My sweet Omega • KookTae

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Las horas laborales se le hacían tan eternas al igual que cuando debía estudiar, su mirada no se apartaba del reloj ubicado en el centro del local. No faltaba mucho, en unos quince minutos más podría salir para abrazar a su alfa y llenar de besos el rostro de su bebé.

El gerente le había pedido el favor de terminar de arreglar y ordenar la mesada de la casa registradora, cosa que no tardó en acatar y que en un cerrar de ojos lo había terminado. Se quitó el delantal del uniforme, dirigiéndose pacíficamente a los baños para lavar sus manos y acomodarse un poco la ropa.

El cuerpo completo se le tiensa cuando siente unas manos apresar su cintura, y seguidamente recorrer sin pudor alguno el resto de su anatomía, tiembla cuando visualiza a Dongyul detrás suyo gracias al reflejo del espejo y este mismo le sonríe de manera macabra. Los besos en su cuello no tardan en parecer, la lengua del contrario acaricia de manera desesperada la zona y Taehyung sé encontraba helado en su lugar.

El castaño con las lágrimas asomandose por sus ojos y hace fuerza para retenerse e intenta empujarlo para alejarlo, pero es inútil ya que el alfa era mucho más fuerte que el.

Se desespera comenzando a entrar en pánico, no era la primera ni la segunda vez que pasaba, había tenido que aprender a lidiar con el acoso constante por parte de sus compañeros alfas. Pero Dongyul estaba a otro nivel, este lo manoseaba y le hacía cosas indebidas sin importar qué. El miedo inunda todo el ser del Omega al sentir una mano querer colarse dentro de su pantalón, estaba aterrado y apunto del llanto.

- D-dejame, p-por favor.- Le pide, su voz sale entre cortada a causa del susto que estaba sintiendo.

- Eso no le decías antes a tus clientes.- Taehyung puede sentirlo sonreír a pesar de que el rostro del mayor estuviera enterrado en su cuello.- Dios, voy a comerte y disfrutarte tanto.

El Omega deja fluir las lágrimas cuando siente que el alfa intenta desprender el botón del pantalón, acto que el menor no sé lo deja fácil al removerse de manera desesperada. No quería sentir otras manos en su cuerpo que sean provenientes de su pareja.

- ¡D-dejame!

- Te callas por las buenas ó te hago callar por las malas.- Amenaza con la intención de que le obedeciera.- Tú eliges, Taehyung.

- ¡Mina! ¡Ayuda! - Grita lo más fuerte posible en busca de ser acudido, pero lo único que recibe es un fuerte jalón de cabello.

- Maldito hijo de pu...

El ruido de la puerta siendo bruscamente abierta y golpeada contra la pared, hace captar la atención de ambos individuos. Taehyung llora con desesperación al ver a su compañera allí, la misma que se acerca con desespero hasta ellos y empuja al más alto con facilidad, ya que el mismo sabía que no podía hacer nada contra la muchacha al ser la hija de los dueños del local. Taehyung, quien se mantuvo impactado se obligó a reaccionar y lo más rápido que pudo, corrió de allí.

Su mente estaba echo un caos, las manos le tiemblan demasiado y su respiración se volvió errática, a la par el corazón parecía querer salirse de su pecho. En un momento las piernas le fallaron y se dejó caer de rodillas ocultandose detrás del mostrador y tomándose fuerte del cabello lloró desconsoladamente a causa del miedo.

Una conocida bocina soñando fuerte y repetidas veces lo hizo salir del trance, sobó suavemente sus ojos e intentó borrar las lágrimas esparcidas por sus mejillas, aunque eso no quitaría el hecho de que se notara que había estado llorando. Un bocinazo más hizo que se apresurara a tomar sus pertenencias y seguidamente retirarse del lugar sin querer pasar ni un minuto más allí.

•♡•

Jungkook se mantiene inmóvil acariando las hebras castañas de su novio, no sabía que decir exactamente, estaba aludido y confundido. Desde el momento en que el menor subió al vehículo ni había dejado llorar mientras se abrazaba a sí mismo, acción que se repitió una vez que se encontraban en departamento.