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JESSI & HYUNA

Sus ojos se cerraban del cansancio. Ya no quería cumplir con su agenda, ya no quería ir al programa y mucho menos intentar mantenerse despierta. Solo quería su preciada cama y aire acondicionado, porque el verano estaba que quemaba.

– ¿Ella le da miedo?

– Eso me dijo Adora noona.

– Si con esa carita de demonio a quien no asustaría... ¡Oye!

Beomgyu se quejó cuando la almohada que usaba Yena para dormir impactó contra su rostro e hizo caer su botella de agua.

– Dejen de murmurar, los escucho claramente y sé muy bien de quién están hablando – contestó abriendo sus ojos para ver a los dos Choi, Yeonjun y Beomgyu, sentados delante suyo.

– ¿Estás consciente de que le das miedo a Yuuki-chan? – pregunto Yeonjun.

Asintió frotando sus ojos y darse cuenta que aun seguían en la camioneta, rumbo a Music Bank.

– ¿Sigo sin entender por qué? – Yena dirigió su mirada a su mejor amigo – ¿Qué le has hecho?

– Que yo sepa nada – respondió sin interés – La vez que la conocí, le grité porque no dejará de tartamudear y yo también estaba histérica porque Adora unnie se había desmayado. De ahí solo crucé unas cuantas palabras con ella. Soobin no deja de molestarme todos los días, para que me acerque a Ritsuke Yukino.

– ¿Te molesta eso? – preguntó el mánager Noh, era quien conducía.

– No es que me moleste que Soobin sea cercano a Ritsuke Yukino y que mande indirectas de lo mucho que tenemos en común. Es solo que me siento incómoda estando al lado de ella y no puedo resistirme de actuar de una forma fría. El miedo de que lastime, sigue presente.

– Nuestra Yena, aún sigue teniendo miedo – murmuró Yeonjun abriendo sus brazos para recibirla en un abrazo – Tranquila Yena, estamos nosotros para cuidarte.

– Estabas progresando mucho con tus terapias y por un descuido nuestro, regresamos al inicio – se culpó Beomgyu – Pero Yuuki-chan y tú tienen la misma nacionalidad y es poca la diferencia de edad. Tal vez puedas hacerte cercana a ella como lo eres con Niki.

Ritsuke Yukino, era la última solista que había lanzado la agencia y fueron pocas las veces que Yena cruzó palabras con ella. No solo sus compañeros, Adora, Bang PD-nim y la maknae line de Enhypen, le habían dicho que era una chica dulce y muy respetuosa, además tenía que admitir que tenía ese lado torpe que le hacía reír a Yena. Como la vez que junto a Beomgyu, la vio actuar de forma extraña por los pasillos de Inkigayo y fingir ser el mal intento de un espía secreto, un vez que ella desapareció por los pasillos, ambos no tardaron en reírse de ella.

– Muy bien, Yeonjun y Mellizos, llegamos – informó el mánager – Bajen sus cosas, porque vas a estar un buen rato aquí.

Hoy, aparte de ser invitados a la transmisión de mitad de año de Music Bank. Tenían un pequeño fansign online con sus fans y después podrían regresar a su agencia.

– Escucharon Mellizos, bajen sus cosas – Yeonjun cogió su mochila con su celular.

Tanto Yena cómo Beomgyu asintieron. Los mánager, el personal del staff y sus miembros, los llamaban por ese apodo que les había puesto su jefe. Ya que ambos idol del 2001, se comportaban como dos hermanos mellizos, comían y compartían su comida, compartían ropa y pasaban más tiempo juntos. Eran los mellizos de Hybe. Aunque sean de distintas nacionalidades.

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– ¡Hirokawa Yena! – se colocó torpemente las pantuflas – ¡Te doy cinco minutos!