Capítulo 53: Infinito

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Capítulo 53: Infinito.


"Que no se pierda esa hermosa costumbre

De mirarnos fijamente hasta que uno de los dos se ría."


Pov Seung.

Acomodé mi cabeza mejor sobre la almohada. No tenía intenciones de abrir los ojos y ver el sol saliendo obligándome a levantarme. Moví mi mano a mi lado para abrazar a Ji Yong, pero no di con él. Fruncí el ceño inconscientemente y luego abrí mis ojos despacio. Efectivamente no estaba en la cama, pero lo que me llamó más la atención fue que no había sol. Por la ventana se veía un día muy nublado y con lluvia. Me senté lentamente sobre la cama y miré hacia afuera. Este prometía ser un día muy frío. Refregué un poco mi cara con mi mano y luego solté un bostezo. El día estaba como para quedarse todo el día en la cama.


Estiré mis brazos hacia adelante en un intento por despertar del todo. Sonreí al ver la argolla en mi mano. En algún momento pasó por mi mente la posibilidad de que Ji volviera a decir que no, pero ya que había dicho que Sí, no era necesario usar la fuerza. Me reí ante mis pensamientos, realmente estaba feliz.


Paré de la cama tranquilamente y comencé a caminar por alrededor de la habitación en busca del novio fugitivo que tenía. Por lo menos aquí dentro no estaba. Me encaminé fuera de la habitación y comencé a caminar por todas las salas de Dolce Vita. Comenzaba a preocuparme de que de verdad fuera novio fugitivo. Entré en la sala más grande del lugar y me quedé parado en la entrada. ¿Cómo es que nunca había entrado hasta esta sala? Esa gigante, las paredes eran todas blancas y estaba en el segundo piso así que parecía como si habitación entera fuera un balcón porque en vez de paredes tenía unos ventanales gigantes que me dejaba ver la lluvia mojándolas y el día nublado que se mostraba afuera. Ahora que lo veía así no me parecía un día tan feo. Y menos cuando vi la silueta de Ji Yong al lado de una mesita frente a los ventanales gigantes. Sonreí y me acerqué lentamente.


Rodeé su pequeña cintura lentamente, sentí su estremecimiento y luego acomodé mi cara en su cuello. Besé lentamente su piel y él ladeó su cuello dándome más espacio.


-Buenos días. –Ladeó su rostro y me sonrió. En este mismo momento me daba cuenta que no había cosa más hermosa que su sonrisa, lo juro.


-Hola. –Cerró sus ojos y me besó. Yo apreté más su estómago con mis manos.


Abrí mis ojos y me separé de sus labios lentamente, le abracé mientras miraba la lluvia caer por los ventanales. Mi mirada bajó y me crucé con algo muy peculiar. Era una Hookah. Una de esas cosas para fumar "hiervas", era de colores exóticos y con unas cosas parecidas mangueras. Yo fruncí el ceño y miré a Ji.


-Ji... ¿estás fumando drogas? –Ji se rió un poco.


-No, tonto. –Se dio la vuelta y me miró. –Es tabaco de chocolate. ¿Quieres probarlo? Estoy haciéndolo. –Yo le miré, él parecía divertido.


-¿Dónde lo has comprado?


-Me lo traje de Dubai.

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