JAPÓN

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Había olvidado que era subirse a un avión. Que era viajar por dos horas y escuchar las quejas de las personas que la acompañaban. La horrible comida que siempre le servían y el hecho de tener que esconderse de algunas fans que la reconocían. Sus ansiadas vacaciones por fin le habían tocado, una vez que su hermana mayor se enteró, no dudo en pedir un mes libre para poder regresar a Japón en compañía de Yena.

Le gustaba viajar, pero no le gustaba la sensación que sentía cuando el avión despegaba.

- Yena, ¿Tienes miedo? - pregunto en japones su hermana mayor.

Apretó con fuerza sus manos para dejar de ver la ventana y dirigir la mirada hacia su hermana mayor.

- N-n-no - murmuro con una voz temblorosa - Ya no tengo miedo...

Mei solo río para tomar la mano de Yena. Le sorprendió que Yena aceptara en regresar a su país con ella. Después de todo, su padre las esperaba con ansias a las dos. Había comprado un vuelo que salía en la madrugada, para evitar que las personas incomodaran a la Idol y porque Yena iba cubierta de pies a cabeza y observando a sus alrededores para estar atenta de cualquier cosa que le pueda suceder.

- Pasajeros del viaje Seúl-Tokio, el capitán se encuentra satisfecho de anunciarles ya nos encontramos en el aire. Espero que estén teniendo un buen viaje. En dos horas estaremos llegando a Tokio, Japón.

Sus cinco compañeros se habían enojado con ella, porque estas vacaciones no se quedarían en Seúl y no visitaría a las familias de los chicos. Solo había ido a despedirse de Beomgyu antes de partir a Daegu, Soobin la llevo a desayunar con su familia y paso una linda mañana con el sobrino de su líder, Yeonjun le toco la hora del almuerzo y recibió los mimos de la madre del mayor, con Huening Kai fue hacer comprar para regalarle a la familia de su maknae, en especial a sus hermanas que siempre la trataban bien y por último fue a cenar con la familia Kang (en compañía del maknae) y los tres se quedaron hasta tarde viendo películas de Netflix, porque a primera hora su hermana mayor vino a recogerla para llevarla al aeropuerto.

El viaje fue tranquilo, se puso a escuchar música en su celular, pidió un poco de comida (que se arrepintió después) y cuando fue al baño se encontró con una fan que le pido una firma en su celular. Sin olvidar que se puso a ver película mientras su hermana se quedaba dormida en todo el vuelo. También se tomó demasiadas fotos con su hámster y publico algunas en Twitter y otras para Weverse.

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Reprimió su risa al ver como su hermana buscaba algo en su bolso. Siguió empujando el pequeño carrito donde estaban sus maletas y se dirigió a la puerta centrar del aeropuerto de Naha. Me agacho un poco para ver la jaula de viaje de su hámster y verificar que el roedor este dormido y la haya pasado bien en el viaje.

- ¿Que buscas Neesan? - pregunto, escondiendo su sonrisa debajo de mascarilla.

- Mi cartera - murmuro para detener el carrito y colocar su bolso en una de las maletas y buscar más a fondo - Lo tenía cuando salíamos de la inspección.

- Era de color negro con el sticker de un koala - Yena solo saco la cartera de su chaqueta y se la mostró - Nee-san, no sabía que comprabas nuestra mercancía...

- ¡Yena! - grito Mei para arrebatarle la cartera - Llevo buscándola por minutos y te divertiste viendo mi estado de desesperación - asintió para soltar unas carcajadas.

- Lo dejaste en la mesa y lo guarde. Quería saber cuánto tiempo te demorabas en dar cuenta.

- Con esto no se juega - regaño la mayor - Apúrate, que tenemos que llegar a la prefectura de Okinawa, siempre se hace tráfico para salir de la cuidad de Naha.

- Por dios, eres peor que el manager Yun, con los tiempos - murmuro para caminar detrás de su hermana - Siempre regañándome porque vamos tarde.

Yena río al ver a su hermana mayor molesta. Hirokawa Mei era la mayor y con el tiempo había desarrollado una enorme paciencia, cosa que le faltaba a Yena, pero cuando se trataba de ir a un sitio, era una desesperada para llegar temprano.

- Neesan no te olvides que tengo que ir a Tokio la semana que viene por una agenda.

- ¿No me dirás que es? - negro viendo como su hermana detenía un taxi - ¿Para qué iras a Tokio?

- Ni yo lo sé, solo que el mánager Go se molestara si no estoy en Tokio la semana que viene...

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Un viaje de una hora, escuchar al taxista tener una amigable conversación con su hermana y ver como ese hombre se quejaba de que sus hijas menores gastaban su dinero en álbumes de grupos de kpop y jpop. Yena quería reclamar cuando el taxista hablo de su grupo y la critico. Mei en su lugar solo le dio su celular para que jugara en lo que quedaba del viaje.

- Muchas gracias - menciono Mei al hombre mayor.

Bajo del taxi, colgó bien su mochila y sujeto con fuerza la jaula del roedor. Delante suyo estaba la casa que la vio crecer, donde tenía millones de recuerdos suyos y donde vivía aun su familia. No había cambiado nada en cinco años. El jardín estaba bien cuidado, las paredes de la casa y cerca estaban recién pintadas, hasta parecía que acaban de terminar de lavar el auto de su padre. Todo estaba como lo había dejado.

Abrió la pequeña puerta para adentrarse al jardín. No había visto a su padre en años, tres para ser exactos. Toco el timbre y espero impaciente unos minutos.

– ¡Yena! – su cabello corto y sus casi dos metros de estatura – ¡Mei neesan!

Abrió sus ojos sorprendida al ver como Kaori, su tercera hermana, la abrazo y alzaba un poco en el aire.

– ¡Otoosan! – grito Sakura, la segunda mayor – ¡Mei neesan y Yena llegaron!

Yena no solo recibió un caluroso abrazo de dos de sus hermanas mayores, sino que cuando vio a su padre aparecer por las escaleras que llevaban al segundo piso. Dejo la jaula de viaje en el suelo y tiro sus maletas, corrió lo más rápido para abrazar a su padre.

– Otoosan... Te extrañe mucho...

Murmuro con la voz entrecortada y escondiendo su cabeza en el cuello de su padre. Un pequeño gesto que solía hacer cuando tenía miedo y estaba siendo consolada por alguien de su grupo.

– Mi pequeña Yena, estas en casa otra vez.

Aquella casa que estaba cerca de la costa de Okinawa, apartada de la cuidad, la que en sus paredes tenía escrito la historia de cada integrante que lo habito y demasiadas anécdotas que contar.

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Ayer se cayo WhatsApp, Facebook e Instagram

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Ayer se cayo WhatsApp, Facebook e Instagram. Les juro que llame a CLARO para quejarme por su pésimo internet y mi hermana comenzó a gritar porque no podía enviarme su tarea.

Kath🐱

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