Capitulo 166. Feliz cumpleaños amor.

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Christian duerme tranquilo, después de la borrachera que se pegó anoche dudo que despierte hasta después de las diez.

Muerdo mi labio al recordar los acontecimientos de las últimas diez y seis horas, el festejo de cumpleaños de mi marido. Fuimos a un lugar típico de Jalisco, la cantina más grande del mundo: El Parián.

Ni Christian ni yo habíamos ido nunca, pero fue una buena elección

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Ni Christian ni yo habíamos ido nunca, pero fue una buena elección. Mariachi, tequila, jarritos, la familia y la sonrisa de mi controlador ermitaño lo confirmaban. Su sorpresa fue que al llegar estaban los chicos. Mateo, Laura, Kate y Ed. Óscar está molesto conmigo por una plática que tuvimos hace poco y Dany no tuvo ánimos de acompañarnos.

Cuando llegamos al lugar Christian pensaba que tendríamos una cena solo nosotros, pero me es importante festeje su cumpleaños como algo importante, que se sienta querido y sea un día especial.

- ¡Ana!

- ¡Agradece que no invite a todo el pueblo! Mi idea era hacerla en el kiosco - me ve aterrado - si en la placita del pueblo, pero me vine acá, también tiene un Kiosco, misma idea pero más privado.

- ¡Graciosa!

- ¡Ya amor! Es nuestro cuarto año celebrando tu cumpleaños y siempre somos solo tú y yo.

- ¡Yo no necesito más!

- ¡La gente que te amamos necesitamos celebrar contigo tu vida! Una vuelta más al sol.

- ¿Y mis hijos?

- Te vas a divertir.

- ¡Ya que!

- ¡Christian! - lo reprendo - ¡Sonríe!

- ¡Sorpresa! - llegamos a la mesa y gritamos todos.

- ¡Gracias!

- ¡Salud compadre! - Ed le extiende un tequila.

- ¡Salud!

- ¡Bienvenido al tercer piso! - lo abraza Mateo.

- ¡Cuñado!

- Lau.

- ¡Felicidades!

- ¡Amigo! - le dice Kate - ¡Ya ven a mi socio! Celebraremos contigo.

- ¡Gracias Kate!

- ¡Hola cachorrito!

- ¡Aquí lo típico son estás cazuelas! ¡Ana! ¡Salud!

- ¡Gracias Ed! ¡Salud!

Pasamos una noche muy divertida, con música, tragos, risas y baile. La gente del lugar me ayudó a organizar un pastelito para Christian y las chicas del ballet folclórico estuvieron más que encantadas de felicitar a mi marido en su cumpleaños.

Con algunos tragos encima cantamos rancheras a todo pulmón y me encanta la forma en que Christian me abraza cuando estamos en público.

- ¿Feliz?

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