𝑴𝒂𝒓𝒊𝒑𝒐𝒔𝒂𝒔 𝑶𝒔𝒄𝒖𝒓𝒂𝒔 || 𝑀𝑎𝑛𝑗𝑖𝑟𝑜 𝑆𝑎𝑛𝑜 ||

| 08 |

Ya solo faltaba un día para el tan esperado 3 de agosto.

Las cosas iban realmente bien. Meily no había visto mucho a Mikey ya que los dos estaban realmente ocupados pero aún así siempre que estaban juntos jugaban y reían alegres.

Respecto a lo demás todo iba realmente bien, ya no se sentía tan sola ni vacía.

Siempre en la escuela jugaba con Hina, su novio y sus amigos y realmente se había vuelto cercana a ese extraño grupo de amigos que sólo jugaban y hacían cualquier cosa que se les venía en mente pero que aún así entre todos se apoyaban.

Con Mitsuya seguía siendo lo mismo que hace cuatro años, casi siempre iba a su casa para verle y pasar el rato jugando con el y sus hermanas. Pará el ella era como otra hermana a la que cuidaba y adoraba.

Mikey de vez en cuando la llevaba a ver a Draken para molestarlo un rato aunque sus verdaderas intenciones era que el quería que ellos se conocieran más.

Y con Ema siempre iba a verla para hablar y planear salidas junto con Hinata.

Y Ryuk, bueno de él no hay mucho que decir. Todo seguía igual.

Era dos de agosto y estaban Mikey y ella comprando helados a las once de la noche ya que Mikey al toparse la por la calle le pregunto si es que ella quería ir a distraerse.

—Dame un poco del tuyo — pidió Mikey.

—Tu tienes el tuyo — reprochó Mei.

—Vamos anda, si me das del tuyo yo te daré del mio — insistió.

—Si querías helado de vainilla debiste pedir helado de vainilla y no de chocolate.

—Por favor — comenzó a hacerle pucheros.

—Pero... —volteo a ver como este seguía insistiendo. —Esta bien, toma — le extendió el helado.

Mikey gustoso lamio del helado de la chica y después le extendió del suyo para que ella hiciera lo mismo.

Siguieron disfrutando de la noche hasta que la hora de ir la a dejar a su casa llegó.

Mikey como siempre la llevo en su moto a su casa y se estacionó enfrente de ella para despedirse.

—Adiós Mikey, hasta mañana — le dio en la mejilla.

—Adiós Mei.

Le sonrió por última vez y entró a su casa para ir directamente a su habitación y dormir ya que como todos los demás días ella tenía que ir a trabajar.

Al día siguiente se levantó para cambiarse y alistarse para irse a trabajar, tomó todas sus cosas necesarias y salió de casa rumbo a su trabajo.

Al llegar entró y se topo con Ryuk en la barra atendiendo gente con una agradable sonrisa.

—Buenos días — le dijo con una sonrisa.

El contestó lo mismo y después de eso ella fue a cambiarse para comenzar a trabajar tranquilamente.

Estuvieron ambos trabajando tranquilamente mientras que de vez en cuando Meily le aconsejaba que poder hacer en su cita ya que Ryuk le decía lo nervioso que estaba

—Ya casi es tiempo para que te vayas, recuerda ser caballeroso — aconsejo ella mientras miraba el reloj.

—Si, ¿a dónde debería llevarla a comer? — preguntó dudoso.

—Umm... creo que eso deberías hablarlo con ella, que no te de miedo preguntarle.

—Vale, vale — iba a preguntale algo más hasta que de la puerta entró una pareja. Ryuk se ofreció a ir atenderlos, cuando volvió con ambos pedidos comenzó a prepararlos con ayuda de ella. —Aún sigo nervioso, ¿que tal que hago algo mal o que no le guste?