Capítulo 5

558 48 5
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


           —Es lo peor que me han hecho —miro a Vera, ella nota que en verdad estoy molesta. —Admito que Jax sí me gusta, pero no tenían por qué dejarme en ridículo... ¡Los odio!

Es mentira, pero de algo tiene que servir para demostrar mi enfado. ¡Y ultraje!

     —Cálmate —Mi amiga está de lo más tranquila, mientras yo muerdo las uñas de mis dedos. Esto es una total humillación ¿Cómo pueden dejarme en ridículo? Yo sé que no tengo suerte con los chicos, pero que mis propios amigos me dejaran en evidencia, como si fuera una fácil, no lo puedo tolerar.

¡Ay no! Jax, ¿Qué pensará de mí? ¿Qué soy una urgida? ¿Atrevida? ¿Una niña tonta que necesita a sus amigos para acercarme a alguien?

     —No es nada del otro mundo —continua, acostándose en la cama. A comparación mía, Vera se mira las uñas sin preocupación. —Sólo sal y dile que quieres que te ponga en cuatro...

Una risa nerviosa sale de mi boca. Si fuese cualquier otro día, estuviera riéndome de su comentario ¡pero no! Jax está afuera, hablando con el idiota de Mike... ¡Ay no! Ésta hablando con Mike ¿Y si me avergüenza más con esos comentarios estúpidos que dice? No digo que sea mentira lo que dijo por teléfono, pero Jax no tenía por qué escuchar eso.

No ahora.

Camino de un lado a otro, acariciando mi cabello hostilmente. Vera me arroja un colchón, me detengo a verla y ella me pone una mirada de qué haces.

     —No puedo salir. No puedo. No puedo... —Vuelvo a caminar de un lado a otro, escucho los pasos de mi amiga acercarse, pero no me detengo. —, sería humillante estar frente a él.

Vera coge mis brazos, me jala un poco hasta que pongo atención.

     —No seas cobarde. Mike te hizo un enorme favor —su despreocupación me pone más nerviosa, pero la escucho atenta—, así que sólo sal con ese chico que está esperando por ti afuera.

Ella suelta su agarre y yo vuelvo a caminar nerviosa.

     —No puedo salir nomas porque sí, ¿qué pensará de mí? de todo lo que dijo Mike...

Escucho la risa divertida de mi amiga, la cual me hace resoplar.

     — ¿Mike mintió? —pregunta, yo niego con la cabeza—, entonces qué hay de malo en que lo sepa. Jax vino, no lo conozco ni un poco, pero que un desconocido haya venido por las tonterías que dijo Mike, sólo para verte... significa algo, así que ve a con él. No lo hagas esperar.

Ahora la que ríe soy yo. ¿Jax vino por que le gusto? Ni siquiera me conoce. Ni siquiera me ha visto por más de cinco minutos.

     — ¡Tal vez vino porque Mike insistió! —gimo. Ese pensamiento hace que vuelva a mordisquear mis pobres uñas. —Tal vez vino porque es educado, ¡o por presión!

Para ti de alguien más ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora