estaba.

Comenzó a pensar en Ryuk y en cómo se la podría estar pasando, esperaba que bien y que aunque estuviera lloviendo su cita no se arruinara solo por eso.

También pensó que justo en ese momento tanto como Takemichi, Hina, Draken y Emma estarían debajo de la lluvia y rumbo a sus casas por culpa de esta.

Sonrió para sí misma pensando en lo genial que sus amigos la estarían pasando mientras que ella simplemente debía quedarse ahí esperando lo peor.

Dejó esos pensamientos atrás cuando escucho su estomago rugir un poco, decidió que lo mejor para atender eso era yendo a la cafetería por una dona o cualquier cosa ligera para calmar su hambre en ese momento.

A mitad del camino se topo con el doctor Akiyama y su aprendíz, el doctor Hanemiya. Sonrió y fue a saludarlos.

—Meilys, deberías estar dormida, ya es tarde — regaño el doctor Akiyama.

—Lose pero simplemente no puedo hacerlo — explicó cabizbaja.

—Solo cierra los ojos y no pienses — contestó Akuza divertido.

—No están fácil... — rio.

—Ve con Akuza por un café para que te distraigas, anda — ánimo Akiyama dandole dinero a su aprendiz,  le dijo que era lo que él quería y también que podía comprarse algo el y ella.

Ambos felices de que les iban a comprar algo salieron directo a la cafetería para formarse y esperar su turno.

Akuza y Meily eran amigos desde que el doctor Akiyama agarro cariño hacia ella.

Ya que Akuza siempre estaba con el doctor y el con ella así fue como se conocieron y se llevaron bien al instante.

No es una amistad tan llevada ya que después de todo el era mucho mayor que ella pero aún así se trataban sin formalidades y con cariño.

—Me das un late frío, un café helado, una dona de chocolate y una malteada igual de chocolate — pidio Akuza.

Ambos se quedaron esperando hasta que se los dieron y caminaron de vuelta en busca del doctor para entregarle su café.

—Ya estas a casi nada de ser un gran doctor Akuza — felicito ella mientras caminaba junto a él.

—Si, bueno, que te digo — sonrió triunfante.

Llegaron a donde estaba el doctor Akiyama y le dieron lo que pidió, también agradecieron las cosas y cada uno se fue por su lado.

El tenía una cirugía, Akuza tenía que asistir a una doctora y ella simplemente fue a la zotea del hospital para contemplar el hermoso cielo estrellado mientras disfrutaba de su dona en paz ya que la lluvia ya había acabado.

Estaba tan tranquila y sola allá arriba comiendo y disfrutando de la vista hasta que el ruido de una ambulancia llamó su atención.

Se levantó y se acercó a la orilla de la azotea para poder mirar hacia abajo y ver a la ambulancia que recién llegaba.

De ella bajaron una persona cubierta junto con los dos médico que lo atendían y otra que no pudo ver bien como era.

Decidió volver a irse a acostarse de nuevo pero el ruido de una motocicleta muy peculiar la hizo quedarse ahí mirando hacia abajo.

𝑴𝒂𝒓𝒊𝒑𝒐𝒔𝒂𝒔 𝑶𝒔𝒄𝒖𝒓𝒂𝒔  || 𝑀𝑎𝑛𝑗𝑖𝑟𝑜 𝑆𝑎𝑛𝑜 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora