My sweet Omega • KookTae

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Viernes, último día de la semana y  día en el que tocaba visitar a los padres de su alfa. Taehyung no les puede mentir, se sentía tan nervioso e inquieto por la reunión y eso se podía notar al estar comiéndose las uñas o él estuviera moviendo sus piernas de forma frenética.

No tenía miedo, tampoco tendría razón para estar asustado cuando tenía a su alfa junto a él, sin embargo es una sensación rara y nunca antes había sentido, no sabía exactamente a que se debía aquéllo. Jungkook lo ve de reojo, a pesar de que lo notara nervioso por dichas acciones, también lo capta por las feromonas que desprenden del mismo y lo entendía, él también lo estaba pero no podía demostrarlo, debía transmitirle seguridad. Una de sus manos fija en el volante del vehículo y con la que tiene libre la enlaza con la del contrario, depositando suaves caricias sobre ésta para seguidamente elevarla hasta la altura de sus labios y dejar un beso en la unión haciendo reír al Omega.

El castaño sigue con la cabeza apoyada por el cristal de la ventana, admirando el paisaje lluvioso y las gotas que se deslizan sobre el mismo. El día los había sorprendido, es decir, en toda la semana hizo bastante calor y según el pronóstico ese no debía ser la excepción, sin embargo grande fue la sorpresa cuando tuvieron que levantarse a las seis de la mañana gracias a que Ailee había despertado a causa de los fuerte truenos y seguidamente pudieron oír el ruido que se hacía cuando había granizo. Aunque siendo sinceros, Taehyung agradecía aquéllo porque más allá que es amante de esos tipos de climas, también detesta el calor húmedo y asfixiante que hubo últimamente.

Sintió el carro frenar cuando llegaron a uno de los semáforos, escucho a Jungkook hablarle diciéndole que no faltaba mucho para llegar y era verdad, estaban a unas cuantas cuadras de la zona, cosa que hizo que la piel se le erizara la piel pero no quito la vista del paisaje, el anochecer era tan bonito y no recuerda cuando fue la última vez que se puso a admirar uno.

- ¡Pá! ¡Papi! - Exclamó Ailee desde la parte de atrás, en su asiento de seguridad puesto que gracias a la pancita creciente del Omega, ya no podía ir adelante.- ¡Pa!

- Dime, bebé.- Responde, haciéndole saber que estaba atento a lo que ella decía.

- ¡Vídeo! ¡Pa! - Enuncia frustrada mientras que señalaba su tablet, mostrando que el vídeo había acabado.

Sin embargo no fue Taehyung quien la vio, sino más bien Jungkook el cual se giró un poco y tomó entre sus manos el aparato para poner en reproducción el siguiente vídeo. La niña se calmó luego de aquéllo y aplaudía alegremente mientras volvía a ver las aventuras de Marsha y el Oso. Luego, el silencio es el que abunda nuevamente dentro del automóvil y se dedican nuevamente a seguir su camino cuando la luz roja cambia a verde.

- ¿Cuándo dará a luz, Yeonnie? - Pregunta Jungkook, tratando de romper la tensión.- Supuse que tenía que tener al cachorro en éstos días.

- Y no te equivocas.- Responde, posando la mirada en el mayor.- El doctor dijo que la fecha exacta podría ser el próximo jueves, pero que sin embargo puede adelantarse.

- ¿Y tú? ¿Cuándo este niño piensa salir para estar con papá? - Cuestiona el Alfa, acariciando el abultado vientre de su pareja, donde actualmente habitaba su cachorro.

- Baek dijo que dentro de una semana estaría programada su cesárea.- Dice el menor.

- ¿Para el diecinueve?

Taehyung asiente, afirmando aquella duda  y el auto nuevamente se sumerge en completo silencio. Las manos le comienzan a temblar cuando se detienen a la entrada de la vecindad, puesto que el de seguridad debía inspeccionar de quienes se trataba y se sorprende al ver al Omega en el copiloto. El castaño no puede dirigir su mirada hacía el mismo, la última vez que lo vio fue tan humillante, esa tarde de lluvia y él con su maleta en mano, siendo echado de la casa por sus propios padres. No va a olvidar como ese alfa le dio una mirada llena de pena y ni siquiera pudo acercarse a ofrecerle ayuda porque su padre se lo había ordenado.