My sweet Omega • KookTae

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- ¿Ya se enteraron del nuevo chisme?

Todo el aula le puso atención al beta que ingresaba al lugar a carcajadas mientras finge limpiarse las lágrimas de sus mejillas.

- ¿Cuál de todos? - Pregunta una de las Omegas del fondo.

- Que la zorrita se metió con el novio de Suni.

La reacción de todos los presentes fue atónita cuando se mencionó a dicha Omega, más conocida como la capitana del club de porristas y una de las más temidas como también respetadas. Es una Omega capaz de todo cuando se siente amenaza, ya se conoció un caso cuando una persona intentó insinuarse a su alfa, la humillación que sufrió dicha persona es algo que es muy bien recordado hasta el día de la fecha.

- ¡Uh! Considerenlo como mosquita muerta.- Blabuceó uno de los estudiantes.

El castaño caminaba tratando de verse indiferente ante la multitud e intentando ignorar las acosadoras miradas que recibía. Esta vez era mucho peores que las anteriores, algunos lo señalaban mientras reían y otros lo veían con. . . ¿Lástima?

Pasó sobre alto la situación y volteó varias veces hacía todo lados su cabeza en busca de alguno de sus amigos, más no logró hayar a ni uno. Luego de haber llegado hasta la puerta de su salón y justo antes de que pudiera entrar, alguien jala de su suéter prácticamente arrastrándolo hasta lo que parecía ser los baños de Omegas.

Una vez dentro, confundido elevó su mirada encontrándose acorralado por algunas de la chicas porristas, pero su atención se la llevó la líder de éstas quien notoriamente soltaba feromonas de molestias y parecía como si estuviera por cazar a su presa.

Él era la presa.

- ¿Tú no aprendes verdad? - Escupe con enojo la Omega, acercándose unos pasos más hacía el joven que tomaba lugar el suelo.- ¿No entiendes lo que es no meterse con los alfas de los demás?

La primera bofetada se oyó en aquél cuarto, la mejilla del más joven obteniendo un color rojizo quedándose marcada la mano de la muchacha marcada en su piel, y sin que tuviera tiempo de reaccionar, lo cachetearon una tras otras. Taehyung sentía las lágrima recorrer su rostro y en un intento inútil quiso cubrirse el rostro, pero se sentía tan débil que sin esfuerzo se la quitaron para seguir golpeandolo.

- Escuchame bien.- El castaño chilló cuando fue jalado de cabello obligado a levantar la vista.- Que los demás Omega te hayan dejado pasar a mi verdaderamente no me interesa, pero yo no voy a ser como ellos y lo sabías bien.

El cuerpo del menor tembló y tragó saliva ante la voz con la que se le estaba dirigiendo la chica.

- ¡No llores, maldito! - La mano de Suni se estrelló nuevamente sobre el rostro del chico, quien no hacía más que deshacerse en sollozos lastimeros.- Muerete, total. . . ¿A quién le vas a importar si todos te odian? Es más, nos harías un favor.

Las demás chicas que se encontraban en el lugar no pudieron evitar reírse de lo dicho por la capitana, apoyandola en lo que decía. Los ojitos cristalizados de muchacho recorrieron cada una de las presentes, entrando en pánico cuando pudo divisar a una que sostenía su teléfono y el flash de éste indicaba que estaba grabando. Con las fuerzas que le quedaba intentó ponerse de pies, anhelaba salir de aquél sitio lo más pronto posible, se sentía demasiado humillado y el hecho de haber sido grabado no le ayudaba en nada.

- Espera, espera, espera.- Sonríe de manera arrogante tomandolo del suéter impidiendo que se fuera.- Aún no terminó tu lección.

Entonces ve a la rubia, identificada como Youngmi, pasarle un envase de café a Suni para que próximamente la susodicha dejara derramar la caliente bebida sobre el cuerpo y parte del rostro del castaño. Taehyung gritó por el ardor que sintió cuando el líquido hizo contraste con su piel, le estaba ardiendo demasiado quiero puso evitar comenzar a llorar como un bebé mientras corría a los lavabos para echarse agua en las zonas afectadas.