Si hay algo que Chifuyu ama hacer, es pisar hojas secas. El cementerio estaba lleno de árboles que las dejaban caer, como si se estuviesen deshaciendo de una parte vieja de ellos. Dentro de lo que cabe, ir ahí tenía algo bueno y era poder pisar aquellas hojas.
— Perdón por tardar, había muchas hojas y me vi en la necesidad de pisarlas una por una. — Admitió con un deje de felicidad. — Ojalá estuvieras aquí, seguro que harías un montoncito y te tirarías. Luego te quejarías, pero no sería algo raro, honestamente extraño tus quejas, Baji-san.
El peli-rubio se acostó en el frío suelo, importándole poco el escalofrío que pasó por su cuerpo y que luego le dolería la espalda al estar en aquella superficie. Él simplemente se recostó ahí y miró el cielo, para su sorpresa tenía pocas nubes y estaba bastante celeste.
Ojalá su vida fuera así de bonita como aquel cielo.
Ese día no tenía muchas ganas de hablar, algo dentro de él sentía que, si contaba muchas cosas todos los días, luego no habría algo importante que decir. Aunque eso nunca fue problema para ellos, solían pasar los días acostados uno al lado del otro mirando el techo, callados, simplemente respirando.
— You takes me to paradise, yeah you takes me to paradise, and it shows — comenzó cantando en voz baja, más para sí mismo que para su amigo, esa canción estaba atascada en su cabeza y no podía dejar de tararear el ritmo, — becaus-
— Because you make me feel like I've been locked out of heaven.
Una voz se había unido a él, una que conocía demasiado bien. Probablemente sea su mente que le está jugando una mala pasada, lo más seguro es que él no estuviese allí realmente.
¿Si abría sus ojos la voz se iría? No quería, quería seguir oyendo ese sonido que hace tanto se perdió en el aire.
Pero Matsuno fue débil, aunque se dijo que no mirara, igual lo hizo, igual giró su cabeza para ver a su derecha.
Ahí estaba Keisuke Baji, sonriéndole con esos colmillos que tanto le encantaban al más bajo, con esa sonrisa que muchas veces lo salvaron de perder la cordura luego de una disputa con otros grupos.
Ahí estaba Baji, su Baji.
— For too long, for too long... — siguió cantando, sus miradas no se cortaron en ningún momento, seguía sonriendo como si nunca se hubiese ido. Sus manos estaban entrelazadas en su estómago, en paz. — Yeah you make me feel like I've been locked out of heaven.
— You bring me to my knees, you make me testify. — volvió a unirse a él.
Quería oír sus voces juntas de nuevo. ¿Se estaba volviendo loco? Probablemente, pero estaba siendo feliz por primera vez después de tanto.
— You can make a sinner change his ways — siguió el peli-negro, como si estuviesen hechos para esa canción, — open up your gates cause I can't wait to see the light. And right there is where I wanna stay.
Baji le sonrió a Chifuyu en esa estrofa, quería hacerle sentir que estaba ahí, que quería estar con él en ese momento y todos los que venían después. Él necesitaba que su amigo supiera que estaba a su lado, no importa que estén separados.
— Can I just stay here? Spend the rest of my days here? — Chifuyu comenzó a llorar.
Estiró su mano para poder tocar el rostro del contrario, aunque fuese una ilusión que el otro estuviera ahí con él, quería sentirlo, necesitaba que Baji se quedara. Necesitaba creer que estaba ahí realmente.
— Can't I just stay here? Spend the rest of my days here? — Cantaron al unísono, deseando con sus corazones poder quedarse ahí por el resto de sus vidas.
La mano de Baji se estiró hasta tocar la mejilla de su acompañante. Un toque frío y liviano como una pluma. Retiró una lágrima con su pulgar y le sonrío como otras tantas veces, queriendo que su pequeño amigo no sufriera más, una sonrisa tranquilizadora para ambos.
Matsuno lo entendió, entre tanto dolor él le sonrió de igual forma, sabía que de nuevo tenía que partir.
Y entonces comenzó a desvanecerse, aún con sus labios curvados y sus colmillos a la vista. Estaba desapareciendo y Chifuyu no lo soportaba, no aguantaba la idea de no poder desaparecer con él.
Se arrastró hasta donde Baji estuvo hace unos segundos, arañando el suelo debajo suyo, respirando con dificultad e ignorando el dolor de sus pulmones. Tenía que volver, quería que vuelva.
— Baji-san todavía te extraño. — Gritó derrotado.

ESTÁS LEYENDO
Dear Keisuke: I still love you. [BajiFuyu] |
FanfictionDonde Matsuno Chifuyu le lee cartas a su alma gemela, Keisuke Baji. Aclaraciones: hay spoilers del manga, algunas otras cosas serán inventadas y sobre todo CONTIENE ANGST. Se tocan temas sobre la muerte, el suicidio, depresión y dependencias no sana...