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El reloj marcaba las tres de aquélla fría y tormentosa madrugada. El castaño luchaba con el insomnio como cada noche, no le era raro y el hecho del viento que hacía contraste con su ventana fuertemente junto con el ruido de los relámpagos, no era algo que ayudaba mucho a la situación. Se rindió cuando supo que era en vano intentar e incluso obligarse a dormir, quizás la razón de no poder conciliar el sueño también se debía por aquél azabache dormía al otro lado del pasillo.

¿Pero por qué? ¿Por qué tendría que estar tan nervioso?

Era normal, los amigos siempre suelen dormir en la casa del otro, no era algo fuera de lo común, pero ahí lo tenían a Taehyung, comiéndose las uñas con miles de preguntas rondando por su mente. Miró el techo sacudió la cabeza reiteradas veces en forma de negación, trató de borrar y alejar aquéllos pensamientos absurdos. Debía dejar las preocupaciones de lado, por lo menos una vez en la vida.

Se levantó de la cama con la idea de ir hasta la cocina para prepararse una café, luego regresar y ver que encontraba para ver en la televisión, estuvo un buen tipo tratando de encontrar sus pantuflas, que otra vez, se habían perdido. Una vez con estás puestas emprendió camino hacía su destino, pero primero paso por la habitación de su pequeña para chequear que ésta aún se encuentre dormida, y efectivamente lo estaba, a esa niña ni el tremendo tormentón la hacía despertar, sonríe cuando ve a su cachorra dormir plácidamente y vuelve a cerrar la puerta al salir del cuarto, nuevamente emprendiendo camino. Avanza unos cuantos pasos hasta que un ruido lo hace detenerse frente a la puerta de la habitación donde el otro joven estaba siendo hospedado, un escalofrío recorrió todo su cuerpo hasta las puntas de sus pies cuando oye un gruñido. No, no era uno, eran muchos, uno tras otro, se oían demasiado fuerte parecía como si algo o alguien lo estuviera molestando.

El Omega se encontraba demasiado preocupado, no quería invadir la privacidad del mayor, pero joder, le estaba causando mucho miedo de que algo estuviera pasando, quizás se trataba de una pesadilla que éste estaba presentando. Se cuestionó reiteradas veces mientras sostenía el picaporte de la puerta, se preguntaba si estaba bien o no entrar, cerró los ojos y suspiró profundo ejerciendo presión abriendo y haciéndose paso.

Oh, santo Cristo.

Esa imagen si era algo que no se le iba a borrar de la mente jamás.

Si, efectivamente el azabache estaba gruñendo con fervor, eran tan altos que asustaban, pero eso no era todo, éste se revolcaba en la cama de manera desesperada y el fuerte aroma esparcido por toda habitación se adentró en sus fosas nasales, cosa que le hizo comprender a la perfección la situación dada. El azabache se encontraba completamente desnudo sobre el colchón, las sábanas arrojadas por el suelo. Taehyung quedó atónito viendo al alfa masturbandose, deseaba no haber sido tan curioso.

Jungkook por su parte, se encontraba demasiado ocupado como para pensar en otra cosa, eso hasta que percibe y capta otro aroma ajeno al suyo. Abre los ojos para saber si solo lo estaba imaginando o que, pero la grata sorpresa que se llevó al ver que estaba siendo observado por dicho Omega.

- ¡Lo siento! ¡Lo siento! - Es lo único que se le ocurre decir al joven que se encontraba en la entrada.

El pelinegro actuó de forma rápida cuando ve las intenciones del otro y se acerca a éste a pasos veloces, lo toma de la mano le bloquea la salida.

Kim es obligado a tragar saliva al tener el cuerpo de su completamente desnudo y a una lejanía escasa, levanta su mirada para conectar con la del mismo y supo que estaba atrapado. Los ojos azules, lo estaban recorriendo sin pudor alguno, éstos denotaban el deseo que el lobo estaba sintiendo.

- ¿Gguk? - Pregunta con miedo y nerviosismo a la vez.

- Tanto tiempo, cielo.

El que ahora estaba presente no era Jungkook, sino que se traba de Gguk, el lobo del azabache estaba haciéndose paso. Taehyung no supo explicar con una palabra precisa la sensación que estaba sintiendo, pero había sido unos largos años desde que tuvo el último encuentro con el susodicho.

My sweet Omega  •  KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora