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El día sábado cayó muy rápido, más de lo que pensaban.

Quizás para algunas personas eso significaba que debían de prepararse para ir de fiesta o juntarse con sus amigos a pasar el rato y beber un poco. Pero para Taehyung era todo lo contrario, no recordaba cuando fue la última vez que hizo eso, el tiempo no le alcanzaba como para pensar en salir. Sus deberes tanto con su cachorra y los estudios eran la mayor prioridad por ahora, descartaba la idea de salir de fiesta.

El reloj marcaba las nueve en punto de la noche, el Omega se encontraba en la mesa del comedor intentando terminar las tareas pendientes lo más pronto posible para poder hacer la cena, mientras que Jungkook mantenía a la bebé distraída en la sala de estar, parecía que estaban viendo la patrulla Paw Patrol y eso se le hizo bastante tierno.

Tuvo que obligarse a mantener la concentración en las hojas esparcidas en toda la mesa y sé preguntaba reiteradas veces porque había elegido una carrera tan complicada. El estrés lo consumía completamente y el hecho de no entender varias de las consignas lo desesperaba, al punto de sentir los ojos cristalizarse a causa de las lágrimas que amenazaban con salirse en cualquier momento. Estaba siendo demasiado abrumador.

- ¡Masha! ¡Masha!

- No. Es Marshall.

Podía oír con claridad la conversación que estaban teniendo su hija y el mayor en la habitación que le seguía, aquello logró sacarle una sonrisa entre el caos que se formó en su cabeza.

Se rindió y volvió a juntar todos los papeles, con la intención de dejarlo para después cuando se sintiera más tranquilo y con su mente despejada de los malos pensamientos. Se puso de pies e inmediatamente se dirigió a la cocina con la intención de poner en marcha la cena de esa noche.

Tanto el Alfa como el Omega habían decidido pasar ese fin de semana en la casa del primero, con la intención de convivir un poco más como pareja y a decir verdad, a Taehyung le fascinaba.

En el momento en que justo iba a comenzar a cortar las verduras, un fuerte dolor en la parte baja de su abdomen hizo que detuviera sus movimientos. El calor intenso recorrió cada parte de su cuerpo y sentía la ropa quemarle, sin contar que había soltado fuerte feromonas en todo el espacio y que había manchado la parte trasera de su pantalón.

Se mantuvo en silencio, pero no ocultó la mueca de dolor en su rostro, poniéndose de cuclillas se abrazo a sí mismo y sin poder evitarlo chilló cuando el calor incrementaba con cada segundo que pasaba.

- ¡Taehyung! ¿¡Estás bien!? - La voz exaltada y preocupada del azabache resuena en todo el lugar.

Jungkook, quien se acercó a las corridas con la niña aún en brazos, fue brutalmente atracado con el dulzón aroma que inundó sus fosas nasales y sé preocupó al ver a su novio en el suelo, pero entiende perfectamente lo que estaba ocurriendo. El menor había entrado en celo.

- Llama a Jimin.- Logra articular el castaño en medio de jadeos adoloridos.

El alfa asiente de manera efusiva y no tarda nada en marcar el número que el otro le dictaba, una vez que la llamada fue respondida le contó brevemente la situación y le preguntó si podían venir por Ailee o si el podía llevarla con ellos. Afortunadamente Yoongi andaba cerca, así que solo fue cuestión de segundo para que llegara a la residencia.



•♡•




- Supongo que ahí están todas cosas necesarias.- Le informa Jungkook al Yoongi, quien sólo asiente del otro lado del marco de la puerta y tomando el bolso que éste le ofrecía.- Si algo falta, dile a Jimin que me avise para avercarselo.

My sweet Omega  •  KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora