Capitulo 162. Más

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Dios estoy agotada, se que Christian también está cansado pero no tiene la intención de dormir.

- Despacito Christian, no me muerdas.
- ¡Mmmm! - no responde solo baja el ritmo y sigue succionando y mordiendo mis senos.
- ¡No jales Christian! ¡Ohhh! - no logro ponerme de acuerdo con mi cuerpo si lo que él hace en este momento me duele o me es totalmente placentero, lo que sí estoy segura es que no quiero que se detenga - ¡Christian! ¡Despacio!
- ¡Quiero morder!
- ¡Ahhhh! - eso sí me dolió, pero luego pasa su lengua y es adictivo - ¡Así! - jadeo - ¡Pero más lento! - el cabrón sonríe.
- ¡Este! - mueve su cabeza para atrapar mi otro pezón en su boca, abre y succiona.
- ¡Ahhh! - me encorvo sosteniendo su cabeza y jalo su cabello - ¡Despacio Christian! - se que esto por inmoral que parezca le encanta, pero nunca había sido así de rudo en su ataque.
- Montame Ana y ponlas en mi boca.
- ¡Christian! ¡Shhh!
- ¡Tú iniciaste este juego! Tú me tienes así.
- Mañana no voy a poder aguantar el roce de la tela Christian - lo reprendo.
- ¡Ana! - succiona y muerde.
- ¡Ahhh! ¡Lobito! ¡Me duele!
- ¡Montame Ana!
- ¡Christian! No creo ... - me sube sobre él y hace que lo monte a horcajadas - ¡Ahh! - se frota en mi entrada - quiero dormir.
- Greñuda, te recuerdo bailar de esa forma y me calientas - se empuja, pero se que sabe no estoy lista.

Se refiere a que salimos del club, me lo comí a besos al detener la camioneta y no lo deje rechazarme. Lo traje a nuestro hotel y ha hecho lo que a querido con mi cuerpo.

Tomamos un par de tragos en la habitación y llena de valor me desvestí frente a sus ojos con la canción de Earned It de fondo.

- Casi son las seis grandulón, tenemos que estar en casa a las diez. ¿Se te olvida que somos padres? - ahora besa gentilmente mis senos y juega su lengua - ¡Christian! - me pone sobre su erección - Me gustaría dormir un poco, esos dos no dormirán cuando regresemos por ellos.
- ¿Les tienes mucho cariño? Propongo donarlos al DIF, yo te quiero solo para mí Ana.
- ¡Eres un tonto! - mi cuerpo empieza a responderle y el cabrón clava la punta de su miembro en mi entrada - ¡Ahhh!
- ¡Baja! - en casi tres años de matrimonio y medio año de noviazgo he descubierto que una de las cosas que más excita a mi marido es verse como lo encajo en mí - ¡Ahhh! - junta su frente con la mía y hace ese ruido que me encanta.
- ¡Christian! - su intromisión me es un poco molesta y se queda quieto, pero se que espera que este encuentro sea rápido.
- ¡Ya no seas rudo! - sonríe.
- ¿Ya no?
- ¡No ya no! - muerdo mi labio - ¡Por hoy! - gimoteo, todo lo de esta noche me ha encantado.
- ¿Despacito? - suspira y sale - ¡De nuevo Ana!
- ¡Christian! - me sonrojo, me sujeta de la cintura con su brazo entero y me penetra observando el movimiento lentamente.
- ¡Me encanta! - entra y me levanta de nuevo.
- ¡Oye! - sale y repite el movimiento, vuelve a entrar lento.
- ¡No quiero vaciarme aún!
- ¡Shhh! - muerdo sus labios.
- ¡No te muevas! - mi cabeza me pesa y la descanso en su frente - flexiona la piernas y me apoyo en sus muslos.
- ¡Ooooh! ¡Ana!
- Se lo que quieres vaquero, pero tendrá que ser despacio - busco su boca y le doy un beso lento.
- ¡Amor!
- ¡Dueles!
- ¿Mucho?
- ¡Christian! - me deja hacer movimientos lentos.
- Cómo quieras quiero, pero usted hoy marcó las reglas muy duro - jadea.
- ¡Mmmm! - me levanto - ¡Tengo una idea!
- ¡Ana!
- ¡Espera! - bajo de la cama, me doy cuenta que caminó desnuda al cuarto de baño y él me observa atento con una sonrisita en sus labios.
- Kate me dió esto - me sonrojo como un tomate, le extiendo un lubricante.
- ¡Mmmm!
- Christian es normal después de toda una noche, o eso dijo Kate.
- Hieres mi hombría.
- Quiero, pero me duele un poco grandulón - me mira sin decir nada.
- ¡Christian es normal!
- ¡Siempre te pongo bien sin ayuda!
- Tómalo cómo que mi cuerpo está deshidratado después de que has abusado de mi toda la madrugada.
- ¡Muy graciosa!
- ¿Probamos? - muerdo mi labio.
- ¿Nomás así?
- ¡Mmm! - le veo con ojos entrecerrados - ¡Te voy a creer que no sabes usarlo cabrón! .
- ¡Ohhh! - lo pone en su miembro y verlo hacer eso es extremadamente sexy - ¿Es como una herramienta? ¡No la opción!
- ¡Christian! No hagas que me arrepienta.
- ¿No te pongo? - caliente, pensamos.
- ¡Mucho! Ya se te olvidó todo lo que provocaste en mí está noche, es la opción para más.
- ¡Mmmm!
- Christian, es normal. Solo que tú eres un salvaje. Kate lo usa, Lau también - me besa y se frota en mi vientre.
- Intentemos algo - se levanta y me pone de espaldas sobre la cama.
- ¡Ahhh! - grito por la sorpresa - ¡Christian! - adivinó sus intenciones - ¡Lobito! - muerde mis senos y besa mi vientre, clava su quijada en mi centro - ¡Ahhh! - jadeo cuando su lengua se abre camino.
- ¡Mmmm!
- ¡Vas a matarme! - su deliciosa tortura comienza y me retuerzo sobre la cama.
- ¡Mmmmm! - succiona despacito y abre su boca.
- ¡Eres tan vanidoso! ¡Ahhh! - grito cuando me sostiene de las piernas y me levanta a su boca - ¡Christian! ¡Ahhh!
- ¡Quiero todo de ti Ana! - sube por mi cuerpo y se empuja lentamente - ¡Ohhh! - jadea y sonríe.
- ¡Ahh! - me muevo para acomodarlo y se empuja y un poco más - ¡Christian!
- ¡Nunca es suficiente Ana! - me pierdo en su forma de amarte hasta que le siento estallar.

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora