Capítulo 121. Bien jugado amor.

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Por Christian.

Estamos sentados después de haber terminado de recoger todo el desorden de anoche, esperamos que vengan por las sillas y mesas. Ana está sentada sobre mí a horcajadas con un dolor de cabeza insoportable, según ella y a juzgar por la forma qué bebió anoche, no lo dudo.

- ¡Pelame! - me quita el celular de las manos y se abraza a mi cuello.
- ¡Habló con Óscar!, tengo que cerrar detalles antes del viaje.
- ¡No! - besa mi cuello - ¡Tenemos que ir por Ted! ¡Soy la peor madre Christian!, como me dejaste beber así.
- ¡Mmmmmm! Eres una borrachita muy divertida. - toco su trasero - además de muy caliente. - la muerdo.
- ¡Christian! - me golpea y cierra aún más su abrazo en mi cuello. - sube las manos grandulón.
- ¡Mmmm! Anoche no decía lo mismo la Sra. Grey. - la toco y respiro, me encanta el trasero de mi mujer.
- Hoy quiero un abrazo bonito. - sonríe - aparte se me resbalan. - me hace sonreír y la envuelvo entre mis brazos. - ¡Voy a morir!
- Se llama cruda y no, pero se siente horrible.
- ¿Cómo estás tan fresquito?
- ¡Alguien tenía que ser un papá responsable borracha!.
- ¡Christian! - se qué arruga la nariz.
- Estoy bromeando, te lo merecías dijiste anoche. ¿Cómo te juzgo?
- ¡Deja de burlarte! Después de un año de amamantar a Ted, más nueve meses de embarazo. No beber alcohol, no probar ni una copita ¡Obvió! No me juzgues. - sonrió al recordar cómo Ted se enfurece o más bien lo hacía cada qué Ana intentaba dejar de amamantarlo. Lloraba hasta ponerse morado y Ana terminaba cediendo, todo hasta qué Doña Rosa se lo llevó por una noche entera y el problema fue solucionado.
- ¿Qué habrá hecho Doña Rosa? - adivina mi pensamiento. - ¡Así nada más, ya no quiso! - suelto una carcajada por su tono. - ¡No te burles! - la beso lentamente y muerdo sus labios. - ¡Ay! ¡No! ¡Christian!
- ¡Mmmmm! ¿Tampoco?
- ¡Vamos por Teddy!
- Ya no tardan, tienen que llevarse todo esto.
- ¿Te gustó mi sorpresa?
- Mucho greñuda.
- ¿A pesar de qué va mi familia?
- ¡Bien jugado Sra. Grey! - me golpea la cabeza - La verdad si estoy emocionado.

Ana me hizo descifrar todo un acertijo desde la serenata. Sí, mi mujer me trajo serenata, hasta encontrar tres boletos con destino a Aspen en la pequeña mochila de Ted. Iremos a ese lugar para navidad, en unas semanas más, su acertijo garantiza que pagué por ese viaje e informaba que vamos con toda su familia. Fue divertido y una forma muy astuta de comprometerme. La verdad estoy emocionado, cuando éramos niños, casi adolescentes, soñábamos con ir a esquiar y a patinar juntos, me encantaba ver sus fotografías por lo bonita que se veía en esos trajes raros, con ese fondo blanco como su piel.

- ¡Iremos amor! ¡Estoy muy emocionada! - dice y me besa despacio.
- También yo ojitos.
- ¡Greñuda me gusta más!
- Mi greñuda, muy mía.
- ¡Mucho! - junta sus labios con los míos y me encanta el ritmo de sus besos, hasta que somos interrumpidos por la gente que viene por las mesas y la veo con ojos entrecerrados, le había dicho cambiara ese pequeño short.
- ¡Ya me voy enojon! Te espero dentro, prepararé todo para ir por Ted.

Cuando vamos por Ted, Ana se queda profundamente dormida durante el trayecto. Despierta y se molesta cuando siente que arrancó de nuevo la camioneta, ya con mi hijo en su sillón de seguridad. También está profundamente dormido, debe estar cansado, ayer fue un día pesado para él también.

- ¡Oye! Quería saludar.
- ¡Vamos a casa! ¿Y éste, cuantas se tomó?
- ¡Tonto! Está cansado mi bebé - se cruza a la parte de atrás y aprovechó para golpear su trasero. - ¡Auhh! Se te hace costumbre.
- Me las pones enfrente.
- ¡Que tonto Christian!
- ¿De chófer?
- ¡A casa por favor joven! - bromea y apoya su cabeza cerca de la de Ted, se que dormirá de nuevo.

Nota.
¿Nos aventamos especial de navidad?
Un mini Cap.

Te quiero a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora