¿VENGARSE, PARA QUE?

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Estaban a menos de 7° grados y su mano estaba más fría que un cubo de hielo. Tal vez debió sacar un par de guantes, pero ya era muy tarde.

- ¿Por qué yo? - pregunto el pelinegro que estaba a un lado de ella.

- Porque eres mi mejor amigo - respondió, escondiendo sus manos en su bolsillo.

- Esa no es la respuesta que busco. ¡Yena me arrebataste mi sueño!

- No seas quejón - murmuró - Te pasas durmiendo todo el día y cuando tu compañera de grupo, tu amiga del alma y casi tu hermana que siempre has querido pero no has pedido, te pide que la acompañe a un sitio, tú tienes que seguirla. Son los códigos de los mejores amigos.

- Cuando acordamos esos códigos - murmuró con una sonrisa.

- Ni yo lo recuerdo, pero ese es uno de los códigos. Cuando tu mejor amiga te diga: "Acompáñame a tal sitio", tu respondes: "Si" - Beomgyu no tardó en reír - Es igual, que cuando los cinco se lleguen a interesar en alguien, primero la tengo que evaluarla yo para saber si es digna de ustedes.

- ¿Quién te dio ese derecho?

- Es que no cualquiera puede salir con las persona que quiero como hermanos. Así que ya estás advertido, primero consulta conmigo - Yena abrió la puerta de una tienda de ropa masculina y dejó pasar al pelinegro – Así que ayúdame a buscar mi regalo a Soobin.

– ¡Yena! – gruño molesto – ¡Si ibas a comprarle ropa, le hubieras pedido ayuda a Yeonjun!

– ¡Callate y camina! – le gritó la japonesa tomando su mano y jalando al pasillo de chaquetas.

– ¡Yenaaaaaa!

Así se pasaron dos horas, donde Yena tenía a Beomgyu probándose ropa que era una talla más grande y pidiéndole su opinión. Al final Beomgyu terminó colaborando porque iban a compartir el regalo, ya que a él le dio flojera comprar el suyo para su líder.

Yena lo hacía probarse remeras, chaquetas, camisas, short, sudaderas y pantalones jeans. Pero ninguno de los dos se ponía de acuerdo en que comprar.

– ¡Ah! – un chillido femenino le hizo doler la cabeza – ¡Appa le gustara! ¡HeeSun, mira!

Apretó suave dientes cuando reconoció esa voz. Y el cabello rubio teñido se lo confirmó. Yena no sabía qué mal había hecho para terminar encontrándose a una de las personas que la odiaba en una tienda de ropa para hombres. ¿Acaso el mundo la estaba castigando por no dejar a Beomgyu dormir? O ¿Porque cambio el shampoo de Yeonjun por tinte de color rojo?

– Yena... – levantó su cabeza, porque su absurda técnica de camuflaje falló – ¿Acaso estás buscando tu ropa?

– ¿Por qué no vas a ver si está lloviendo en la esquina, Somi? – murmuró con desprecio, mandándola fuera de su vista.

– Yo se lo dije a todos, solo finge su personalidad – le susurro para ella misma y ganándose la mirada de furia de Yena – Y se nota que no se ve bien sin maquillaje.

– Mira quien habla – regaño apretando los dientes. – Jeon, deberías tratar de comer un poco de maquillaje para ser más bella por dentro.

– No sé qué cualidades puedes tener para compensar la actitud que tienes.

– Puedo explicártelo pero no creo que puedas entenderlo por ti misma – Yena seguir de brazos cruzados y sentada en ese sofá, esperando que Beomgyu terminara de cambiarse para ver si ese era el conjunto deportivo que comprarían – Lástima que no puedas usar Photoshop en tu personalidad.

– Hirokawa, sabías que la envidia es una enfermedad… espero que te mejores – Somi llevo ambos brazos a su cintura para poner todo su peso en una de sus piernas – Envidias mi éxito, mi talento, mi baile, mi visual, mi...

– ¿Ya terminaste? – preguntó rodando los ojos y una sonrisa sínica – De solo escuchar tu voz, me da dolor de cabeza.

– Ésta es la razón por la que la gente habla mal de ti cuando no estás – atacó, sabiendo que no podría ganar esa guerra de insultos. Porque Yena siempre llevaba la delantera.

– Estaría de acuerdo contigo pero luego ambas estaríamos equivocadas. – se levantó para quedar a la altura de Somi y darle una mirada fría – Sabes Jeon, no juzgues a las personas sin conocer. No sabes mi historia y sé muy bien que no te interesa.

– ¡Increíble!– aplaudió dando un paso lejos de Yena – Realmente estás dando lo mejor de ti, Marimacho. Yo solo trataba de ser buena contigo. Veo que todos los rumores tuyos son ciertos.

– Me han dicho cosas peores y gente mucho mejor que tú, Jeon. Tu y yo sabemos que tienes otras intenciones y solo quieres verme humillada... Eres tan brillante como un agujero negro y el doble de denso.

– ¡Me has llamado gorda! – chillo molesta Somi.

Yena estaba lista para recibir el golpe en su mejilla por parte de Somi, pero ver cómo Beomgyu se colocaba delante de ella para protegerla. Ella jamás daba el primer golpe, por sabia que a pesar que era mas delgada, tenia mas fuerza.

La expresión de enojo de Somi, cambió a una más tranquila y con una sonrisa falsa.

– Espero que el resto de tu día sea tan agradable como tú - murmuró con enojo y sujetando con fuerza su bolso para poder retirarse – Nos vemos pronto, Marim... Digo Yena.

– Disculpa pero tengo cosas mejores con las que perder el tiempo – Yena se dio media vuelta para regresar a un estante de camisas a rayas.

La persona que acompañaba a Somi, solo la tomó del brazo para poder alejarse de Beomgyu y Yena. La japonesa solo mordía sus labios para no cometer una locura y rebajarse al nivel de Somi y contestarle los insultos y apodos.

– Si Unnie, no te miento – Beomgyu escucho cuando Somi le hablaba a su acompañante – No solo ya la vi tomando pastillas anticonceptivas, la forma en cómo se comporta con sus compañeros y la sonrisa que le da sus fans, se nota a kilómetros que es falsa... Hasta puedo jurar que es bulimica por lo delgada que es...

– Yen – se dio media vuelta la ir donde se encontraba la japonesa mirando sudaderas de color entero –  ¿No piensas en vengarte?

– ¿Vengarme? ¿Para qué? La gente mala se destruye sola – respondió sacando una sudadera negra – A la "Pinki" – hizo comillas con sus dedos – muy pronto le caerá el karma... ¿Crees que le quede a Soobin? O ¿Tienes otra idea de regalo?

– ¿Y si le compramos algo para Odi?

– ¡Ya sé! – aplaudió en el aire y dejó la sudadera en su lugar – ¡Spiderman! Ustedes llevan hablando de esa película por meses, el mejor regalo sería comprarles las entradas para el estreno.

–¿Por qué no se nos ocurrió hace horas? – preguntó con un tono de sarcasmo.

– Soy la mejor... ¡Cambiate rápido para ir a comprar las entradas al cine de Samseong-dong!... ¡Ahora!

– ¡Ya Cruela!

– ¡Ya Cruela!

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No es que odie a Somi, pero siempre me imagine a Yena teniendo peleas con Somi, de forma verbal.

Me encanta Somi y mas sus dos ultimas canciones que no salen de mi cabeza.

¿A quien mas le gusta Somi?

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