En las nubes - Parte 1.

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Capítulo 38: En las nubes – Parte 1.


"¿Quieres saber cuál es mi problema?

Te quiero.

Me encanta tu nombre.

Me encanta la forma en que me miras.

Me encanta tu hermosa sonrisa.

Me encanta cómo transformas un pésimo día a uno radiante,

Lleno de alegría...

Ese es mi problema."


Pov Ji.

Caminé por toda la empresa intentando ignorar las miradas furtivas de todos. No sé por qué, quizás la nueva manía de todos los trabajadores de la empresa era observarme con ¿admiración? Algunas de las mujeres traían malditas sonrisas raras en sus caras que no supe descifrar. Seguí caminando sin mirar a nadie, menos mal que los lentes de sol negros tapaban mis ojos que se sentían intimidados por tantas personas observándome. Decidí levantar bien mi cabeza y caminar como modelo de pasarela. Si Seung se creía tan genial de ignorarme todo el día, vendría a gritarle a su cara que no puede hacerlo. ¿Qué se cree? Claro, anoche al llegar a casa se acostó a dormir y hoy en la mañana salió temprano y ni avisó. Le llamé todo el puto día y ni respondió ninguna de mis 15 llamadas. Seguro estaba enojado porque le dije que no, ¿y acaso alguien en su sano juicio le hubiera dicho que sí en esas condiciones? Ah, ese bingu lento. Caminé a paso decidido y vi a Daesung ponerse de pie con una sonrisa cuando me vio. Dae, tan amable y gentil, cada vez me agradaba más. Mucho más que la idiota de Yoon.


-¡Hola, Dae! –El rubio se paró al frente mío y me saludo con una reverencia.


-¡Es un gusto verle sr Ji Yong!


-Dije que dejarás de decirme Sr. –Le sonreí y él se rió. Le miré un poco más cauteloso, yo sabía que Dae sabía todo lo que sucedía en el día con Seung ya que pasaba el día metido en la oficina como secretario así que me acerqué un poco más a él. –Dae, ¿ha estado Seung Hyun raro?


-mmm, ¿raro? Ha estado exaltado.


-¿Exaltado? ¿Quizás enojado?


-Ah, pues sí, de vez en cuando se quedaba pensando seriamente y luego daba golpes con sus pies y sus manos. –Dae explicaba seguro y yo solté una risa. Ay, Seung, tan idiota.


-Ya veo... por cierto, ¿has visto su celular sonar, no? ¿Por qué no ha respondido las llamadas?


-Ah, pues... -Dae me miró cauteloso y yo me acerqué más a él.


-Con confianza, Dae.


-Es que dijo que no quería hablar con usted porque ya no lo quería. –Bajó la cabeza.


-Ya veo... sí será idiota.


-¡Lo mismo le dije! –Dae se exaltó y yo le miré asombrado. –Le dije que estaba siendo idiota. Es obvio que usted derrocha amor por él.

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