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TE PERDONO

Un silencio incomodo rondaba por la espaciosa sala de estar, ninguna había dicho nada en varios minutos. Yena jugaba inquieta con sus dedos, mirando un punto fijo en el suelo y rogando a los cielos que esto sea un sueño, un horrible sueño donde solo quería despertar de una vez. Podía escuchar como ambos maknaes discutían desde la cocina y más de una ocasión vio como la melena rubia cenizo de Misaki se asomó.

- Yo... - levanto la cabeza para ver como Azusa levantaba su bolso del suelo - Creo es mejor irme, ya me dejaste en claro una vez que no querías volver a verme. Pero Misaki-chan insistió tanto, nunca puedo decirle que no...

- Misaki-chan es un ángel. Su corazón no conoce la maldad - Azusa asintio ante las palabras de Yena - Han sido mala con ella desde que era una niña, pero ella siempre perdonaba con facilidad y sonreía siempre... ¿Qué buscas, Yoshida?

El tono de voz de Yena era diferente, hasta podía jurar como un aura negra rodeaba a la joven Idol. Tal vez fue mala idea aceptar la invitación de su padre y solo quería salir de ese incomodo momento, Yena ya le había bien en claro que no pensaba perdonarla, pero la culpa era grande en ella.

- Creo que sabes esa respuesta, pero ya me lo dejaste bien en claro ese día en la florería de la familia Ikema. Pero solo quiero que sepas que mis disculpas son sinceras y que en verdad lamento lo que sucedió.

- ¿Lo lamentas de verdad? - era una pregunta absurda, pero Azusa asintio - ¿Qué lamentas? Haberte metido en un problema que no era tuyo o que hayas sido una de las que corrió el rumor de que le robe a Mako.

- Lamento todo, como te dije ese día, éramos unas niñas que se dejaban engañar con facilidad. En especial yo... Siempre he sido dependiente de ustedes dos, porque era mis dos únicas amigas y pensaba que, si me ponía del lado de Mako, tu aceptarías quedarte en Okinawa y no te irías a Seúl. Que seguiríamos siendo amigas, iríamos a la misma universidad y... - Se cayo al ver como Yena llevo sus manos al suelo, para recoger una pequeña bola de pelos. - Pero comprendí que todos siguen caminos diferente, al poco tiempo que tú te fuiste, Mako consiguió un pase para volverse Trainee en JYP. Estaba sola... La razón por la que entre a ese concurso de baile en la escuela, no fue porque me gustara bailar, sino porque me gustaba pasar tiempo con ustedes dos. No sabes cómo lamento mi aptitud y como te trate.

Azusa tenía miedo... tenía miedo de perderlas. Tenía miedo a quedarse sola, así como ella. A diferencia de ella, Yena nunca llego a estar sola, pero Azusa sí.

- Yo también estaba sola, ¿sabes lo que se siente que las únicas personas que considerabas tus amigas, te den la espalda? ¿mudarte solo aun país desconocido? ¿Nos saber las costumbres o el idioma? ¿A quién contarle todo lo que sucedía?, yo nunca me sentí sola, porque había personas aquí que me querían.

- Lose, me quede sola en el salón de clase, no tenía amiga con las cual conversar, almorzar o simplemente pasar el rato... Una vez que debutaste por fin entendí cuál era tu verdadero sueño. Siempre te había gustado bailar y se nota cuando subes al escenario o cuando haces esos live de baile para MOA.

Yena solo acariciaba la cabeza de hámster, no quería mirarla porque Azusa era un mar de lágrimas. Sabía que, si la miraba, ella también iba a llorar y era lo que menos quería. Ella podía mantenerse fuerte, así cuando logra enfrentar a Karina o Somi, ella podría enfrentar a Azusa.

- Comprendo que no quieras perdonarme, no te lastimamos físicamente, sino psicológicamente. Entendí que los golpes logran desaparecer, pero las palabras siempre quedaran marcadas en nuestra memoria - ella asintio para mirar como su hámster estaba entretenido mordiendo su dedo. - Kanze Tooru-kun fue el único que te defendió y también fue uno de los más felices al enterarse de tu debut. Yo quería estar feliz al igual que el, pero había una culpa que no me dejaba tranquila. Busqué todas las formas de poder acercarme, fui a todos los eventos que tenían ustedes en Japón, te envié infinidad de cartas a la agencia y cuando tuve la oportunidad en la florería, me di cuenta del daño que te había echo... Fue un error seguir a Mako, pero tenía miedo de perder a una de mis mejores amigas.

Nunca pensó que Azusa podría ser ese tipo de persona que era dependiente de las demás, siempre había sido esa niña feliz que se quedaba mirando las flores y su más grande sueño era estudiar Botánica. Pero Azusa estaba acostumbra a una vida monótona, donde sino tenia a sus dos mejores amigas, se iba a sentir incompleta.

- Sera mejor que me vaya... - hablo, levándose del sofá y cogiendo su bolso.

- Te perdono - murmuro, mirando a su hámster, Azusa solo le quedo viendo, sin comprender que había dicho - Te perdono...

- Yena-chan... - hablo con una sonrisa y lágrimas en los ojos, se quejó acercar para abrazarla, pero al ver como ella marcaba la distancia se alejó.

- Mi perdón no significa que vaya a olvidar todo, ni encontrar excusas para el daño que se ustedes dos hicieron conmigo, ni reconciliarte contigo porque me des pena. Mi perdón es un tipo de paz que me ayudara a mí, para seguir tranquila con mi vida. - llevo su hámster a su cabeza, para que jugara con su cabello - Te perdono, pero jamás olvidare.

Azusa se limpió las lágrimas para asentir con una sonrisa. Intento no reí al ver por fin en persona como el hámster jugaba con el cabello de Yena, solo había visto al pequeño Gus en fotos y en algunos live que Yena lo presentaba.

Yena solo le levanto del sofá, para darse cuenta que todo ese tiempo había crecido más que Azusa. Se notaba que cuidaba su piel y traería un poco de maquillaje. Suspiro para seguir uno de los tantos consejos que Soobin le había dado y que una vez le pregunto a Minjeong si ella comenzaría de cero con la persona que la lastimo, a lo que la coreana le dijo que si, porque Yena la había perdonado a ella. Era una locura, pero, quería iniciar bien el año.

- Mucho gusto, mi nombre es Hirokawa Yena - extendió su mano, ganándose una mirada de duda de Azusa - Soy de Okinawa y formo parte de TOMORROW X TOGETHER.

- ¿Eh?

- Mi padre maneja un hotel muy importante en Okinawa, además es dueño del imperio hotelero de NAYU HOTELS, mi hermana mayor es doctora, la otra es modelo y diseñadora y la otra es parte del equipo nacional de Vóley de Japón. ¿Tú eres?

- Yoshida Azusa. - tomo la mano de Yena para darle un apretón - Soy de Okinawa y vine con una amiga a Seúl para pasar navidad juntas y asistir al concierto de fin de año de HYBE. También soy la persona que te envió las amapolas...

- Un gusto en conocerte - le devolvió el apretón para sonreír.

No era cualquier sonrisa, era una sonrisa sanadora para Yena. Sentía como si un gran peso saliera dentro de ella, como si ahora pudiera respirar mejor y no seguir viviendo con un miedo. Un miedo que ella también experimento.

«• • •»

Esto es algo que llevo queriendo escribir y siento que es algo importante para la vida de Yena. Ella es como todo ser humano, que sabe perdonar.

No quedo como tenia pensando, porque el capitulo se me borro varias veces y conforme iba escribiendo, cambiaba mis ideas.