Capítulo 40. Extraño despertar

790 72 6
                                    

 
Despierto en brazos de mi chico, estamos en la sala del abuelo, él duerme profundamente y me quedo observando cada detalle de su rostro, las arruguitas de sus ojos, su nariz, me gustan sus cejas y la forma de sus labios. ¡Amo este hombre!, hasta me parece tierno el hilito de saliva que sale entre ellos y eso debe ser asqueroso si no es del hombre que uno ama. Sonrió por mis pensamientos y observo a mi alrededor, Mateo y Laura están en el otro sillón y Óscar con su amiga en un tercero. ¿Dónde está Kate? Sonrió al imaginarlo. 

Recuerdo que Christian trató de convencerme de irnos pero me negué acostándome en el sillón y nos quedamos dormidos hablando de las canciones de Luis Miguel, que locura. Laura lo ama más después de su interpretación de la canción "Entrégate", la cual me puso muy nerviosa y tuvimos que contarles todo lo que pasó en la cabaña para desviar la atención, del porqué Luis Miguel, mi hermana dice estar muy orgullosa de influir en mi gusto musical. Le digo que fue una casualidad y la canción llegó en el momento perfecto. Como sea, Luis Miguel, ¿es lo nuestro? - dijo y supongo que tiene razón, esa canción sin duda será una de nuestras canciones. 

- ¿Ana estás despierta? - escucho la voz de mi Lau. - muero de hambre ¿me acompañas a la cocina?. 
- No quiero despertarlo. - digo acariciando a Christian. 
- Pues levántate con cuidado, cuando despierte tendrá hambre. 
- ¿Crees que el abuelo se enoje si lo ve aquí? 
- Casi es su nieto, nos vio dormir en la sala cuando llegó hace un rato, seguro dormirá hasta tarde. 
- ¿Qué? 
- Lo quiere Ana, vamos a la cocina. 
- ¿El abuelo no durmió aquí? No me sorprende, ese anciano va a un club de hombres ¿sabías? 
- ¿De qué hablas? - Christian se mueve pero no despierta. 
- Te cuento en la cocina - Lo besó despacio y de forma inconsciente tratando de arrullarlo, Laura rueda los ojos. 
- ¡Vamos! - dice - nunca te imaginé siendo cariñosa y tierna con nadie, con lo tímida que eres. 
- Lo sé, me chocó, pero lo amo. - beso su cabello sabiendo que no despertará. - Tengo que ir al baño, te alcanzó. 

Hacemos el desayuno y platicamos de mamá y papá, le confieso sentirme culpable de su situación pero me dice que no debo preocuparme y me concentré en Christian. Me pregunta sobre la fecha de la boda y le comento que no lo hemos hablado pero que Christian quiere sea pronto y creo que estoy de acuerdo con eso. 

- ¿Cómo te estás cuidando? 
- Lau, ¿a qué viene eso?, te dije que tomo pastillas. 
- Anni tienes 22 años, estás enamorada pero un bebe no sería buena idea ahora. 
- Lo sé y no está en los planes, me cuido, fui a la ginecóloga, con Grace. 
- ¡Ok! ¿Es bueno? - me observa - ¿en la cama tonta? 
-¿Por qué les interesa tanto? 
- Oye, es normal que hables de sexo conmigo, soy tu hermana. ¿No tienes dudas? Yo tenía miles y mamá nunca nos dio la confianza de hablar este tema con ella. 
- Creo que lo resolvemos bien. - me espera para que siga - vamos poco a poco supongo, es lindo, son cosas nuevas, me sorprende la forma en que mi cuerpo reacciona y lo que se me ocurre y le quiero hacer. Lo que me hace, ok … ya.  - Laura sonríe 
- ¿Buen oral? 
- ¡Laura! 
- Anni es importante, no todo es - y hace la seña de penetración con sus dedos. 
- Creo que no hemos explorado eso del todo.
- ¿Qué? 
- No me siento cómoda, él quiere pero no lo he dejado, del todo. 
- ¿Cómo que del todo Annie?  ¿y tú? 
- Pues no, lo quite.
- ¿Yo qué?
- Tu le haz …. 
-  ¡No! … 
- ¿No? Qué salvajes, ¿puro? - hace la señal de nuevo. - Normalmente se empieza jugando con nuestras partes, ¿sabes?, yo se la chupe a Mateo dos veces antes de dejarlo… 
- ¡No te pregunte eso Laura!. - le gritó.  
- ¡Ana! - escucho a Christian llamarme y venir por el pasillo. 
- ¡Despertaste dormilón!. - digo algo nerviosa. 
- Tengo que ir al Olvido. 
- Primero debes comer algo, hice parques. ¿Qué pasa? 
- Se siente extraño estar aquí, así. 
- ¿Por? ¿Así como? 
- Eres de la familia Chis, siéntate. ¿Tocino? 
- ¿Mi mujer está en la cocina? - Llega Mateo y abraza a mi hermana. 
- El abuelo le da el día a su gente después del arranque de la feria y supongo que ustedes tienen hambre. Nosotros sí, yo hice huevos y Ana parques. 
- ¿No nos van a envenenar? - Llega Óscar y su compañera. - no se porque esa chica no me cae bien, pero en fin no la conozco, me estoy adelantando. 
- ¿Ustedes cocinan? - dice la amiga de Óscar. 
- No nos moriremos de hambre. - contesta Lau. 
- ¿Estás bien? - le pregunto a Christian que parece distante. 
- Debo irme. 
- Come algo primero - beso sus labios mientras esa chica habla sobre nuestras costumbres en función del dinero, definitivamente me cae mal. 
- La abuela nos enseñó de todo, bien dicen a veces arriba, mañana quien sabe. - le dice mi hermana, pero dejo de poner atención en la platica y me concentro en mi chico. 
- ¿Qué pasa lobito? - pongo comida en su plato y me siento en sus piernas en el banco frente a la barra. 
- Tengo que irme Ana, me acompañas a la entrada. 
- ¿No comerás? - acercó un trozo de pan  a su boca y él se lo come, Mateo nos sirve café y la plática continúa sobre lo que según la rubia está fuera de lugar. Christian apenas toca el plato y se siente incómodo. - Te acompaño - digo y se para de inmediato. 
- Gracias a todos, tengo que irme. - dice. 
- Es tu casa Chris, ven acá - mi hermana le da un tierno abrazo y salimos de la cocina. 
- ¿Qué pasa?
- Eliot ya viene, iremos a la siembra y luego por mi camioneta. 
- ¿Incómodo?, ¿te molesta algo? 
- Es extraño estar aquí Ana, solo es eso. 
- ¿Agobiado?. 
- No estoy acostumbrado a despertar con gente, platicas y todo parece tan fácil, dormir aquí, desayunar con tu familia, hace unos días estabas en la cabaña dispuesta a no tener nada de esto y yo…. 
- ¡Oye! ¡Oye! Me asustas, te amo Christian y pensé que estabas cómodo. 
- Lo estoy cuando estoy contigo. 
- Estas conmigo - me pongo de puntitas y lo beso. 
- ¿Ansiedad grandulón? - acaricio su cabello - ¡Te amo!, somos tú y yo ok. - Me besó desesperado hasta que nos falta el aire, pero como es su  costumbre no me dice nada - ¿Te veré más tarde?
- Sí. 
- Recuerda que es domingo, me gustaría verte aquí y ver una película ¿se te ocurre otra cosa? 
- ¿Película? ¿Aquí? - su cara es como si no le gustara la idea. 
- Christian, en verdad me asustas. ¿Dime que pasa? - Eliot llega y suena la bocina de la camioneta. 
- Nos esperan, perdón nos vemos más tarde. 
- ¡Christian! 
- ¡Hola Ana!. - 
- ¡Hola, Et! ¿Kate? 
- Está en mi casa e irá a la oficina del pueblo, se siente creativa dijo. - algo apenado o contento, no sé a veces es difícil descifrar a los hombres de este pueblo. 
- Te llamo al terminar. - dice Christian y me besa en la frente. ¿La frente? 
- ¡Ok!. 

Me quedo preocupada y los veo alejarse. 
¿Qué diablos? ¿Qué pasó? 

 






Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora