We have sex.

789 74 8
                                    


  Capítulo 4: We Have Sex.



"Para que describir lo que hicimos en la alfombra,

Si basta con resumir que le besé hasta la sombra... y un poco más."


Ji Yong entró en la casa y lanzó las llaves de su auto encima de la mesa mientras pasaba una de sus manos por su cabello, el mayor entró tras él y se quitó la chaqueta que llevaba puesta.


Pov Seung

Ya no llevaba cuenta de cuántas veces he entrado, pero venía a lo mismo que había venido las veces anteriores, gemir y sentir placer. Pensándolo mejor, bautizaré esta casa con un nuevo nombre: "el santuario del placer" sí, un nombre perfecto. Ji Yong me sirvió un trago y se sentó a los pies del sillón, sobre la alfombra, parecía más cómodo ahí. Aun ahí en el suelo, con el cabello revuelto se seguía viendo bien, realmente Yoo Hee tenía una suerte de oro por tenerlo por novio. Seguro si Hye Mi lo hubiese conocido antes que Yoo Hee se lo queda, además tiene dinero, una casa gigante, un Lamborgini... y ahora que lo pienso, ¿de dónde saca tanto dinero? Bueno, pero eso no era tan importante. Su cara no tenía ninguna imperfección en lo absoluto. Tengo una manía idiota de analizar a la gente. Ji Yong me parece un tipo que hace las cosas a su manera, hace lo que quiere, cuando quiere y con quien quiere. No da mayores explicaciones, y no se preocupa demasiado. Es completamente libre, y eso me llama la atención. Siendo un chico de 26 debiera ser más centrado, quizás, pero en cambio, se relaja y deja que todo fluye, me causa curiosidad. Si fuera chica, pensaría en tenerlo por novio, pero como soy hombre, estoy comprometido y no soy gay, me conformaba con tirármelo, pasar un rato agradable y luego sería. Después de todo, luego de la boda, ya no quedaría ni rastros de lo que sería la aventura de nosotros como amantes.


Me senté a su lado en la alfombra mientras le daba un sorbo a mi trago, suave, no estaba demasiado fuerte. Ahora que recordaba, tenía más curiosidad todavía, ¿qué era lo que Ji quería saber? Quería saber que tanto él quería escuchar de mí como para haberme quedado en su casa. Le miré, él estaba relajado, con su cabeza recostada hacia atrás en el sillón, su cuello blanco estaba al descubierto ante mí, esperando que me acercara a morderlo. Sonreí por mi pensamiento, así cualquiera pensaría que era un pervertido, pero como nadie sabía ni veía lo que sucedía puertas adentros entre Ji y yo no me preocupaba de eso.


Me acerqué sin que Ji Yong se diera cuenta, peligrosamente hasta su cuello y pegué mis labios hasta su piel blanca llamándome. Él se estremeció y bajó un poco la cabeza para mirarme, sonrió coqueteándome. Se acercó pasando su brazo por mi espalda y rozó sus labios con los míos, lo suficiente como para que yo quisiera besarlo, pero él inmediatamente se corrió y se rió, yo le sujeté fuerte y le besé rápidamente sin que él tuviera tiempo de soltarse de mi agarre. Él se rió cuando sintió mis manos en sus mejillas impidiéndole moverse, solo abrió sus labios y dejó que mi lengua viajara hacia la suya para comenzar un beso que ambos queríamos. Su saliva se mezcló con la mía y entonces cerramos nuestras bocas mientras Ji se sentaba encima de mí y me rodeaba con los brazos. Pasé mis manos debajo de su camiseta tocándole, era consciente de que mis manos estaban muy heladas por el frío, Ji se estremeció, pero simplemente me dejó tocarle. Es que este tipo de verdad era demasiado exquisito, su cuerpo era perfecto y sus labios tan jodidamente hermosos que no me cansaría de comérmelos. Nos separamos un poco y entonces Ji desabrochó el primer botón de mi camisa sonriéndome con picardía, íbamos por la segunda vez en la noche, nada mal. Ji acercó sus labios lo más lento que puto y tomó entre sus manos la parte de la camiseta que había desabrochado, entonces se dio paso para besar de manera lenta y perfecta mi cuello, abrió su boca un poco y la cerró de a poco en mi cuello, sus labios húmedos se sentían exquisitamente bien.

INFIELESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora