Capítulo 47: En las alturas - Parte 2.

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Capítulo 47: En las alturas. – Parte 2.


"Debe ser un pecado

Tenerte tantas ganas."


Pov Ji.

Observaba con un asombro increíble el lugar, una sonrisa radiante surcó en mis labios, ¿y cómo no? Había escuchado tanto de este lugar, de que era preciosísimo, de que era lo más lindo en Dubai, pero verlo en vivo y en directo era otra cosa. Era mejor que todo lo que describieron las personas sobre él. Mi rostro estaba hacia el cielo, y es que el edificio era gigantes, muy muy alto. Era como mirar una revista. Ese edificio se había terminado de construir hace muy poco en el lugar, pero era sin duda lo más hermoso que mis ojos hayan visto alguna vez. Seung Hyun me miró sonriente y con suficiencia, yo todavía estaba casi en shock.


-¿Te gusta?


-Joder, gustar es poco, ¡esto es fascinante!


Él rió un poco.


Delante de nosotros se encontraba la mismísima Torre de la Media Luna de Dubai. Jesús, era un paraíso, además de ser una de las torres más altas del mundo, era preciosísima. Era blanca y de cristal, la parte de cristal se iluminaba de color dorado. Literalmente tenía forma de media luna, y la punta llegaba al mismísimo cielo, Era precioso. No podía dejar de mirarla entusiasmado.


-Anda, subamos. Te vas a congelar aquí afuera, y yo preferiría que te mantuvieras caliente. –Yo le miré con una sonrisa, obviamente la idea era captar el doble sentido en su oración. Yo tomé su mano y sonreí como niño pequeño entusiasmado por entrar al lugar, él se percató y no dijo nada, simplemente apretó mi mano entre la suya y me condujo por las puertas gigantes de cristal que nos daban la bienvenida. Su mano era muy cálida y más grande que la mía, me sonrojé cuando me di cuenta que la apretaba fuertemente, parecía quinceañera. Qué estúpido.


Caminamos dentro y él habló algo con la mujer de la recepción y luego siguió su camino hasta el elevador, ¡oh por Dios! El elevador era de cristal, podía ver como comenzaba a subir y como la tierra se iba haciendo pequeña, veía todo. Observé de reojo el marcador, él había apretado el piso 40. Maldición, ¡era muy alto! ¡40 pisos de altura! ¡Íbamos al mismo cielo! De pronto sentí vértigo así que dejé de mirar hacia abajo y miré hacia al frente, sólo el cielo nocturno, precioso, entre estrellas. Esto era casi como un sueño, de no ser porque sabía que estaba despierto porque mi sentía mi estómago retorcerse, entonces dudaría de que fuese real.


El "Tin" que hizo el ascensor me dio a entender que habíamos llegado a destino. Yo abrí mis ojos grandemente y, como el ascensor era de cristal, podía ver que estábamos en la azotea de ese gran rascacielos, estaba en el cielo. Sentí un poco de adrenalina subiendo por mi cuerpo y entonces las puertas se abrieron. Yo seguí al rubio de cerca sin soltar su mano, ahora es cuando me daba cuenta cuán fuerte había tomado mi mano, pero eso no me molestaba, de hecho me agradaba, y mucho.


-Bienvenido al cielo. –Susurró en mi oído y yo me estremecí.


Su voz ronca resonó en mi cabeza y sus manos rodearon mi cintura por atrás. Yo acomodé mi cabeza inconscientemente en su pecho y observé todo. La verdad, no me hacía la valentía para ir y mirar hacia abajo, porque debía ser malditamente alto, pero miraba hacia el frente, las estrellas, la luna, la verdad se veía todo el firmamento, estaba precioso. Nunca en mi vida había visto algo así antes, y se sentía especial, por lo menos para mí. Estaba con una persona especial, mi corazón lo decía.

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