La inocente y dulce Jazzlyn Parker, está enamorada del chico malo de su clase; Devon Gray. Él parece no notarla, nunca. Aún con esa belleza sublime y femenina, le resulta un poco complicado acercarse al chico-problemático.
Jackson Leckie.
Él parece...
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—Tranquilízate un poco, ni siquiera le has dado la oportunidad de explicar nada. Quizás no es nada malo y tú estás aquí partiéndote la cabeza en dos por los benditos celos, Jazz.
No y no.
No estoy exagerando nada, mucho menos por esa mirada que le dio Jax a su amigo. Estaba tratando de hacerlo callar porque seguramente sí hay algo comprometedor. Por eso mismo no dejo que Isaí siguiera hablando conmigo, por eso mismo lo apartó de mí.
—Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad Vera.
Si es cierto ese maldito dicho estoy acabada.
Mi pecho vuelve a sufrir las consecuencias gracias a mis pensamientos, gracias a ese gesto preocupado que tenía Jax enfrente de mí. Parecía estar en problemas por ese comentario... ¿Qué maldita chica estuvo con él? ¿Por qué está ocultándolo?
Aprieto mis labios sintiendo el enfado recorrer cada vena de mi cuerpo, sintiéndome engañada e imbécil por confiar tan profundamente en él.
—Puede ser. Pero ahora no puedes simplemente escapar de él, es tu novio, deben hablar —Vera me anima pasándome un vaso con cerveza, sonríe para mí volviendo su vista hasta el lugar de Jax.
Él sigue en esa misma pared con ese muchacho. De no haber sido por mi tono molesto no habría logrado que me diera espacio para estar a solas sin él. Al principio quiso obligarme para que lo escuchara, pero mis pensamientos rebosando de celos no le dieron oportunidad para persuadirme a estar frente a él escuchándolo.
—Ahora no quiero hablar con él —replico decidida.
Vera echa su cabeza hacia atrás bebiendo lo que resta de su cerveza, muy tranquila a comparación mía.
—Tienes que hacerlo. No puedes simplemente terminar con esto por un comentario de un desconocido y mucho menos sin dejarlo explicarse.
¿Terminar con esto?
¿Terminar con él por esto?
No. No.
Apenas empezamos nuestra relación como para terminarla. A menos que él haya hecho algo como ser infiel o parecido a eso, entonces sí tendría un verdadero problema.
Espero que no sea eso...
—Él no ha dejado de verte desde que llegaste aquí conmigo —dice mi amiga, pero no me permito corroborarlo.
Me quedo con la vista hacia enfrente mirando al otro lado de la fiesta.
De momento Dany regresa cargando tres vasos de cerveza, le entrega uno a Vera quien rápidamente se deshace del que trae vacío en la mano dejándolo en el piso y llevándose el nuevo a sus labios.
—Jazz —pronuncia entregándome un vaso a mí.
Hago lo mismo que Vera después de vaciar lo que queda en mi vaso hacia el nuevo.
