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El castaño acaricia con cariño el crecido vientre de su amigo, no podía creer que estaba en el quinto mes de gestación. Adoraba estar así, echado junto al menor en el sofá platicando o simplemente no haciendo nada, solo pasando su mano por encima de donde su pequeño sobrino crecía.

- ¿Ya sabes que nombre le pondrás? - Preguntó, sin cesar las muestras de afecto.

Yeonjun muchas veces se reía de la actitud que el otro Omega tenía sobre el, es demasiado sobreprotetor y amoroso. Si algo se le antoja, él siempre corría para conseguirlo. Si algo le molestaba, rápidamente trataba de solucionarlo. Si se sentía mal, él siempre estaba allí para consolarlo. Realmente se comportaba como si fuese el padre Alfa del cachorro, y de más estar decir que no le dejaba hacer absolutamente nada por su estado.

- Minki. Me gusta ese nombre.- Responde antes de dar un bocado del pastel que yacía en plato en su mano.

- Choi Minki.- Pronuncia despacio y de forma lenta, como si lo estuviera probando.- Suena bonito.

- La verdad si.- Concuerda curbando sus labios en una ligera sonrisa. Lleva una de sus manos a su pancita y la acaricia con delicadeza.- Es el único que me gustó hasta ahora. Pero quien sabe, todavía tengo un par de meses.

- No le has contado al imbécil sobre esto. ¿Verdad? - El semblante se le cambia de manera drástica, tratando de divagar y adentrarse en otro tema de conversación.

- No.- Ríe bajito mientras niega levemente con la cabeza.- Tampoco tengo demasiadas ganas de hacerlo. Quiero pasar mi embarazo en un aura tranquila y sin preocupaciones, por el momento.

- El tiene que saberlo y por mucho que odie decirlo, sabes que es verdad.

El peliazul no refuta, cambia las palabras por un abundante silencio. Sabe que es el mayor tenía razón y que no podía ocultarle al alfa sobre la espera del cachorro que en pocos meses estará en su brazos, y el cual en algún momento de la vida necesitaría de su otro progenitor. No había visto al peligris hace dos meses, exactamente desde que abandonó las clases presenciales para continuarlas online, debido a que su vientre ya había comenzado a crecer y no quería exponerse ni ser señalado por sus compañeros.

Muchas veces se planteó esa escena, de él y el alfa entablado una conversación agresor de su cachorro. Le daba pánico. Tenía miedo de hablar sobre eso, porque sería demasiado raro que de repente apareciera con una enorme barriga y confesandole que el era el padre del pequeño fruto que crecía dentro suyo.

- He oído que ha estado preguntado frecuentemente por ti, por no decir que todos los días.- Le cuenta su amigo, haciéndolo salir de su ensoñación.

- ¿Por qué lo haría? - Cuestiona sonriendo, pero en la mueca no hubo rastro de felicidad, sino más bien de burla.- La última vez lo vi muy agusto con Arin en los pasillos.

- Lamentablemente eso no le quita el hecho de que tenga que saber sobre su hijo.- El menor asiente y baja la postura de la cabeza cuando siente las lágrimas aproximarse. Pero ya no quería llorar por aquél imbécil que lo dejo con el corazón roto.- Sé sobre el miedo que estas experimentando y sabes que no te dejaré hacer esto solo. Lo llamaremos y citaremos para que venga aquí, tendremos una conversación civilizada y sin importar su decisión, nosotros seguiremos como estamos.

- Está bien, creo que puedo hacerlo.- Responde tratando de sonreír y restarle importancia a la opresión que siente en el pecho.

Luego de aquellas palabras, el silencio nuevamente habita en la habitación, pero esta vez con menor, podría decirse que era casi nula la incomodidad, sin embargo Yeonjun lo notaba. No pasaba por alto lo pensativo y alejado de la realidad que se encontraba el mayor últimamente, hace semanas para ser más exactos.

My sweet Omega  •  KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora