Cálido invierno

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Hola a todos, quisiera contarles que renuncié a mi trabajo!!! Así es, bueno, estuve muy enferma por estrés, así que decidí sacarme un poco de peso, por ende, ahora tengo mucho más tiempo! Y bueno, tengo más tiempo para escribir, de hecho, Códigos rotos ya está casi listo, así que dentro de estos días estaré subiéndolo y Crush está en avance, y además, traigo un nuevo fic que ya comencé a escribir también.

Así que espero que aún estén esperándome y me den mucho amor!! Muchas gracias, espero que disfruten! 


Capítulo 24: Cálido Invierno.

"Y de pronto llega alguien y le da por cambiar tu vida,

Por hacerla un poco menos complicada.

Poco a poco, día a día, sonriendo, y confiando en que lo mejor está por venir.

Raro, especial,

De ese tipo de personas por las que vale la pena luchar.

Y si hubiera tenido que elegir un final, hubiese sido uno como este,

Porque tú me has enseñado que la vida no es pasar las hojas del calendario,

Sino entender que cada hoja de ese calendario es única e irrepetible.

Mi corazón ya se queda pequeño de lo grande que eres tú."


Pov Seung.

Me senté al lado de la ventana en el avión y Ji se sentó a mi lado. No tenía idea a dónde rayos íbamos, es más, estaba terriblemente preocupado por el qué pasaría con la empresa de papá y en mi casa, pero había algo más importante. Y ese algo más importante era lo que me tenía en un avión a punto de salir del país. Sí, el tan loco Ji me había arrastrado hasta el avión en menos de dos horas. Y no lo iba a dejar solo y arriesgar que no volviera, aunque sabía que eso no pasaría, pero por si las moscas. Además, si él me decía que todo estaría bien y los problemas se arreglarían, yo le creería. Yo esperaba ver a Ji algo decaído, pero ahora mismo estaba chasqueando los dedos mirando las galletas que le habían dado las azafatas del avión. Eran de frutilla, él prefería de chocolate, así que hacía pucheros como un niño. Me reí. Así que esto era de lo que yo era capaz por Ji. Aunque ya lo había hecho, había viajado por más de tres países buscándolo. Y seguramente él no tenía ni idea de lo que significaba viajar con él en estos momentos, estaba más concentrado en las galletas que en mí, me daba algo de envidia.


-Frutilla. –Lo oí quejarse y mirar el sobre de galletas, luego sonrió. –Amor... -Sentí su voz llamarme, había cosas que amaba de Ji, que me dijera así por ejemplo. –Ten, toma. –Me extendió la bolsita.


-¿Y esto?


-A ti te gustan las galletas de frutilla. –Me sonrió. -¿No las aceptarás? ¡Te las estoy dando con mucho cariño! –Hizo un puchero, yo me reí y entonces tomé su mano y atraje su cuerpo contra mí, robándole un beso. Me alejé de él y tomé la bolsita entre mis manos soltando una risa. -¡Oye! Hay más gente aquí...


-¿Y a mí qué? –Me reí. -¿Quieres que le cuente a todos que eres mi novio? ¿O que nos estamos escapando? ¿O que me estás raptando a quien sabe dónde?


-¡Ya! –Me dio un pequeño golpe. –No hagas eso.


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