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ITZY

Era arrastrada en contra de su voluntad por el estacionamiento. No quería entrar al edificio, tenía miedo. Podía ver como su manager se reía desde la camioneta y encendía el motor para regresar a la agencia. Con su mano derecha intento sostenerse de un barandal, pero la jalaban de la mano izquierda con fuerza.

– ¡No seas inmadura! – llamo la atención.

– ¡Me conocen como Yena la inmadura! – protesto – ¡No quiero!

– ¡¿Porque eres cobarde?! – pregunto gritando mientras la jalaba con fuerza.

– ¡Siempre he sido cobarde! – reclamo – ¡Le tengo miedo a las palomas!

– ¡Yena!

– ¡No! – grito con la castaña logro hacer que soltara su agarre del barandal y caminara de forma apresurada y torpe hasta el ascensor – ¡No, no, no! ¡Ayúdenme! ¡Tus unnies me odian!

Era una exageración del berrinche que estaba haciendo, pero tenía toda la razón. Yena desde que debuto pensó que las compañeras de Chaeryeong, la odiaban. Solo porque ella jamás les respondió el saludo, siempre con respuestas cortas y miradas frías desde lejos. No era su culpa tener pisantrofobia, las chicas solo querían ser buenas con ella, cosa que la japonesa lo veía como una falsa personalidad.

Esa misma mañana había quedado almorzar algo con Chaeryeong en un restaurante, pero la coreana tenía una mejor idea. Yena se sorprendió cuando su mánager estaciono en el edificio de su amiga, había preparado unos deliciosos Dangos. No esperaba que el almuerzo sea con Itzy y tenga que compartir sus Dangos.

Chaeryeong la arrastro por los pasillos del piso donde vivía. Yena protestaba porque no quería entrar al departamento donde vivía la coreana. Tenía miedo al ser rechazada por las cuatro integrantes que estaban ahí.

– ¡No, no, no! – murmuro cuando vio a la castaña introducir el código de seguridad.

– Eres una exagerada – murmuro abriendo la puerta y jalando del brazo a Yena, para que entrara.

Negó con la cabeza mientras hacía aun fuerza, pero Chaeryeong la jalo. Piso torpemente la entrada del departamento y maldecir en japones.

– ¡Chaer Unnie! – grito la maknae – ¡Yena Unnie ya llego!

Abrió sus ojos cuando Yuna corrió abrazarla. La menor la abrazo mientras daba unos saltos pequeños, ella se encargó de ayudarla a sacar su abrigo y recibió gustosa los tápers donde estaban los Dangos.

Chaeryeong le susurro un "Vez, si Yuna se alegró. Las demás igual"

El miedo no le daba inspeccionar con la mirada el departamento. Sus ojos estaban fijos en las medias que traía puesto esa mañana. Por más que Ryujin trato de sacarle un tema de conversación, y el miedo no le dejaba hablar, las únicas palabras que salían "Si, creo", "No, creo", "No sé" y "Tal vez". Yuna fue gentil y le ofreció un poco de sus snacks, cosa que la japonesa rechazo, simplemente negó con la cabeza para seguir jugando con sus manos.

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Solo eran unas semanas de debut que ella y el grupo tenían. Yena se sentir avergonzada, porque desde que debutaron cuando las integrantes de Itzy, la saludaban ella solo asentía con la cabeza o las ignoraba. No se atrevía a crear una conversación con ella y mucho menos a socializar. Le parecía extraño que Yeji y Lía se habrían esforzado en cocinar un delicioso almuerzo japones, que Ryujin no la hostigara con preguntas y que Yuna sea demasiado gentil con ella. Cada vez que se sentía incomoda, solo apretaba el abrazo de Chaeryeong (porque no se separado de ella para nada) para que la salvara.

– Muchas gracias por la comida – murmuro dejando los palillos aun lado y mirando su plato.

– Gracias a ti – respondió Yuna con una sonrisa.

Levanto una ceja y vio a las cuatro integrantes.

– A mí...

– Lía nos contó lo que hiciste en los "SBS Gayo Daejun" – informo la líder.

– Yo... – miro a su mejor amiga asustada y ella apretó su mano para darle una sonrisa – Lo siento...

– No debes sentirlo Yena – sonrió la mencionada – Ese día me sentía tan mal y la pastilla que me diste, ayudo demasiado.

– Quería preguntarte, ¿Que le distes ese día? – pregunto Ryujin.

– Vitamina C – murmuro sonrojada – Soobin me obliga a tomarlas, es para mejorar mi sistema inmunológico. No solo las tomo yo, mis compañeros igual...

– ¡Escucharon! – Reclamo Chaeryeong – Vamos a comprar esas pastillas.

En los SBS Gayo Daejun, que se realizaron a Daegu. Yena había entrado a los baños para hacer sus necesidades y cuando vio a una Lía cansada y apuntó de caer al suelo, no perdió tiempo en ofrecerle una de sus vitaminas que tomaba. Ese pequeño gesto, hizo que Lía, pudiera subir al escenario para la grabación final y no caer al suelo por el cansancio. Ella busco a Yena para darle las gracias, antes de ser llevada al hospital por cansancio, pero no la encontraba. Itzy sabía que Yena era reservada y los falsos rumores que habían de ella en los shows de música, que era una persona fría y muy maleducada, cosas que ellas sabían que era falso porque la habían visto actuar de manera natural con Chaeryeong.

Cuando Chaeryeong les contó más a fondo del porque Yena era así, no perdieron la oportunidad de convencer a la castaña para hacer que Yena viniera almorzar. Ella no solo había ayudado a Lía, sino que una vez defendió a Yuna cuando un personal del staff acosaba a la maknae en los baños, ella la ayudo a salir de ahí y la llevo hasta su camerino.

Sabía que, para ganarse la confianza de la japonesa, así como lo hizo Chaeryeong, tenían que demostrarle que ellas estaban siendo sinceras y no querían lastimarlas. Para ser sus amigas, tenían que ir paso a paso.

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