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BUFANDAS

Levantó dos bufandas del mismo modelo pero de colores muy diferentes. El mayor solo dio un mordisco a su manzana para ver como Yena pedía su aprobación de una de ellas. Señaló una blanca, después de todo iba juego con su ropa.

- ¡Muy bien, la celeste! - mencionó alegre la japonesa para colocársela.

- ¡Porque me preguntas, si al final vas a escoger tu! - regaño Beomgyu, para tirarse en la cama de Yena y cogiendo su celular. – Los hyung quieren que dejes de usar tus bufandas.

Miro discretamente el nuevo espacio del armario de Yena. Donde estaban distintos tipos de bufandas, colores y texturas, al parecer se había acostumbrado a usar bufandas.

Yena solo lo ignoro para buscar los aretes que más le llamaban la atención y el collar que iba con el anillo de su madre.

Se miró en el espejo que Yeonjun y Taehyun voluntariamente se habían encargado de colocar y solo enrollo la bufanda en su cuello. Tocó con delicadeza la cicatriz de su operación, ya no era muy notoria como la primera vez, pero aún se veía una marca rojiza en su piel. No sabía donde había tenido el valor para poder participar en los preparativos de su comeback, con las secciones de foto y las filmaciones de sus videos promocionales. Siempre que veía su foto, no podía evitar mirar la cicatriz, casi ya inexistente.

- Te pasaste de fría - dejó de mirarse en el espejo para ver a su mejor amigo, revisar su celular - "Ojala no te jale un demonio, mientras vas al baño. ¿Conoces a Hanako-san?" como le vas a poner eso a Minjeong-ah, siendo las 3:15am.

- En mi defensa, ella inició - murmuró con una sonrisa, recordando las conversaciones que tenía con la integrante de AESPA a altas horas de la madrugada. - Yo estaba viendo mi película tranquila, cuando Minjeong escribió diciendo que tenía insomnio y que iba ir al baño

- Y no se te ocurrió mejor aliento, que preguntarle si conoce a Hanako-san. Peor aún, que se la lleve un demonio - Yena asintió con una sonrisa en su rostro, mientras se colocaba su collar y buscaba en las cajas de zapatos, los que quería usar ese día - Cuando dejaras de ver películas de terror en la madrugada.

- No era terror - murmuro, sacando unos tenis de color gris - Era sobre alienígenas, pero tenia su toque de terror, no lo voy a negar.

El castaño solo negó con su cabeza, la relación de amistad que tenía Yena con la integrante de AESPA era medio extraña pero se sentía tranquilo porque Kim Minjeong no había mostrado una señal de querer lastimarla. Si Yena era sarcástica por chat, Winter podía arreglársela para poder sacar su lado más random y poder tener una conversación entretenida por horas. Como la vez ambas se pusieron a analizar "Dumbo" y terminaron llorando por el significado que le dieron a esa película infantil.

Beomgyu solo devolvió de celular de Yena, cuando Soobin le aviso que Yeonjun habia terminado de ducharse. Yena siempre era una de las primeras en darse una ducha, así que no se preocupaba por estar quitándose los turnos con ellos. El único momento donde discutían eran en la noche, donde todos regresaban cansados y solo había dos duchas para seis personas.

- ¡Sacate esa bufanda! - regaño Yeonjun, secando su cabello con una toalla y entrando a la habitación de Yena - Estamos en primavera, y las bufandas no están de moda.

- No hablo con narcisistas - molesto la japonesa - Yo decido como vestirme, estamos en una democracia.

- Yena ya no debes usarla. Tu cicatriz casi ni se nota - se acercó a la japonesa para ver como tenía un espacio para todas las bufandas - Además nosotros ni te molestamos con eso.

- Saben que si lo hacen, los bañare con la pistola de agua - respondió, señalando su arma. - Dejame usarla.

Tocó su cicatriz con delicadeza, tenía razón, ya casi ni se notaba gracias las cremas que Lea le había regalado y los tratamientos para la piel que Winter le había hecho usar. Su herida se había curado demasiado rápido gracias a la ayuda de ellas dos. Pero no se sentía segura para dejarla aún. Solía estar sin bufanda en los ensayos, porque la hacía sudar. Pero después se lo colocaba.

- ¡Yena, vamos! - acomodo su cabello al escuchar la voz del mánager Noh.

Yeonjun no pudo evitar convencerla de dejar su bufanda. Ella había salido lo más rápido de su habitación donde su mánager. Después todo, su agenda iniciaba antes. Por ellos llegaría el mánager Go, para ir al set de filmación del ToDo.

- ¡Noona se ve bonita! - halago el maknae al verla entrar, él estaba tomando su desayuno.

- ¡Por eso eres mi bebe favorito! - contestó, haciendo reír al maknae, que le giño el ojo.

- ¿Por qué sigues con bufanda? – preguntó su líder. – Ya debes dejarlas.

– ¡Ustedes no deciden mi ropa! – regaño, acomodándose la bufanda y viendo como el mánager agenda algo en su celular.

– La cicatriz ya casi ni se nota...

– A nadie de nosotros nos importa – mención Yeonjun.

– Noona deberías sentirte orgullosa – hablo el menor – Es tu herida de guerra, una guerra que ganaste.

– Aún no sabemos – murmuró Yena, jugando con el anillo de su collar – Si ese tumor no se expandió a otro lado de mi cuerpo y puede...

– ¡Eso no va a pasar! – grito Soobin para tomarla por los hombros – Tu ganaste esa guerra y esa herida en tu cuello es prueba de eso.

– Soobin-ahh tiene razón, los exámenes de los meses pasados han dado negativo – ánimo Yeonjun – Éste también lo dará.

Yena solo bajo la mirada ver como su maknae le sonreía y asentía con la cabeza. Le daba vergüenza esa cicatriz, era horrible pero gracias a los cuidados que le dio estaba desapareciendo. También no le gustaba cuando caminaba por los pasillos de HYBE como las demás personas la miraban y murmuraban entre ellas, y por último estaba cansada de los estereotipos de ese país. El mánager le había recomendado que se vista más femenina para no levantar falsos rumores y la única solución que había tenido era tener videollamadas con Winter en las noches y la ayude a escoger su ropa.

– Sacate esa bufanda – pidió Soobin.

– Nadie verá tu cicatriz – insistió Yeonjun.

– Entiendan que no me siento segura aún – murmuró – Yo veré cuando sea el momento adecuado para poder sacarla, es mi decisión.

– Yena...

Ella solo les sonrió para ir junto al mánager Noh al hospital. Hoy era ese día donde le sacaban sangre para poder hacer sus análisis y ver si estaba mejor. Lo único malo eran las agujas, su mayor temor, odiaba que le sacaran sangre.

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Ya no falta casi nada para el comeback!
Muero por escuchar el álbum y el inicio de nueva era.