TXT ot 6

NIÑERA

Preparaba un tazón grande de bocaditos y una garra enorme de una bebida energizante. La calefacción estaba al máximo porque el frío del invierno congelaba los huesos de la japonesa y por eso con autorización del manager subió la calefacción.

Ya tenía preparado todo su día. Un maratón de Netflix, ver los dramas que estaban en emisión y al terminar el día pondría un poco de anime. Solo sería la televisión, toda la comida posible y el sofá, un día perfecto.

- ¿Enserio tenemos que ir? - preguntó el maknae que se ponía su chaqueta térmica.

- Si - Contestó Soobin.

- ¿Qué harás hoy, Yen? - pregunto el pelinegro que salía de su habitación.

- Hoy tengo una cita - contesto sonriendo - Solo seremos el Sofá, la televisión y yo.

- ¡Yah! Me parece injusto que Gizmo noona no vaya con nosotros - reprocho Taehyun.

- Para tu información, ayer yo fui con las estilistas para ver mi vestuario y hoy les toca a ustedes - respondió la japonesa sonriendo.

- Es el día libre de Yena - Yeonjun solo despeinó el cabello de Yena - Tan emocionada está que ni siquiera se cambió el pijama.

Los cinco solo se despidieron de la japonesa que se tiró emocionada al sofá y se despidió. Ella veía como sus compañeros se iban rumbo a la agencia para probar los vestuarios que usarían en las próximas actividades que tenían. Hoy sería su día libre, había esperado mucho por ese día. Había llamado a su padre un rato antes para preguntar cómo estaba y él le sugirió salir a caminar por la ciudad. Había llamando a Chaeryeong, pero su agenda estaba llena, llamó a la línea japonesa de Iz*One, pero ellas estaban ocupadas y al final quiso ir con los chicos para distraerse en la agencia pero prefirió quedarse viendo televisión.

Fueron solo cinco minutos de tranquilidad, en lo que alguien tocó el timbre. Yena suspiro para levantarse a regañadiente y comenzar a soltar groserías. Ellos seguro olvidaron algo y habían tocado el timbre a propósito para molestarla.

- Si van a buscar alg... Señorita Ri, hola - respondió sonrojada al ver a su vecina.

- Quería pedirte un favor Yeni. - habló la mujer de unos veinticinco.

- Es Yena - corrigió al ver como un niño se escondía detrás de la vecina.

- Tus compañeros han dicho la gran diosa niñera que eres - levantó una ceja al ver la gran mentira que habían dicho ellos - Y me podrías cuidar de Seoyun.

- Yo...

- Solo serán unas horas - la mujer le paso una mochila - Te pagaré, lo prometo.

- Pero, señorita Ri...

Ella solo se agacho para quedar a la altura del niño, le dio un sonoro beso en la mejilla y despeino su cabello negro.

- Porta te bien Seoyunnie - el niño asintió - Él es un pan de dios... ¡Adiós!

Todo pasó tan rápido que no se dio cuenta cuando el niño la miraba fijamente. ¿Qué demonios había pasado? Miro al niño de unos cinco años y solo hizo con su cabeza un movimiento para dejarlo entrar.

No se llevaba bien con los niños y bebés, el único que le caía bien era Bentley Hammington, el niño se ganó su corazón con una sonrisa y un "Noona, queremos entrar". Mataría a quien le había dicho a la vecina sobre ser una buena niñera.

- ¿Qué es eso? - señaló el niño.

- Son los peluches de mis compañeros. Oye niño - vio cómo el niño se sacaba sus zapatillas - ¿Quieres ver una película? - asintió.